Con mi hermana pasamos la noche en el departamento de Hutch junto con Adam ya que eran alrededor de las 6 cuando llegamos y estábamos muy cansadas, desayunamos, nos bañamos y Hutch fue a comprarnos ropa ya que la nuestra estaba muy sucia llena de sangre, mugre y para colmo rota.
-¿Delia ya estas lista? –Le grité a mi hermana desde el otro lado de la puerta del baño-
-Aguarda un poco, ya casi estoy lista –Contestó. Era su turno en el baño y según yo se estaba tardando-
-Mi amor tranquila aun ni llega a los 30 minutos y la estas apurando –Dijo Adam en mi oído mientras abrazaba mi abdomen-
-Listo ya terminé –Oí la voz de mi hermana la cual había salido al fin del baño, ya vestida con la ropa que compró Hutch y la toalla envolviendo su pelo, era la primera vez después de tanto tiempo, que la veía tan limpia, tan natural, ella solía maquillarse demasiado, lo cual siempre me molestó, sentía que arruinaba su hermosa carita- Eh... hermana ¿estás ahí? Hola... -Sacudió su mano frente a mi cara-
-Eh... si, ¿Qué?
-Bueno Delia es hora de irlas a dejar –Dijo Adam con una sonrisa interrumpiendo mi estúpida reacción-Dicho eso subimos todos al auto, esta vez conducía Adam ya que Hutch tuvo cosas que hacer, no sé exactamente qué, pero se fue justo después de dejarnos la ropa aunque sinceramente me tenía sin cuidado lo que hiciese Hutch cuando no estaba con nosotros.
Después de unos minutos llegamos a casa. No quería que Adam entrase y viese todo el desastre en el que vivía, que viese a mi madre tirada de borracha en el suelo y que esta le dijera un par de cosas horribles para que el me dejase. Pero no pude lograr que se fuera por lo que nos esperó afuera por si algo malo pasaba. Delia y yo entramos, Efectivamente la casa estaba tal y como la había dejado, todo desordenado, sucio y algunas cosas rotas, escuchamos el llanto de mi madre, me sorprendía que aun siguiera en la cocina. Entramos a esta y ahí estaba ella, pero no estaba sola, había un hombre agachado frente a ella hablándole.
-¿M-mamá? –Pregunto Delia con los ojos brillosos, entonces el hombre se volteó dándonos así la oportunidad de reconocerlo-
-¿P-papá? –Dije sorprendida, Delia era pequeña cuando él se fue por lo que no lo recuerda tan bien como yo-
-E-el es nuestro... -Dijo delia aun sin creerlo-
-¿Qué haces aquí? –Le pregunté con el ceño fruncido, él era el culpable de todo esto, que demonios hacia aqui-
-Y-yo... tu madre me... me llamó, me dijo que no llegaron a casa, que se escaparon y que estaba preocupada, vine a ayudarla –Dijo aquel hombre que vestía un elegante traje, tenía cabello negro peinado hacia atrás-
-¿Ayudar?, después de 5 años te apareces ¿con la intención de ayudarnos?, mira como esta todo... mira como esta mi mamá –Dije molesta casi gritando, mi hermana estaba llorando, pero como no hacerlo en una situación así-
-_(tn) no le hables a tu padre así –Dijo mi madre aun en el suelo, casi en un susurro- El solo...
-El solo que mamá, ¡a ver como lo defiendes ahora!, el te tiene así –Continué mirándolo fijamente a los ojos- mientras todas nos esforzábamos por salir adelante, mientras tu trabajabas para mantenernos a las tres el donde estaba el ¿eh?, Donde mamá ¡Donde!
-Manteniéndonos... -Dijo mi madre, casi inaudible-
-Qué cosa mamá... ¡Habla más alto que no te entiendo! –Respondí-
-¡Manteniéndonos! –Me gritó- Él estaba manteniéndonos
-¿Qué? –Dijo al fin mi hermana-
-De que estas hablando mamá
-Margaret... que mentiras les contaste a nuestras hijas –Continuó el hombre con una expresión de dolor y enojo a la vez-
-¿A-acaso no ibas tu todos los días a vender revistas... para mantenernos a mi hermana y a mí?-Dijo mi hermana mirándola con dolor-
-¡¿Qué hacías todas las tardes mamá?! –Seguí yo al notar que mi madre no respondía, unas lágrimas comenzaron a brotar-
-Lo observaba... -Respondió finalmente- todas las tardes me sentaba afuera del trabajo de su padre a observarlo... a ver lo feliz que era sin mí, para así recordarme día a día que estaba sola
-¿Sola?, ¿y qué pasa con nosotras? ¡Que significamos nosotras para ti! –Gritó mi hermana en un mar de llanto-
-No puedo creer que nos hallas mentido de esa forma –Dije apretando mis puños- Estuve todos estos años trabajando como esclava haciendo todos los deberes de la casa, pensando en mi pobre madre que debía romperse la espalda trabajando para nosotras y ahora resulta que pasaste ¡¿cinco años sentada en un banco mirando fuera de una oficina como el hombre que te dejo era feliz?!
-Hijas... -Dijo el Hombre- Yo.. –No pudo seguir ya que Delia se había arrojado a sus brazos-
-Papá –dijo delia hundiendo su cabeza en el pecho de aquel hombre- Que bueno que estés aquí
-No lo toques Delia, esto no explica como... después de tanto nunca trataste de buscarnos, de vernos, de salvarnos –desvié la mirada hacia mi madre para luego devolverla hacia él- A ver cuál es tu excusa ahora
-Yo no tengo... no estuve y lo lamento, nunca pensé que pasaría algo así, creí que...
-¿Lo ves Delia?, es el mismo hombre malo del que nos habló mamá... y tú te atreves a abrasarlo
-_(tn)... -Continuó delia aun sin soltarlo-
-Nada Delia, nada –Seguí- Este hombre es un... es... es...
-Es nuestro padre –Me interrumpió- No puedes odiarlo, él nos dio la vida
-Nos dio la espalda
-Hija por favor –Dijo acercándose a mí-
-No me toques –Dije con un hilo de voz- No te acerques -No lo pensé dos veces y me eche a correr, salí de la casa, fuera estaba Adam apoyado en el auto, al verme me abrazó casi de inmediato- Vamonos-
-_(tn) pero que pasó
-Solo vámonos... ahora –Dije para finalmente subirme en el asiento del copiloto, Adam se sentó en el del conductor y encendió el auto, el cual partió justo a tiempo ya que mi padre no tardó en aparecer, por suerte ya estábamos lo suficientemente lejos, me sentía como la mi*rda, todo había pasado tan de repente, no me podía creer todo esto, todas estas mentiras...-
-Me dirás que fue lo que pasó –Preguntó Adam, no había hablado durante todo el camino-
-No es nada, n-no te preocupes
-¿ nada?, tu no lloras por nada _(tn), ¿podrías decirme por favor que sucede?
-No son problemas tuyos
-Si lo son, eres mi novia... lo que te pase me importa –Detuvo el auto y me miró- tus problemas son mis problemas
-Mi... mi padre volvió –Dije agachando mi cabeza- y no sé qué hacer con eso
-Amor... -Dijo Adam para luego acariciar mi cabeza-
-Mi madre aparentó todos estos años y mi padre nunca apareció, no sé quiénes son... no conozco a nadie en verdad, no tengo a nadie
-Me tienes a mí –Dijo Adam tomando mi barbilla y levantando mi cabeza para que pudiera mirar esos hermosos ojos verdes- Y yo nunca te dejare-¿Lo prometes?
-lo prometo –Dijo finalmente para luego juntar sus labios con los míos en un dulce beso esto era lo que necesitaba para estar mejor, un beso y unas bellas palabras de la única que persona que no me a decepcionado-
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Peligrosamente Enamorada ~Adam Hicks y tu~
RomanceNadie pensaría que en un robo puedes conocer el amor , en el especial si te enamoras del ladrón. La vida de esta chica no es nada fácil pero un bello pero peligroso muchacho llega para cambiar eso, pero... ¿sera positivo el cambio? y ella ¿lograra...