Cap. 19 -Te echo de menos

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16 de Julio de 2012

Llegué a casa. Qué fin de semana más movidito.

Axel se ha despedido de mí secamente. Es normal, parecía que Trey le mataba con la mirada.

Como ya sabéis, Trey y yo... Bueno eso. Es algo de lo que no me arrepiento. En realidad me siento increíblemente bien.

Mi padre no trabaja, por lo que me toca pasar el día con él. No me apetece nada. No me mal interpreteis, me encanta estar con él, pero estoy terriblemente cansada.

Toc toc

Llaman a la puerta de mi habitación y seguidamente abren. -Adel, ¿Qué te apetece hacer hoy?

-Descansar. -Resoplé.

Mi padre mi miró decepcionado.

Entonces respondí seguidamente. -Oye, nunca tienes tiempo libre para ti solo. ¿Y si sales con tus amigos? A ver si ligas. -Una risilla salió sola de mí.

-¿De qué te ríes? Tu padre siempre ha sido un rompe corazones. -Me reí aún más. -¡Oye! ¡Te vas a enterar! -Se tiró a por mí para hacerme cosquillas pero salí corriendo de allí. Bajé escaleras abajo y justo llamaron al timbre.

Abrí.

-Hola ¿llego en un momento malo? -Me preguntó Trey.

-No, no, llegas en el momento justo. -Contestaba mientras me colocaba un poco el pelo y cogía aire de la carrera que me había echado.

******
-Vale Adel. Ya sabes donde está todo. Pon la alarma antes de irte a dormir y ten mucho cuidado. Si necesitas cualquier cosa llámame. -Se despedía mi padre.

-Tranquilo señor, yo la cuido. -Dijo Trey mientras me guiñaba un ojo.

-Y nada de dormir juntos. El sofá también es cómodo.

-Vaaaale papá. -Me reí mientras le sacaba prácticamente arrastras de casa. -Tus amigos te están esperando y la noche es joven. -Cerré en la puerta en sus narices sin dejar que articulara palabra.

Al final conseguí librarme y quedarme en casa.

Y con Trey, ¿qué más puedo pedir?

Me eché encima de él mientras hacía como si se quejara. Para él mi peso no era nada. -Cuidado, me estás aplastando pequeña hipopótama. -Se reía.

-Eh tú, no te pases. -Reñí. -A una mujer nunca se la dice que está gorda. -Intenté quedarme seria pero me empezó a hacer cosquillas hasta que ya no podía llorar más de la risa.

Entonces algo cambió. Trey también se ha puesto serio. Muy serio. Me da miedo.

-Adel... Tenemos que hablar. -Me miró intensamente a los ojos.

Sé que no se trata de una broma. Lo con conozco bien.

Continuó. -He encontrado un trabajo mejor. -Mi cara se iluminó.

-Eso es genial, ¡me habías asustado! ¿Por qué tan serio?

Su cara sigue reflejando mal estar.

-Es en una pastelería a unos 300kms de aquí. -Mi sonrisa se desvaneció. -Pero sería poco tiempo, hasta hacer algunas prácticas allí y se les gusta mi trabajo, podría pedir transalado aquí de nuevo.

-¿Y cuándo te irías? -Miró hacia el suelo.

-Mañana mismo...

No entendía lo que pasaba. ¿Cómo no me lo ha contado antes?

Sin batería #Parte1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora