Cap. 17 -¿Destino?

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Al bajar del coche, Trey se va corriendo a abrazar a aquella chica morena del coche de al lado.

-¡Sofía! ¡Te he extrañado mucho! -Dice mientras no deja de abrazarla.

-¿Hola? -Me arrimo a ellos para que se den cuenta de que aún sigo aquí.

-Oh, perdón. No os he presentado. Esta es mi prima, Sofía, y estos mis amigos, Alizz y Derek. -Todos se saludan dándose la mano. -Y por último, mi encantadora novia, Adel. -Debo aceptar que eso me ha llenado. Bonito detalle por su parte decir eso.

La chica morena me abraza a mí también y me siento un poco colapsada.

-¡Encantada! -Exclama entusiasmada. Su tono de voz es tal dulce como el azúcar.

-¿Y tú con quién vienes, primita? -Pregunta Trey observando el interior del coche.

-Ay sí. ¡Sal de coche a saludaaaar! -Grita.

Del coche baja un chico sexy, y familiar. Tan familiar que puedo acordarme perfectamente de su rostro.

No puede ser. No puede ser. No puede ser.

¿A..?

-Este es mi mejor amigo, Axel. -Añade en un tono más dulce mientras le besa la mejilla.

-¡Anda, Adel! -Me mira él.

******

Estamos todos sentados en el sofá del salón, con las maletas en el hall. Trey no nos dejaba ver las habitaciones aún.

-¿Y vosotros de qué os conocéis? -Me pregunta Trey con cara de incredulidad a la vez que asco. Parece que está celoso.

Le he contado que es de mi pueblo, y que de pequeña jugaba con él. No me he atrevido a decir más.

Mientras tanto, Sofía también nos ha dicho que le conoció hace 4 años por casualidad de vacaciones, y que desde entonces no han perdido el contacto y hacen lo posible por verse. Y que todo y eso... Pues han llegado a ser mejores amigos.

-Bueno Sofía, vosotros dormiréis en la habitación de Cris, que afortunadamente tiene dos camas. -Aclaró Trey. A ella se le escapó una risilla. Hasta su risa era dulce.

-Ay primito, siempre tan controlador conmigoooooo, Axel solo es mi amigo. -Volvió a reír.

-Y... ¿Qué vamos a hacer hoy? ¿Nos ponemos los bañadores y chapuzón en el lago? -Dice Alizz cortando la tensión.

*****

Me miro y me vuelvo a mirar. Maldito espejo. ¿Quién es esa frente a mí? Sin ninguna curva, y con kilos de menos.

Me niego a lucirme en bikini con Sofía. Ella tiene un cuerpo de infarto, y yo... Yo soy normal. Normal tirando a delgada.

No os equivoquéis, no soy anoréxica. Solamente, no engordo.

Tocan a la puerta. -¡Adeeeel! ¿Puedo pasaaaar? -No entiendo porque Alizz arrastra tanto las vocales cuando quiere algo.

-Claro. -Respondo sin dejar de mirarme al espejo.

Se oye como la puerta chirría. El baño es un poco antiguo.

-¿Qué haces ahí parada? -Pregunta mi ingenua mejor amiga. -¿Has visto ya tu habitación con Trey? ¡Dormiréis en la misma cama! -Lo último lo vuelve a recalcar con una mirada picantona.

-¿Qué? -¿Pero no eran camas separadas? Mierda. Eso me lo imaginé yo.

Me mira extrañada. -¿Cómo que qué? ¿No quieres dormir con tu novio?

Sí, sí... -Agaché la cabeza. La verdad es que no. Tenía miedo, ya sabéis.

-Sé cuando me mientes. -Se cruzó de brazos frente a mí. -Di.

-¡CHICAS, OS ESTAMOS ESPERANDO! -El grito de Derek nos asustó, pero nos espabilamos, cogimos nuestras cosas y salimos con ellos.

***

-¿Por qué no te quitas esa camiseta, Adel? -Me pregunta Trey sentándose a mi lado en la roca. Obviamente, no quiero que se me compare con Sofía. -Veeeenga. -Me dice mientras me la quita y me obliga a levantarme y meterme en el agua. -¿Ves? Eres perfecta. -Me sonrojo.

Me levanta de las piernas cual princesa y... -¡No, no, no! ¡Trey bájame! -Al agua patentiendo

****
Estoy metida en la cama con Trey. Nada más llegar se ha dormido, ya que era tarde y estábamos muy cansados, pero no entiendo por qué yo no puedo.

Miro el reloj, las 03:20 a.m.

Me levanto con mucho cuidado de la cama para no despertarle, y me voy pasito a pasito fuera de la habitación cerrando la puerta despacio.
Bajo las escaleras también despacio, porque... Ya sabéis mi problema con las escaleras, y mi patosidad.

Al entrar en la cocina, veo a alguien de pie mirando por la ventana. Pego un grito ahogado, y se gira.

Cojo lo primero que veo (una fregona que hay al lado de la puerta) -¿Quiquién eres? -Digo con voz temblorosa mientras voy dando pasos para atrás y con la fregona por delante como modo de defensa.

-¿Adel? -Dice esa voz tan bonita. Ya sé perfectamente de quién se trata.

Dejo la fregona donde estaba y me acerco. -Qué susto me habías dado. ¿Qué haces despierto, Axel?

-Lo mismo debería preguntar yo, ¿no crees?

-Sí. -Respondo cansada. -No podía dormir y bajé a por un vaso de agua.

Me mira con cara entusiasmada. -¡Anda! ¡Igual que yo!

-Sí... Genial... -Nótese la ironía.

-¿Te pasa algo? -Me mira extrañado.

-No... Axel... -Resoplo. -Simplemente me parece extraño que estés aquí.

-¿Por Trey? -Asiento. -Nunca me dijiste que tenías pareja. Lo del beso fue...

-Déjalo. -Interrumpo. -De todas formas, en ese momento Trey y yo no estábamos juntos.

-¿Ah no? ¿Entonces aún nos podíamos haber casado? -Dice en tono vacilón.

Me río. -Qué tonto eres. -Voy a salir de la cocina pero me coge del brazo.

-¿A dóóóónde vas? -Me sonríe. -Tu marquita y la mía están destinadas, recuerda. -Me miro el brazo. Ya no me acordaba de la marca.

-¿Qué pasa aquí? -Una voz masculina se oye justo en la puerta. Era Trey medio dormido, despeinado, y de brazos cruzados.

Oh, oh.

Axel me suelta rápidamente y respondemos al unísono -Nada.

Nota de la autora: Siento haber tardado tanto en escribir, pero estoy en mi último año de instituto y no tengo ni tiempo ni inspiración. Haré lo que pueda para actualizar pronto, lo siento:(

Sin batería #Parte1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora