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Beach

Al ver tanta belleza junta sólo me quede para en el lugar, apenas sentí la blanca arena entre mis dedos. El aire soplaba sin freno alguno, las olas parecían tan calmadas, la luna buscaba esconderse entre ellas y la música tropical que provenía de un minibar de bebidas frutales era un deleite para todos mis sentidos.
Siento una presencia entre las yemas de mis dedos y luego la unión en ellos, sonreí a penas.

- Extrañaba mucho venir aquí-. Muerdo mi labio inferior conteniendo una gran sonrisa y cierro mis ojos. Era lo mas relajante del mundo sentir esa suave oleada, tan revelada y luego pasiva, chocante y posada sobre la suave arena. Ese compase que llevaba una ola con la otra. 

Me encanta.

- Vamos por un licuado-. tira de mi mano, corriendo hacia la barra. Sus piernas eran mas largas que las mías, o las de cualquiera, lo que para él fue correr, para mi fue una carrera olímpica en ese intento de seguir su paso.

Llegamos al lugar y una gran sonrisa se plasmo en el chico del otro lado de la barra.

Tim el hippie, hemos tenidos las charlas mas profundas y culturales del mundo.

Bueno no tanto, pero era un gran hombre de treinta años.

- ¿Que hay chico? -. Luke usa un acento divertido. Chocan sus puños.

-¿Que onda pequeadultos? -. Usa su tono tan particular y me observa. -Chica azúcar-. Habla con una jugada de voz algo como cubano. Choca su puño con el mio.

 - Vinimos de paseo, aprovechamos que me quedo mas días por aquí-. Sonrío grandemente. Tim hace un baile con su mezcla en mano y la entrega a unos tipos a su derecha.

- Mañana vengan y pasen por aquí, tengo ganas de hablar de la vida y filosofar con alguien-. Ríe estruendosamente, tan el y Luke y yo nos observamos y no pudimos evitar reirnos sin parar.

- Bien, aqui estaremos-. Le aseguro risueña. Observo divertida a Luke y mantenemos la vista, contagiándole una sonrisa. 

- uno, dos, ¡tres!-. Exclama Luke.

A la cuenta de tres es nuestro juego.
Cuando venimos aquí pedimos al mismo tiempo lo que queremos tomar, y si decimos lo mismo ganamos. De no ser así, él se queda con lo que yo pedí y en mi caso lo mismo pero hacia la inversa.

- Quiero dos Freak shake-. Le apuntamos al hippie T. Asiente riendo. Con Luke chocamos nuestras manos.

- La mezcla que vuelve loco a los australianos-. Enmarco una ceja divertida y muevo mis hombros hacia adelante y atrás. Me guiña un ojo.

- Para los australianos menores -. Ríe y peina su cabello de costado. 

(...) 

La bebida comenzaba a helarme los dedos, estire las mangas de mi sweater con mis dedos para poder tomarlo sin problema alguno.

Nos adentramos a la feria nocturna, Luke insistió en jugar bolos.

Este lugar es simplemente bello, ya que aún estábamos junto a la costa marítima.

Como siempre, él iba ganando. No sé porqué a pesar que hace años venimos aquí, me gasto en intentar ganar. 

Decidimos descansar unos segundos en la mesa de juego ya que recibe un mensaje y su semblante cambia. 

- ¿Sucede algo?-. Tomo de mi bebida.

- Ashton, esta re molesto en el grupo de messenger-. Rueda los ojos. Observo hacia otro lado. 

Cuando estoy con Luke suelo desconectarme de todo. Pero a este punto me habia olvidado de la existencia de Ashton.

- ¿Sucedió algo y no me enteré?-. Deja su móvil a un lado. Lo observo de lado. - Cuando algo guardas elevas tu lado derecho de la nariz-. Ríe. Abro mi boca sin saber que decir al respecto.

- ¿ Lo hago?-. Me sorprendió. Él sonríe. Ruedo los ojos. - Me parece muy lindo, no se, es misterioso, inteligente y tiene una personalidad que me gusta, me da confianza-. Me pongo algo nerviosa y tartamudeo al hablar. Luke carcajea y le hecho una mala mirada.

- Alejate o los alejo yo-. Burla.  Le saco la lengua divertida y me vuelvo seria.

- Hablo en serio de todas formas Luke-. Corro de lado un mechón de pelo que caía por mi frente. - Aunque para que alguien me guste estoy como mínimo tres meses-. Carcajeo. Él hace una mueca.

- Yo también hablo en serio-. Se levanta y toma una bola. Pongo los ojos en blanco.

- ¿Qué tendría de malo?-. Me levanto y camino hacia quedar a su lado. Me observa unos segundos y se aleja para lanzar y otra vez, tiró todos.

- Vives para ganar-. Lo observo a los ojos.

- Con eso último, respondiste tu pregunta-. Corre un cabello rebelde que posó en mi nariz a causa de la corriente de aire. Trato de entender pero no entro en razón de lo que quiso decir.

Tomo una bola, lanzo pero solo logro tirar cuatro.
Mi cara mostró un gran disgusto. Luke ríe suavemente desde mis espaldas.

- De todas formas no tengo tiempo para pensar en Ashton, en unos días ya no volveré y hablaré con ustedes por internet-.
Al decir lo último caí algo en cuenta y sentí un revuelco en el estómago, dejando nulas ganas en mi de seguir jugando.

- Oh no, vamos-. Hace pucheros y me abraza por encima de mi cabeza, me sostengo de su cintura. - Dejemos este juego y vamos a la costa, no quiero que te pongas así-. Besa mi cabello y me conduce por los hombros.

Luego de caminar llegamos al final de la feria, de hecho ya no había feria, era el final de la terraza o muelle del parque atractivo. No había nadie y la música del lugar estaba ahogada por el sonido del mar y una que otra gaviota en medio de la oscuridad.
Pero la oscuridad era algo general, porque para mí no la había en absoluto;

Las estrellas y su reflejo en el agua,
La luna perfectamente redonda,
Azules, rojos, blancos, verdes reflejos de las lucesitas del parque detrás nuestro.

Todas aquellas pequeñas iluminaciones estaban puestas en la piel de Luke, contrastando a la perfección en él.

Lucía tan, bien.

Sus ojos viajaron de la madera hacia mi y me ruboricé un instante por estar observándolo. Me brinda una sonrisa cálida y estira su mano, la tomo. Me coloca en la punta del final, en ese rincón.
Mis cabellos van hacia atrás de mí sin control alguno y siento como Luke comienza a luchar con él en un intento de peinarlo. Río.

- No podrás-. Uno mis manos sobre la esquina del barandal. Él hace caso omiso y sigue con su tarea lo cual me relaja ya que me gusta cuando me tocan el cabello.
En unos segundos puedo sentir mi cabello controlado y sin embargo algunos quedaban perdidos volando hacia mis costados.

- Te hice una trenza -. Musita.

- Gracias-. Mi tono demostraba lo enternecida. Coloca su mentón entre mi cuello y hombro. No puedo evitar suspirar. Sus brazos se envuelven en mi.

Era simplemente un momento perfecto.

Estaba feliz, ni más mi menos, no importa ni siquiera mi nombre, yo lo tenía todo,
Lo tenía a él.
Aunque además de tenerlo físicamente, también lo tenía en mi ser. Lo tenía en sentimientos de rencor por lo de Aleisha.
Sólo me quedaban tres días, ¿De qué me serviría discutir?

- Luke-. Hablo sin poder retenerlo. Él musita algo que puedo sostener que es un si vago. - Que te quede claro que aún estoy molesta-.

- Lo se, no te preocupes -. Gruñe.

- Vas a vivir con la culpa-. Lo mentalizo.

- Lo sé, me preocupa-. Ríe nervioso. Sonrío victoriosa.

¿Quién pierde ahora?

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FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora