Cap. 14-Ahora que estaba decidida

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25 de Junio de 2012

Estoy algo nerviosa sentada frente al espejo. Tengo un tic en la pierna, que desgraciadamente, no para.

Os preguntaréis: ¿Y a ésta que la pasa ahora? Pues fácil. Soy virgen. Sí, de las que nunca ha sentido nada más que besos con un tío.

¿Y qué por qué estoy nerviosa? Trey. Sabéis que es mayor que yo, y que vive solo. Pues, me ha invitado a su casa a dormir.

Tengo un miedo bastante grande.

Le he dicho a papá que me quedaba dónde Alizz.

Me miro al espejo una última vez, y me digo para mí misma en voz alta: -Vamos Adel, no seas una miedica, tampoco es para tanto. -Además, mi prima mayor me ha dicho varias veces que a ella no la dolió casi nada.

Me levanto del baño y salgo al salón. Evidentemente, ya estoy en casa de Trey.

Él se encuentra en la cocina haciendo la cena. La verdad es que huele bastante rico.

Me asomo por la puerta, y le veo con un delantal. Me acerco por detrás tapándole los ojos. -¿Qué cocina mi chico? -Se da la vuelta cogiéndome por las manos.

-Veo que ya has salido del baño, ¿estás mejor? ¿Sigues mareada? -De los nervios, sí.

Me sonrojo y me sale una risa tonta que responde por mí. Me coge de la cintura elevándome sobre la mesa.
-Veo que no, estás perfecta. -Susurra al oído.

Esta situación es algo incómoda, demasiado diría yo. Vale, estoy demasiado agusto con él siempre, pero ahora no.

Me empieza a besar el cuello con delicadeza, a lo que yo me ruborizo.
Está entre mis piernas. Se aparta por unos segundos y se dirige a mis labios. Me besa más bruscamente. Me coge mientras yo sigo enlazada a él. Vamos dirección a su cuarto. Nos posamos sobre su cama. Me quita lentamente la básica que tenía puesta. Tras ello, me mira a los ojos, cuando de repente, se le cambia la mirada como recordando algo.

-¡LA COMIDA! ¡QUE SE QUEMA! -Sale corriendo de la habitación.

Vale, aquí estoy, en su cama, sin mi básica, en sujetador. Más incómodo aún. Me ha dejado tal cual.

-¡Adel! ¡Ya está la cena! ¡Ven!

¿Qué demonios hago? ¿Me visto?

Veo una camiseta de él apoyada en una silla y la cojo. Me queda como un vestido, pero es gracioso, y súper cómoda.

-Mmmmmm, qué bien te ves con mi ropa. -Dice mientras se relame los labios.

Debe de notarse ahora muchísimo el color rojo en mi piel.

...

Terminamos de recoger la mesa.

Llegó la hora de la batalla Adel, no te vas a salvar...

Voy al salón, al sofá. Trey se acerca y se sienta a mi lado.

-Adel, siempre te he querido preguntar una cosa... -Qué no sea lo que estoy pensando, por favor. -¿Tienes cosquillas? -¿Qué? ¿Cosquillas? ¿Y esa pregunta?

-Pues, supongo, como todo el mundo. ¿Por qué? -Se muerde el labio mientras me mira maliciosamente. Oh dios, creo que he abierto una nueva puerta al mal para mí.

Se abalanza encima mía y me empieza a hacer cosquillas con una mano mientras me sujetaba las mías con la otra para que no me pudiera defender. No podía parar de reír, me iba a dar un ataque en cualquier momento.

-¡NO! ¡NO! ¡POR FAVOR, TREY PARAAAAAAAA! -Y como no, su caso era nulo.

Entonces, después de estar un buen rato suplicándole, se acerca a mis labios y me sigue besando.

-Qué rabia me da hacerte esto, pero te voy a tener que quitar esa camiseta que te queda tan sumamente bien. -¿Hola? ¿Trey? ¿Qué te pasa? ¿Eres tú?

Tras ello, se dispone a bajarme los jeans, mientras me sigue besando con delicadeza la tripa.

De alguna manera, esto me tranquiliza, y ya se me han quitado todas las dudas que tenía por mi mente.

Cuando empieza a bajarlos, suena el timbre.

No puede ser.

Ahora que estaba decidida.

-Corre Adel, vístete. -Me dice tirándome otra vez la camiseta a la cara.

Gracias mi amor por la consideración.

Va a abrir, mientras yo observo quién es sentada, y vestida, claro.

-¡Leo, amigo! -Oigo de fondo.

Se dirigen hacia mí y Trey me lo presenta. -Oh, encantada, yo soy Adel, su... -Trey me interrumpe y sigue él. -Mi novia. -Declara con una sonrisa de oreja a oreja.

Pues yo no estoy tan contenta. Leo, has venido en el momento más inoportuno.

-Trey, he venido porque hoy había fútbol, y pensé que podríamos verlo aquí, como en los viejos tiempos.

Él me mira con cara de cachorrito, a lo que yo asiento.

Total, ya se ha fastidiado todo.

-Claro. Adel, a ti como no te gusta, si quieres, puedes irte a mi habitación a ver una peli. -Ah, gracias. Mi novio acaba de abandonar el momento más íntimo que íbamos a tener por ver un partido con un amigo, y encima me echa a mí, qué bien.

-No, no hace falta Trey. Me quedaré aquí y lo veré con ustedes. -Obviamente no me iba a rendir tan fácil. Los iba a fastidiar todo lo que pudiera.

...

Tras un buen rato del partido, y varias preguntas absurdas mías como: ¿Qué es un córner? ¿Por qué el portero puede tocar el balón con las manos? ¿Y qué narices es el área? Los chicos estaban bastante hartos de mí.

Genial, lo conseguí. Pero no he acabado, Trey Parker, dejarme con un calentón se paga caro.

Me levanto hacia la cocina. -Chicos, ¿queréis algo? -Ofrezco con una sonrisa forzada.

-Sí, traeme una coca cola, por fi. -Me responde mi "amorcete".

Busco que tenga de lata, y la muevo antes de dársela, por lo que se salpica la ropa y se ve obligado a ir a cambiarse a la habitación.

No sabe donde se ha metido.

Voy detrás de él cerrando la puerta.

-Qué sexy te ves sin camiseta. -Le digo con voz seductora y acercándome más y más a él hasta quedarnos a dos centímetros de nuestros labios.

Él me agarra de la cintura empujándome a la cama, de nuevo.

Ahora soy yo quién le besa el cuello. Noto como a él se le ha quitado de la mente el fútbol, ahora no está como para pensar en eso. Sí, lo noto literalmente.

Me va a quitar los jeans cuando le digo: -Eh, alto. Recuerda que tu amigo está ahí fuera, además, a mí me está pareciendo extremadamente interesante este partido. -Con esto me levanto dejándolo ahí y me voy al salón.

Ya sí que he terminado mi venganza. Un aplauso para mí.

Sin batería #Parte1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora