Inspiro, expiro. Inspiro, expiro.
Venga Adel, eres una chica muy fuerte. No te derrumbes a la primera de cambio. ¡Échale narices!
Cojo aire una vez más y entro en el vestuario.
Como esperaba, todos con toallas, o en las duchas, o acicalándose.
Se me quedaban mirando. Es normal. No lo digo por mi físico ni mucho menos, pero ¿qué hace una chica en el vestuario de los chicos?Mira a todos lados, pero no veo a quién quiero ver.
-Adel. -Una voz detrás mía.
Mis pies no responden. No puedo girar
Cobarde.
Vale, vale. Me doy la vuelta mirando al suelo.
-¿Qué haces aquí?
Empiezo a subir la mirada y contemplo una toalla en la cintura. Subo un poco más y un torso tonificado, desnudo está en visión. Un poco más hasta que llego a sus ojos. Esos ojos azules.
-Yo... -Estoy más nerviosa de lo que esperaba.
-Tú... -Inclina la cabeza para que siga.
-¿Podemos hablar?
-Lo estamos haciendo.
-En un sitio más privado, donde no tenga tantas miradas acechándome. -Me siento incómoda.
-Claro, me visto y quedamos, ¿vale?
-En la cafetería en 20 minutos, ¿te parece? -Propongo.
Asiente con la cabeza.
(...)
Estoy sentada en una mesa. Las manos me sudan de los nervios. No sé que lo voy a decir. La última vez que lo vi, no hablamos. Su novia/modelo se lo llevó enseguida. Y la anterior fue un desastre. La cagué. Recuerdo sus palabras: -Gracias por aparecer en mi vida Adel.
Y ese beso. Ese maldito beso.-Hola. -Llega Marcos y se sienta en mi mesa.
-¿Qué... Qué tal el entrenamiento? -Lo primero que se me pasó por la cabeza.
Suspiró.
-¿De qué quieres hablar? -Dijo seco y cortante.
No me esperaba esto de él. Pero me lo merezco. Definitivamente me lo merezco.
-Creo que nada... Esto no ha sido una buena idea, siento hacerte perder el tiempo. -Me iba a levantar pero me agarró del brazo frenándome y volviéndome a sentar de golpe.
-Dime. -Me miró profundamente a los ojos. No le brillaban. No como las otras veces.
-Gracias por aparecer tú en la mía.
Se notó enseguida su cara de confusión.
-No me dejaste responder a la penúltima vez que nos vimos. Ya que la última prácticamente nos separaron. -Aclaré.
-¿Aún te acuerdas de lo que te dije? -Se echó para alante y me cogió de las manos que tenía sobre la mesa.
-Me acuerdo de todo lo que me has dicho. -Respondo.
Esto se me está haciendo demasiado difícil.
Se levantó del sitio.
¿Se quiere ir?
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Sin batería #Parte1
Teen FictionY es que el problema es, que pensamos y queremos que todos sean nuestro para siempre. La persona con la que estemos el resto de nuestra vida. ¿Y si aparece alguien que te rompe todos tus esquemas? La persona que jamás imaginarías y por la que haces...