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Vida

- Clara -. Musita ya cansado.

- Déjame en paz por Dios, sólo eso te estoy pidiendo-. Grito ya frustrada.
Escucho unos tacones a la lejanía acercarse seguido de repetidos golpes en la puerta de Luke. - Lo que faltaba-. Bufo intranquila para mi propio ser. Me crucé de brazos y comencé a caminar en círculos.

Apostaría unos billetes por afirmar que trajo a Aleisha para hablar con ella o algo así.

- No es Aleisha así que no te falta nada-. Bufa por lo bajo Luke. Rodeo los ojos.

No creí que escucharía, mucho menos que suponga que yo hablaba de Aleisha.

Escuché una respiración desde su parte.

- ¿Qué está pasando aquí? -. Escucho a alguien más exclamar. Para mi fortuna, era Liz.
A ella si le abro la puerta.

Lentamente me hice a un lado del picaporte y deje ver a ambos de pie.

- Luke a tu habitación, chau-. Lo empuja con un golpe de bolso. Tuve que sostener mí postura para no reírme. Él se rindió e hizo caso. Mientras que ella pasó a mi cómoda y se sentó sobre la cama.

- Perdón por los gritos, merezco el castigo o el reto -. Hago pucheros. Ella niega y ríe.

- ¿Qué te hizo Luke?-. Va directo al punto y yo sonrío divertida.

- Te amo Liz-. Hago una mueca y ríe. - Luke olvidó mí cumpleaños, pasará su fin de semana en la cabaña de los Macdonalds, no me parece justo, me dolió-. Suspiro vagamente y observo hacia mis piernas. Liz me abraza y lo tomo por sorpresa, pero se lo devuelvo. - Entiendo que quiera disculparse, estuvo como media hora golpeando la puerta. Hasta se fueron los chicos-. Reí. Ella niega.

- Se la tenés que hacer difícil, se lo merece-. Me acaricia la mejilla. - Yo me encargo en lo que pueda, pero hacelo sufrir un poco-. Ríe. - Créeme que te ama más que a mí, no creo que sepa bien qué fecha es esta, sabe más tu fecha de cumpleaños que el de Aleisha-. Arruga la nariz y río. Amo a esta mujer en serio.

Escuchamos unos sonidos de fondo y no prestamos atención, llegaba del árbol y por la época del año supongo que son aves jugando o peleando.

- Espero que cambie su actitud, creo que lo hace en venganza, me besé con Ashton-. Mis mejillas se tornan rojizas y ella entrelaza sus dedos a la altura de su mejilla mientras sonríe enternecida.

- Ese chico es un amor-. Su voz se vuelve más dulce. Yo suspiro y asiento.

Las ramas comenzaron a golpear la ventana y de manera fuerte, y pasó un segundo en el que escuchamos un choque contra la ventana algo bastante estruendoso.

Nos giramos a ver, y era graciosa la imagen de Luke golpeado contra la ventana y desesperado por encontrar un agarre de algo, alguna rama firme.
Sonrió con inocencia hacia su madre y Liz estaba marcando la fulminante contra él.

- Está castigado por intentar matarse, con permiso cariño, voy a ordenar mi habitación-. Besa mi frente y se va del cuarto, cerrando la puerta. Suspiré grandemente, no quería que se valla. Caminé hacia la ventana y le abro a Luke, quién salta desesperado hacia dentro.

- Creí que no había perdido la costumbre de trepar hasta tu ventana-. Inhala y exhala en espesas repeticiones. Ruedo los ojos.

- Creíste mal-. Él iba a cortarme pero no lo deje. - Teníamos trece años-. Elevo mis brazos buscando que entienda, por el amor de Dios.
Sus músculos de los brazos se hacen notar, en farsa pura.

- Y en ese tiempo estos bebes crecieron-. Señala sus brazos. Gimo exasperada y ríe levemente.

- Odio que seas tan infantil para todo, de verdad basta-. Clavo la mirada duramente y no mostraba mucha intensión de interés.

- Te quiero-. Musita aniñado.
Me causó una repulsión de enojo descomunal.

- Sal de mi habitación por favor-. Suspiro cansada mientras toco el tabique de mí nariz frustrada. Ríe levemente y no se mueve del lugar. Asi que lo empujo hasta la entrada. Cuando llegamos se da vuelta rápidamente.

- Eres más importante que cualquiera, no te enojes por favor-. Súplica tomando una de mis manos y acunadas entre las de él. Con la otra sostuve la puerta, no la solitaria hasta comprender que la conversación terminó aquí.

Sabía que la conversación no podía terminar hasta que esté todo bien dicho, no permitiría cerrar aún.

- Seguro que ni siquiera estarás para cuando sean las doce de la noche y comience la fecha de mí cumpleaños-. Sentencio lentamente, esperando una negación por su parte. Pero solo presiona sus ojos como si quisiera morir.

- Perdón-. Bufa para él mismo.
Sentí mi corazón latir a velocidad de rompimiento cercano.

- Que importante soy en tu vida-. Ruedo los ojos. Comencé a cerrar la puerta algo lento, esperando buscar decir algo más antes de hacerlo, pero estaba algo atontada.

- No sé qué hacer-. Sonaba tan irreal de todas formas. Sentí mis ojos aguar.

- Te diré que hacer, no ser el primero en decime feliz cumpleaños-. Dejé la puerta a medias y hubo un silencio algo perturbante para mis sentimientos.

- No me digas eso-. Abre la puerta y me observa unos instantes, saliendo de la frialdad a la pena.

- Así es la realidad Luke-.

Sonará patética la pelea, pero no lo es.

Él me dijo que no estuvo para mí nacimiento, no estuvo mientras era una preescolar, pero si tuvo el regalo de la vida de conocerme y ahora ser su mejor amiga.

Prometió que su día más importante sería mí cumpleaños.
Me pidió prometer ser el primero en el día de mí nacimiento, ¿Por qué? Porque no pudo ser el primero en ese día, pero si puede ser el primero en mí vida.

Y aún,
Lamentablemente,
Lo seguirá siendo.

No le permitiré dejar el lujo de que lo sepa.

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FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora