Cap. 20 -Hola. ¿Llego tarde?

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La sala estaba repleta de gente. Me acerqué a la barra y pedí una copa de vodka con naranja. Al ir a pagar, un chico puso la mano en medio y la pagó él. Yo estaba totalmente desconcertada.

-Mm, gracias. -No sabía como reaccionar.

Él me sonrió. -De nada. Ahora bien, a cambio... ¿Bailarás conmigo?

Eso no me lo esperaba. -Ajá. Pues me parece que te salió mal la jugada amigo, yo no te he pedido nada, así que no.

En un milisegundo me quito mi copa de las manos.

-Pues me parece que no vas a beber.

Fruncí el ceño. -Está bien, pero solo una canción. Te aviso que bailar tampoco es lo mío.

Me agarró de la cintura, colocando la copa en una mesa de al lado para que no se derramara nada mientras bailábamos.

-Menos mal que has aceptado, porque no sabría que hacer con tu bebida, no me gusta el vodka. -Me susurra mientras se acercaba más a ritmo de la canción.

Reí. -¿Cómo te llamas?

-Son. ¿Y tú?

-Adel.

-¡Bonito nombre! -Exclama mientras me da un giro.

Termina la canción, y bebo un inmenso trago, que hace que acabe con el vaso.

-Wow, sí que tenías sed, Adel.

-¿Qué haces todavía aquí? Ya he bailado contigo. -No quiero ser cruel, pero creo que ya tengo suficientes amores en mi vida como para que intente meterse otro y lo empeore.

Una carcajada sale de él. -Tranquila fiera, ¿no te gusta hacer amigos?

-Amigos... -Suspiré. -¿Eso existe?

Volvió a reír. Se acercó a mí, y me plantó un beso en los labios. No se andaba con tonterías.

Yo simplemente me dejé llevar. Es como si llevará un siglo sin besar a nadie.

Conseguí reaccionar y me aparté.

-¿Tan mal beso?

-¿Qué? ¡No! -Es que... Tengo... -No me salía decir que estaba con Trey porque ni yo misma lo sabía. Es como si hubiera desaparecido del planeta.

-¿Novio? Vaya, siempre me sale todo mal. -Agachó la cabeza.

-¡No! No... No tengo costumbre de besar a chicos que acabo de conocer.

-Ya, lo sé. Tu cara de virgen lo dice todo.

-¿Cómo? ¿En serio piensas eso?

Al final nos fuimos de aquella discoteca y estuvimos andando durante toda la noche riéndonos y pasándolo bien.

Me acompañó hasta casa, y le di un beso en la mejilla.

Nos intercambiamos los números y nos despedimos. La verdad es que me gustaba, pero de manera distinta. Me gustaba mucho como amigo.

5 de Agosto de 2012

Son es la persona con la que más hablo a través de mensajes. Él me apoya en mi decisión.

Es ir a ver a Trey a la ciudad a la que se fue.

Alizz sigue enamoradísima de su novio y no se acuerda de su mejor amiga. No sé como tomármelo.

*Nuevo mensaje de Trey:)*

Trey:) : Te recuerdo que tenemos una boda este fin de semana.

¿Que demonios? ¿De qué habla? ¿Y cómo que le da por hablarme ahora?

No dudé en llamarle enseguida.

-¿Sí? -Su voz era suave.

-¿Trey? ¿Se puede saber que has hecho todo este tiempo que ni te has acordado de mí? -No sabía como sentirme, estaba enfadada pero a la vez contenta de hablar con él.

-Calma, Adel por favor. He tenido mucho trabajo y no he tenido tiempo de hablar con nadie. Pero esta mañana, me ha llamado mi padre. Le dije que solo lo hiciera en caso de que fuera grave. Y así es, yo ya he acabado mi trabajo aquí.

-¿Grave? ¿Qué ocurre? -Mis manos temblaban.

-Pues que este fin de semana mi padre y mi madrastra se casan, y obvio tenemos que ir.

Mierda, me había preocupado por nada. Como lo odio.

-Te odio. -Susurré.

-Hoy mismo estaré de vuelta y me amarás, verás.

Me colgó. Me dejó con la palabra en la boca.
¡Él ni si quiera estuvo para la boda de Marta! Sabía que era duro para mí y aun así me dejó sola. Y le importó tres carajos.

Tenía ganas de verle, pero lo quería matar también. ¿Que hago yo ahora?
Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, lo que hizo que sintiera ganas de llorar. Y así fue. Me encontraba llorando como una niña pequeña.

6 de Agosto de 2012

Llaman al timbre. Mi padre no está. Últimamente pasa mucho tiempo con su "amiga". Tal vez esté un poco celosa, pero claro, siempre he tenido a mi padre por y para mí. Yo he sido su niñita.

Abro y me quedo fija. Sin poder apartar la mirada.

-Hola. ¿Llego tarde? -Su voz entra por mis oídos como dulce música.

Yo seguía perpleja, sin poder soltar palabra.

-No la quiero más que a ti. -Su maldita y adorable voz.

Me quité de en medio de la puerta y hice un simple gesto de cabeza para que entrara. Parecía que no tenía cuerdas vocales.

Cuando por fin conseguí hablar. -Siéntate. ¿Y tu novia?

Como demonios puedes preguntar eso. TONTA.

-Ya te he dicho, no la quiero más que a ti. Ella puede llegar a ser muy irritante.

-¿Y qué haces con ella? -Se tensó aún más.

-Porque necesito olvidarte.

Nos quedamos callados, mirándonos. No podía creer lo que escuchaban mis oídos.

No me podía hacer esto. Justo hoy. Justo el día que Trey volvía.

Pero tengo que pensar en mí más que nadie, Trey no ha estado cuando lo he necesitado, y a Marcos le di yo primero la patada, y no se merece que le haga esto de nuevo.

-Marcos... -Él me miró con un brilló mayor de lo normal en sus ojos. -Te quiero, pero no te merezco.

-Sé que sientes por Trey aún. Pero me dijiste que ya no estábais juntos.

-No fue exactamente eso. Sino que estaba sola.

Diiiiiiin dooooooon

Volvieron a llamar al timbre.

Esto no se podía estar complicando más. ¿ACASO NO PUEDO SER FELIZ?

Antes de abrir, me dirigí a Marcos. -Vete por favor, el otro día ya me dejaste claro que Deby era tu prioridad ahora. Olvídate de mi con ella o sin ella. -Esto me dolía muchísimo.

-Es Trey el que esta llamando a la puerta, ¿verdad? Ha vuelto.

Se acercó a mí y me besó suavemente. -Gracias por aparecer en mi vida Adel. -Finalmente se fue por la puerta trasera y yo fui a abrir.

Ahora sí que sí. Me había quedado petrificada al abrir. Es como si hiciera años que no lo veía.

Estaba más guapo que nunca, y sexy, sobretodo sexy. Era mi gran dios griego.

-Te he echado de menos Adel. -Y se lanzó a besarme sin dejarme ni respirar.

Me siento fatal. Marcos también me acaba de besar. No soy una guarra, ¿no?

Sin batería #Parte1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora