Al final tenía tantas ganas de escribir, que me adelanté
Espero que os guste!Trey, sentado, a mi lado.
Me lo volvió a repetir como si creyera que no me había enterado, o para que lo fuera asimilando.
-Te necesito.
¿Cómo esa palabra puede retumbar tanto dentro de mí?
Lo miraba con los ojos abiertos como platos, no sabía si sentir emoción, o asombro, o desilusión... Bueno, desilusión no.
Estaba claro que yo le quería, muchísimo. Nunca había sentido nada por nadie como con él.
Empecé a recordar los buenos momentos.
¿Quién te había hecho reír como él, Adel?
Y es verdad. Absolutamente nadie. ¿Y los detalles? ¿Y todo en general? Pero... Siempre con peros.
¿Por qué demonios existen los peros?
¿Cómo te había defraudado de esa manera tan grande?
No podía confíar en él. Simplemente no me salía.
Llegó la hora del recreo.
Pasé por su lado para salir de clase, pero me agarró fuerte del brazo obligándome a quedarme con él.
Cuando todo el mundo se había ido, volvió a dirigirse a mí.
-De verdad, no me vas a creer, pero te necesito más que a nada en este momento.
-¿Y por qué debería creerte? Ya lo hice una vez, y fallaste. -Le miré con desilusión.
-Lo sé. Fui un tonto. Pensé que todo era como un juego. Pero, durante este tiempo, me he dado cuenta de que sí, de que te quiero, y que no te puedo dejar perder. No sin intentarlo. -empezaron a brotar dos lagrimillas de sus ojos. Nunca había visto a un chico llorar, no por mí.
Ahora es el momento de insultarme, de decirme lo que queráis, pero era sin duda mi gran debilidad.
-Te quiero Trey, pero no, no confío en ti.
-Solo quiero que me des otra oportunidad, por favor. -Las lágrimas caían por sus mejillas. -Todo el mundo comete errores. Te quiero, Adel.
Y ahora es cuando yo solté: -Lo hubieras pensado antes. -Y me fui como una diva.
Pero no, no hice eso, la escena cambia. Solo fui capaz de decirle de nuevo: -Te quiero. -Y lo abracé.
2 de Junio de 2012
Otro día de clase. Sé que Trey no irá. Solo fue para hablar conmigo.
No sé si seguimos juntos, creo que sí. Es extraño.
Tenía examen. No había estudiado nada, pero me daba igual. Era fácil.
Llegó la hora de irse a casa. Al salir de clase, por el pasillo, me choqué con Alizz.
-Dime que Trey no. Ayer le vi por aquí.
La miré.
-No, dime que Trey no. -Me repitió.
Asentí.
-Oh dios Adel, estás loca, ¡pero de amor!
La di un codazo con una sonrisilla tonta que me salió.
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Sin batería #Parte1
Teen FictionY es que el problema es, que pensamos y queremos que todos sean nuestro para siempre. La persona con la que estemos el resto de nuestra vida. ¿Y si aparece alguien que te rompe todos tus esquemas? La persona que jamás imaginarías y por la que haces...