Cap. 8-Estás con alguien odioso

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-¿Entonces, vendrás a la barbacoa, Al? -La dije cuando hablaba con ella por teléfono mientras estaba tumbada en mi cama.

-Claro. Mis padres también están contentísimos de que Marcos haya acabado el instituto. Incluso le han dejado hacer una fiesta en casa el sábado. Puede venir quién quiera. -Lo último sonó a indirecta para mí. -Vente porfi. -Insistió. -También puedes traerte a tu gran y apuesto príncipe Trey.

¿Qué diablos Alizz? ¿Cómo pudiste decir eso último?

-No creo que sea buena idea tener a Trey y Marcos cerca, y menos en su fiesta. Ni yo debería ir. -Dije preocupada.

-Ugh, eres tonta. -Me dijo ella despreocupada. -Vendrás, te obligaré.

A decir verdad, Alizz siempre conseguía lo que quería.

6 de Junio de 2012

Hoy es la fiesta.

Hablé a Trey, pero el prefirió no ir.

Alizz vino a mi casa para "ayudar" a arreglarme. Además, ella quería llegar más tarde a la fiesta para no ayudar a su hermano a prepararlo todo. Qué astuta es.

Cuando nos vimos listas, Trey se ofreció a llevarnos en su coche.

-Pasarlo bien chicas, y no bebáis mucho. -Se acercó a mí y me dio un beso en la frente. Más que mi novio parecía mi padre.

Bajamos las dos del auto y entramos en la casa. Bastante era ya el jardín, como la sala de estar, llena de gente, refrescos tirados, y borrachos haciendo tonterías y manchando más.

-Oh dios, como esto lo vean mis padres... -Fueron las primeras palabras de Alizz al entrar. -Pero vamos a divertirnos, ¿no? -Se la cambió la cara con una gran sonrisa.

Yo asentí.

Cuando me dispuse a ir a por bebida, alguien me agarró del brazo.

Adivinar quién.

¿Éste no se supone que no te hablaba, Adel?

-Marcos, que quieres. -Le miré seriamente.

Él sonrió.

-Acómpañame arriba un momento, es solo un segundo. -Obviamente ya iba ebrio. Bastante.

Si no, no me hablaría, ya vi en el instituto.

Me arrastró con él escaleras arriba, y me puso contra la pared. Apestaba a alcohol.

Puso los brazos apoyados a la pared también a cada lado de mí impidiéndome poder escabullirme por algún sitio.

Me miró seriamente.

Yo, le devolví la mirada con los brazos cruzados.

-¿Qué quieres? ¿Para qué me has traído aquí? -Pregunté enfadada.

-Necesitaba un sitio más trantranquilo. -La lengua se le hacía un nudo debido a la borrachera.

-Escupe. -Le dije para que fuera directamente al grano.

Vi como su rostro se acercó al mío.

-Estás con con alguien oooooodioso. -No podía ni hablar.

-Marcos...- Y antes de que pudiera terminar, me besó y se apartó enseguida. -¿Qué demonios haces? -Me enfadé aún más.

Le empujé pero de nada sirvió. Ni un solo milímetro.

-Te quiero Adel, yyyyy no me disssste ninini la opción de de de demostrártelo. -Su aliento ya me empezaba a molestar. En serio, era demasiada peste a alcohol.

Sin batería #Parte1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora