Cap. 1-Te puedes sentar conmigo

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16 de Septiembre 2015

Cual noche de insomnio la que nos quedábamos los dos mirándonos en la oscuridad, mientras nos acariciábamos el alma.

Tu corazón en mi oído, yo sobre tu pecho.

Bonito el recuerdo de recordar. Ya casi no sabía lo que era. Ha pasado tanto tiempo que pensé que ya ni existía la palabra amor.

Dos años justo desde que te marchaste. Desde que prendiste camino hacia otro amanecer.

¿Por qué se me viene hoy todo esto a la mente? Gracias a tu carta, supongo.

Hoy he hecho limpieza en mi armario, he encontrado un par de sudaderas tuyas, unos pantalones y tu despedida. Aún huele a ti.

Hola, no sé como empezar. Siempre es difícil despedirse, por eso no lo quería hacer en persona. Una carta puede ser algo más que raro, pero creo que me voy a expresar mejor escribiendo. No sé si ir directamente al grano, o primero decirte todo lo que te quiero, que aunque ya lo sabes me gustaría recordártelo para que nunca se te olvide. Eres lo más bonito que he visto en mucho tiempo. No quiero olvidarme de tus grandes ojos color café, pero tu sonrisa, tu estúpida sonrisa me vuelve loco. No sé que haré fuera sin ti. La verdad es que sí se me está haciendo complicado. Digo fuera porque me voy, y no puedes venir. No me busques ni intentes sacar el por qué, porque no lo hay. Simplemente tengo que irme lejos, y no creo que vuelva. Te quiero tanto que pensaré en ti cada noche, aparecerás en cada sueño. Jamás pensé que pudiera amar a nadie como te amo a ti, cielo.

-T

Repito, bonito el recuerdo de recordar. En cuanto te fuiste te quise olvidar para no sufrir. Me costó pero lo conseguí. Lo pasé mal, muy mal. No te quiero mentir, en todo este tiempo ha habido chicos ocupando tu puesto, al igual que en el mío. Sigo sin explicarme porqué te fuiste, pero no quiero darle vueltas.

05 de Marzo 2012

Buenos días por la mañana. Hay instituto y tengo miedo. Tengo examen de Inglés a primera hora. La verdad es que este tema le llevo fatal. Me he levantado antes para repasar, y consultar algunas dudas por internet.

De camino voy memorizando vocabulario, es muy importante para una redacción.

Todos en la puerta fumando antes de entrar, no lo entiendo. Como si eso les calmara o algo, lo único que hace es perjudicar.

Entro en clase, vamos allá. Qué raro, aún no ha venido mi compañera, con lo puntual que es siempre.

Llaman a la puerta, y mi profesora se dispone a abrir.

-Coge sitio al lado de esa señorita, supongo que tú serás el alumno nuevo.

Uy no, a mi lado no, que siempre me tocan frikis, aunque bueno, este no tiene mala pinta, lo mismo es majo y todo.

-Hola.-Saludé

No hubo respuesta. Tenía la mirada perdida. Que chico más estúpido, ni me saludaba.

Me dispuse a hacer mi examen con máxima concentración. No tenía ni idea de la mitad, y solo quedaban quince minutos. Como volviera a suspender, me internarían.

De repente veo que este chico me pasa un papel. Era justo las respuestas de lo que me faltaba. Al final si que iba a ser simpático, aunque un poco raro, para que engañarnos.

Sonó el timbre del recreo. Salí a la puerta. Allí estaba el chico. Venga voy a preguntarle como se llama, el porque ha venido a mitad de curso y haber si con suerte me contesta algo.

-Hola, soy tu compañera, Adel. ¿Tú eras..?

El chico echó la vista hacia abajo, por un momento pensé que me iba a dejar sola.

Sin batería #Parte1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora