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Paz

Ayer, para no ahogarme y sofocarme en mis propios ridículos pensamientos, pasé la tarde con mi vecina Anna. Sí, vivíamos en latinoamérica y tiene nombre gringo.

Escuché mi teléfono sonar y corrí a buscarlo, tal vez era Luke, el cual ayer no llamo. Espero que nada le haya pasado.
El teléfono seguía sonando y no podía encontrarlo.

- Maldito seas -. Me quejo. ¿Dónde puede estar? Sigo recorriendo toda la casa, sin embargo sigo escuchando que el teléfono suena a mis espaldas.
... Mhm

Un momento.

¿No debe estar en el bolsillo trasero de mi short?
Toco mis bolsillos y lo siento en el derecho.
Maldita perra. Siempre estuvo ahí.

Soy una inutil.

- Diga-. Resoplo cansada.

- ¿Qué hacías pequeña niña rata? -. Habla Michael.

- Buscando mi teléfono-. Me quejo. - Resulta que estaba en mi bolsillo trasero-.

- Solo a ti te pasa-. Carcajea. Ruedo los ojos sonriendo.

- Oye hablé con mamá, y ella con la tuya-. Habló con tono de un niño. Reí. - y... En unas dos semanas vendrás a casa-. Canturreo. Pegué un chillido.

- ¿En serio? ¿Aún no comenzarás el instituto?-. Pregunto emocionada. Ellos, están en época de clases, pero no hace mas de cuatro meses suspendieron el ciclo escolar, ya que en la cocina del instituto uno de los refrigeradores se prendió en llamas, por incognita razón, y no pudieron parar a tiempo las llamas y se quemó gran parte del instituto. Sólo ellos tienen esa suerte. Por esa razón Luke la pasó en casa. Aunque para ellos fueron vacaciones, prácticamente tuvieron 4 meses vacacionales, dos de ellos Luke los pasó en casa.

- De hecho, la primera semana que estarás aquí no, pero si la segunda. Aunque mi madre no tuvo problema con eso-.

- Genial-. Exclamé. Escucho la puerta tocar y mi chillona amiga gritar. - Michael luego te llamo-.

- Adiós nena-. Saluda. Corto la llamada y atiendo a mi amiga. Me abraza y comienza a saltar, lo que me hace saltar a mi también.
Está loca.

— ¿Qué sucede?-. Río.

— Fue perfecto-. Gimió.

— Entra ya, los vecinos terminarán de juzgarme que tanto yo como mis amigos tenemos serios problemas-. Ruedo los ojos. Ella ríe y entra, camina largos pasos y se lanza al sofá. Cierro la puerta.

— Tomás es hermoso-. Comenzó a hablar. — Ayer vino a casa, se quedó a dormir, habló con mi madre, nada fuera de lo común-. Sonrió y tapó su rostro. — Pasó algo bastante incómodo-. Mordió su labio, y tapó sus ojos esta vez. Reí.

— Dime-. Me senté en el sofá individual.

— Estábamos viendo una película de acción. Mostraron una escena algo caliente, y bueno, tuve revoluciones que digamos-. Explicó incómoda moviendo sus manos. Abrí los ojos grande. — Lo beso, y él me subió a sus piernas, yo sólo tenía una remera bastante grande y con encaje, la quitó fácil; debajo tenía la bikini. Nunca pensé que me pasaría algo así-. Comenzó a ponerse roja y yo estoy a punto de desmayarme.
— Alguien tocó la puerta y Tomas rió nervioso. Él corrió al baño y yo acomode un poco mi ropa. Era mi prima mas pequeña, había venido familia a la casa-. Sonrió aún roja.

— Alejate, busca una biblia y santificate, estas hecha toda una bad girl-. Exclamo horrorizada tirandome hacia atrás, recibiendo un buen golpe contra el suelo.

— Exagerada-. Comienza a reírse mi amiga. - Eres una idiota-. Me burla y toma su estómago por tanto reír. Me levanto del suelo y me vuelvo a sentar. — No es mi culpa que seas tan virgen cariño-. Sonríe divertida.

— Alejate, eres mala influecia-. Río. Ella se encoge de hombros. — Oye, en unas semanas iré a Australia, de visitas a casa de Michael-. Salto emocionada en el lugar.

— Eso es genial-. Festeja Estefania. — Me dejarás -. Hace pucheros. Yo sonrío y asiento.

—  Creo que solo serán dos semanas-. Aclaro y ella asiente.

— Oye, todo está demasiado calmado y normal.-. Se sorprende. Ruedo los ojos. — ¿ Y el rubio?-. Pregunta mi amiga, sentándose con una postura más normal.

— Volvió para recuperar su relación con Aleisha -. Me encojo de hombros.

— ¿Espera qué?-. Exclamó con el ceño fruncido.

—Si-. Afirmo.

—Esa chica nunca me cayó muy bien-. Se queja Estefan. Yo me encogo de hombros.

(...)

Me aburría sola en casa, así que hablé por whatsapp a los chicos para hacer algo.
Decidieron por venir a casa ya que no estaban mis padres y querían que no sea tan ñina buena e inocente.
No sé que clase de amigos tengo.
Querían que dejara de ser tan tímida, y enseñarme ciertas cosas, de todas formas aclare que no se les ocurra hacer nada loco.
Vendrían Estefania, Tomás, Tobías, Camila, Joaquin, Carlos, Sean, Francis, Lautaro y Jasmine. Eran varios. Todos traerían alcohol, artículos para dormir porque no cabían todos, música y alimentos.
Con los únicos que más llevaba relación cercana eran Estefania, Carlos, Francis, Luciano y Joaquín.

Llevaba puesto mi pijama con conjunto de lencería animal print, no se di estaba muy conforme con ello, pero las chicas me obligaron a hacerlo.
El timbre comenzó a sonar y supe que eran ellos. Abrí la puerta nerviosa.

- ¡HOLA!-. Exclamaron Carlos, Jasmine y Joaquín, que al parecer llegaron juntos.

- Hey-. Sonrío. - Pasen-. Me hago a un lado y entran todo lo que trajeron. Jasmine estaba muy linda, la rubia tenía puesto un bikini con un estampado animal print rosa pálido, y un camisón de seda blanco transparente, en los pies llevaba unas simples convers. Los chicos estaban también en pijama.

- Chicos las cosas para dormir dejenlas aquí debajo, dormiremos aquí. Más cómodo-. Aviso. Ellos asienten.

- ¿Dónde dejamos nuestras cosas? -. Pregunta Joaquín.

- Allí hay un guardarropas. Dejen sus mochilas y demás. La comida dejenla en la mesa, luego yo la acomodo-. Ordeno y ellos asienten. Escucho nuevamente el timbre.

- Ya va-. Exclamo. Esta noche será inquieta. Abro la puerta nuevamente y encuentro a Tomás, Estefania y Camila.

- Hey-. Exclama Camila. Sonrío y los saludo con un beso, menos a Estefania. Hoy la vi. - Pasen-. Me corro a un lado y una vez adentro cierro la puerta.

- Guarden sus mochilas y demás en el armario, ustedes saben donde queda. Las cosas para dormir aquí, y los alimentos en la mesa-. Ordeno. Ellos asienten.

- Clar, los chicos me dijeron que llegarían más tarde, se atrasaron debido al tráfico-. Estefania hizo una mueca. Asenti y me encogi de hombros.

Que el desastre comience...

FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora