Epílogo

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5 de Julio de 2016

Estoy haciendo la compra en el supermercado. Dentro de dos semanas me iré a Francia con padre para pasar un tiempo allí, pero mientras tanto, algo tendré que comer.

-Marcos, ¿qué cereales quieres? -Pregunto mientras miro la cantidad de marcas que hay.

-En verdad ninguno, prefiero de miel, pero no hay... -Echa un ojo rápido. -Voy a mirar si hay en el pasillo del final, ¿Vale?

Asiento.

Voy con el carro distraída andando hasta que ¡BOOM!

¿Qué ha pasado? ¡Mierda! He chocado con alguien y me he caído al suelo...

-¿Estás bien? -Un chico me tiende la mano para levantarme. -Ha sido culpa mía.

No, no te preocupes... -Me froto la cabeza ya que me he dado un poco con la estantería y finalmente acepto su mano. -La culpa ha sido m... -Antes de que pueda terminar levanto mi vista y me quedo perpleja.

-¿Adel? -El chico me suelta corriendo nervioso haciendo que casi me vuelva a caer.

Me sostengo como puedo y me pongo recta. Mi corazón empieza a latir desesperadamente como si quisiera salir de mi pecho y fugarse en este instante. En mi estómago las mariposas no paran de revolotear y creo que me estoy empezando a marear.

Me he quedado muda.

Soy incapaz de gesticular nada. Ningún músculo de mi cuerpo responde.

Pero parece que no hace faltan las palabras, nos quedamos los dos mirándonos a los ojos durante unos minutos. Sé que él está igual que yo.

Pestañeo un par de veces e intento reaccionar. -¿Trey...? -Murmuro.

Me mira de arriba a abajo y se da la vuelta para irse.

-¡No! ¡Espera! -Caso nulo. -¡No te puedes volver a ir! -Grito desesperada haciendo que se pare en seco.

Se gira y me vuelve a mirar. -¿Qué quieres? -Pregunta cortante.

Mi cabeza no es capaz de entenderlo. ¿Cómo puede preguntar eso? ¿Cómo no puede saberlo? Frunzo el ceño. -Necesito una explicación.

El mira a un lado y a otro. -Si quieres quedamos esta tarde en la cafetería de la esquina a las cinco de la tarde y hablamos tranquilamente.

Asiento.

Y en un abrir y cerrar de ojos, como que desaparece. Yo sigo ahí en medio de pie, intentando asimilar la situación. Soy incapaz de creérmelo.

¿Qué demonios acaba de pasar?

(...)

Las cinco en punto. Estoy sentada en una mesa tomando un chocolate. Le he dicho a Marcos lo que iba a hacer, y no le hacía mucha gracia. Pero me da igual, necesito saber que hice mal para que se largara sin más.

Las cinco y diez. Y Trey no aparece. ¿Y si no viene? No, no y no. Tiene que venir. Me lo ha dicho.

Las cinco y media. Me levanto y me voy. No va a venir. Sé que no va a hacerlo.

Salgo y me dispongo camino a casa. Pero mi cuerpo quiere ir a otro lado, y parece que va por si solo. ¿El hospital? Sí.

Si recuerdo mal, la habitación era la 113...

-Sabía que te encontraría aquí. -Digo desde el marco de la puerta.

Trey se tensa enseguida y empieza a tartamudear. -Y y yo... No... -Se calma. -No era capaz de ir. Soy un cobarde. -Suspira.

Me acerco y me siento a su lado, junto a la cama de Sally. 

Le cojo la mano. -Es difícil verte después de tanto tiempo. -Le miro.

-Lo sé. Me ha costado mucho no estar contigo. -Añade.

No quedamos en un silencio incómodo.

Finalmente lo rompo y pregunto la cuestión del millón. -¿Por qué lo hiciste? -Cojo aire. -¿No me querías?

Sus ojos se abren como platos. -¿Cómo no te voy a querer? Eres la persona a la que más he amado en toda mi vida. Nunca he sido capaz de olvidarme de ti.

-¿Entonces? -Noto como caen mis lágrimas por mis mejillas. Pensaba que esta conversación nunca llegaría.

Mira al suelo, y me vuelve a mirar a mí. Finje una sonrisa mientras me limpia la cara con sus dedos. -Pensé que lo sabías.

-¿Qué sabía el qué? Por mi cabeza han pasado miles de me suposiciones, incluso que me dejaste por Cr...

Me corta. -Para. No. Lo hice por tu bien.

-¿Mi bien? ¡He tenido miles de pesadillas todo este tiempo! ¡No sabes lo que me ha costado superarlo! ¡¿Dónde está mi bien ahí, Trey Parker?! -Me levanto alterada, estoy explotando.

Él también se está poniendo furioso, se levanta haciéndose más grande que yo. -¡LA UNIVERSIDAD! -Grita sacando todo lo que tenía dentro.

¿La universidad? ¡¿La universidad?!
Mi cara cambia a interrogación, y empiezo a intentar recordar.

Flashback

Explícamelo de nuevo. ¿No vas a la universidad para poder estar conmigo? -Trey estaba en una mezcla estre confuso y enfadado conmigo.

-No hay nada más que explicar. Ni que discutir. Es mi decisión, soy mayor de edad y nadie me puede hacer cambiar eso. -Me impongo firmemente.

-Vas a destrozar tu futuro.

-Pero contigo. -Sonrío.

Él, cansado de regañarme, y de lo bonito que me ha quedado mi frase, me muestra una sonrisa cansada, y me da un beso en los labios.

Fin Flashback

-Oh, dios, Trey... -Esa frase se escapa de boca.

-¿Ahora lo entiendes? Lo hice por ti. No puedes destrozar todo por alguien. -Suspira. -Además, ahora se te ve feliz con Marcos.

Lo miro y me acerco a él enrollando mis brazos en su cuello. Lo abrazo.

Mis lágrimas vuelven otra vez y parecen no tener fin. Pero noto como mi hombro también está mojado. Trey también llora.

-Lo siento, cielo. -Susurra.

-Más lo siento yo. Gracias por haber estado en mi vida.

Después de esa tarde, cada uno se fue por su camino y quedamos en que alguna vez volveríamos a quedar. Pero aún no se ha dado la situación.
Supongo que simplemente tomamos rutas diferentes.

Algo ha quedado en mí marcado para siempre. Sé que un pequeño trozo de mí se lo ha llevado él. Y que la próxima vez que lo vea, será distinto. Los sentimientos no desaparecerán, pero se irán haciendo más y más pequeños con el tiempo.

Y a medida que esté con Marcos, más lo querré, y ese primer amor solo pasará a ser eso, mi primer amor, pero no el único.

Sin batería #Parte1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora