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Hielo

- Calum, necesito hielo-. Hablé en cuanto lo vi dentro de la cocina.

- ¿Estás mejor?-. Pregunta el moreno tomando un gran cubo cubierto por una especie de goma, que es especial para cuando ocurren accidentes parecidos. Me lo lanza, y, como si de malabares se tratara, lo atrapo. Él ríe, yo sólo me encargué de transmitir hacia él una mala mirada.

- No lo sé, sólo siento algo de ardor-. Se encoje de hombros. - Esta curándose supongo-. Sonríe hacia mi. - Gracias-. Agradece.

- No hay de qué-. Sonrío y me acerco con el hielo en mano. Lo coloco en la zona y gime. - Lo siento-. Me disculpo al instante. Él niega.

- No, esta bien-. Sonríe a penas y toma el hielo, colocándolo dónde anteriormente lo había colocado.

- Ven -. Lo llama Michael, tomándolo por el brazo. - Relajate un poco-. Ríe el cabello de payaso violeta.

- Michael-. Escucho una voz de mujer adulta, en tono de reproche.

- Mamá tengo un amigo nuevo-. Veo a Michael saltar y no puedo evitar soltar una gran carcajeada.

- Karen-. Salgo emocionada de la cocina estirando mis brazos.

- Oh querida-. Sonríe aquella señora adulta de ahora cabellera más rubia. Estira sus brazos y me abraza de esa manera tan maternal con calor maternal que extrañaba.

- ¿Cómo está?-. Le pregunto interesada.

- Bien pequeña, muy bien. ¿tú?-. Acaricia mis brazos. Yo asiento.

- También-. Sonrío

- Vendré más tarde, cuida a los niños, ya que eres la más responsable-. Ella ríe, y yo también. - Cuida a ese niño-. Señala con la cabeza a Ashton. - Que Michael no lo asuste, y estás totalmente aprobada para que le pegues como correctivo a Michael si es necesario-. Me apunta con el dedo y carcajeamos.

- Valla tranquila -. La saludo una vez más y ella desaparece por la puerta.

(...)

- Chicos creo que deberíamos empezar con la prueba, ¿no creen?-. Habla Ashton incómodo. Habían pasado unas tres horas. Los chicos estaban concentrados en los videojuegos de la play station 2, para ser específicos, el fifa 2011.

- No entiendo como no te gusta este juego-. Michael lo observa a Ashton totalmente ofendido. Ashton se toma la cabeza.

- Oigan, gracias por todo-. Se levanta algo molesto. - Estoy algo cansado lo siento, tengo que irme-. Sonríe y saluda a cada uno, excluyendo a Luke y Aleisha. Ellos estaban en la suya sin prestar mucha atención.
Escucho la puerta cerrarse y comienzo a sentirme culpable.

- Lleva una camiseta morada asquerosa, sí que es raro-. Ríe Michael.

- Y tú, el cabello violeta-. Ataco, defendiendo a Ashton. Él deja de reír y se queja. - Oigan, le costó mucho llegar hasta aquí, y como si fuera poco, cayó por las escaleras-. Me paro en frente de la pantalla y ellos comienzan a quejarse. - Hablo en serio-. Me cruzo de brazos. Ambos me observan serios y como saben que no daré mi brazo a torcer se rinden. Calum lanza el mando del juego y rasca su cabeza.

- Bien, ve a buscarlo-. Habla Calum y se levanta. Yo suspiro.
Paso a un lado del sofá individual donde se encontraban Luke y Aleisha, tomo un libro de cocina que encuentro encima de la mesa del living y golpeo su cabeza con fuerza. Él gime seguido de un grito.

- Exagerado-. Comienzo a reír. - Al sótano, habrá una última prueba de baterista-. Le informo caminando hacia la puerta. Hago caso omiso a las quejas y me dirijo al porche, donde ya no encuentro a Ashton ni su bicicleta. Corro hacia la avenida y lo encuentro frenado por el semáforo.

- Ashton-. Exclamo. Pero él no parecía escucharme. - ¡Ashton!-. Esta vez exclamo más fuerte corriendo aún más cerca. Él se da la vuelta.

- ¿Qué sucede? -. Su mirada era confundida y divertida.

- Ven a la prueba-. Respiro entrecortado haciendo un esfuerzo para no caer exhausta en medio de la acera.

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