Capítulo 44: Adam suéltalo

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-No gracias -Dije con orgullo que ni crea que me verá como una damisela en peligro, puedo valerme por mi misma, no lo necesito en lo absoluto-
-¿Estas segura? -rió-
-Claro que lo estoy -seguí simulando seguridad- yo puedo sola no necesito que me cuiden, mucho menos tu.

Dicho eso le di la espalda a Adam y tras un gran suspiro abrí la puerta y entre a la sala de castigo.
Una vez dentro sentí el deseo de volver, habían ocho personas ahí dentro, un grupo de tres chicos en la esquina de atrás, una chica y dos chicos junto a la puerta un chico solitario sentado junto a la ventana el cual actuaba con indiferencia y una chica sentada en la mesa de uno de los pupitres viendo su celular con una mano y jugando con una navaja con la otra. Al momento de entrar todos voltearon a verme causando que los colores subieran a mi cara, todos tenían una mirada intimidante, no negaré que tenia miedo, se rumorea cosas muy malas de las personas que frecuentan la sala de castigo.

-Ho chicos miren... carne fresca -dijo la chica de mechas azules bajándose del pupitre y caminando en mi dirección desviando la mirada del celular aún con la navaja en su mano-
-No sabia que ahora a las frecitas las mandaban aquí -siguió la otra chica mascando exageradamente el chicle de su boca (la cual tenia el cabello castaño claro con las puntas rosadas) alejándose del par de chicos para ponerse junto a la primera chica.
-Demonios pero que buena estas -dijo uno de los chicos que antes se encontraba con la chica el cual se hallaba fumandose un cigarro, caminando junto al castaño que lo acompañaba-
-¿primor que a caso no sabes hablar? -Siguió el castaño acariciando mi mejilla mientras me miraba de pies a cabeza para luego posicionar su mano detrás de mí nuca tomando mi cabello y tirando un poco de él-

Yo no decía absolutamente nada, estaba muy nerviosa, sinceramente.... estaba asustada

-¿Quien rayos eres? -siguió la chica se mechas azules tomándome del brazo- ¡Dan informame! -Grito la chica al ver que no respondía, lo que provocó que el chico rubio y pecoso del grupo de atrás comenzara a hablar-
-_(Tn) Smith, 16 años... aunque no por mucho, no tiene la mejores notas de la escuela pero está en el grupo de los destacados, servicial, actualmente ayuda al equipo de fútbol de nuestra escuela, ex novia de Adam Hicks, amiga del misterioso Chase.-hablaba con naturalidad aquel chico dejándome perpleja ¿como sabe todo eso de mi?-
-¿C-como sabes todo eso? -pregunté sin creerlo, el chico sólo esbozo una sonrisa-
-Causa del castigo -siguió la chica de mechas azules-
-La castigaron por encerrarse en el armario del conserje con Adam... ustedes ya se imaginarán que pasó ahí -rió haciendo un movimiento de cejas provocando la risa del grupo que me rodeaba el cual comenzó a soltarme de su agarre-
-No pasó nada ahí -dije firme sin pensarlo-
-por desgracia -oí una voz a mis espaldas-
-¿que haces tu aquí? -Pregunté girandome para mirar a Adam- ¿No se supone que te ibas a tu casa?
-Me arrepentí -Siguió con una sonrisa posicionando su brazo sobre mis hombros-
-A Adam... -Dijo la chica de mechas azules que antes Lucía tan segura ahora tomando distancia, todos comenzaron a alejarse con algo de temor no entendía cual era el gran temor que le tenían a Adam, no era tan intimidante, o al menos para mi no lo era, quizás porque sabía que el nunca me haría daño-
-te juro que no le tocamos ni un pelo -siguió el castaño bajando la mirada, Adam volteo a mirarme como si esperara que le confirmará lo que el chico acababa de decir, yo me quedé en silencio sin saber que decir, por lo que Adam volvió a ver al chico con el ceño fruncido- no te toque, ¡dile que no te toque! -siguió el chico con desesperación-
-No te atrevas a gritarle -dijo Adam apretando la mandíbula, quitando su brazo de mis hombros, sujetando al chico del cuello y comenzado a estrangularlo-
-Adam por favor no -suplicó la castaña cubriendo su boca con sus manos-
-Adam suéltalo -dije sería en su dirección al notar que la cara del chico estaba roja-
-N-no res... no respiro -dijo éste con dificultad
-No creas que no te vi David -Siguió Adam con es ceño fruncido- Maldito infeliz...
-¿que no van a ayudarlo? -dije mirando al resto de las personas que se hallaban ahí, los cuales miraban con preocupación sin hacer nada al respecto- Adam te digo que lo sueltes, no me hizo nada
-No mientas para defenderlo -la cara del chico comenzaba a ponerse morada-
-Adam no seas idiota y suéltalo -no lo soltaba- ¡Adam!- en ese momento Adam lo soltó y el chico calló al suelo y comenzó a respirar con dificultad-

Los demás me miraban con sorpresa. En ese momento entró el profesor encargado del castigo

-Mike apaga eso o te daré otro día de castigo -dijo el profesor al chico del cigarro el cual lo apago en uno de los pupitres dejando una marca en él- David que te ocurre -le pregunto al chico castaño, el cual ya se estaba poniendo de pie y estaba recobrando su color natural-
-N-no paso nada, solo me caí -Mintió el castaño-
-Vaya al parecer Adam volvió -siguió el profesor mirando a adam- y trajo a una amiga -me miró- bien ya sientense y piensen en lo mal que se han portado -Dicho eso todos fuimos a sentarnos a los pupitres, mientras el profesor se sentaba en su escritorio y comenzaba a leer una revista-

El castigo se paso lento, solo nos quedamos ahí sentados mirando la pizarra vacía que se hallaba a las espaldas del profesor.
Una vez terminado el castigo todos nos fuimos, camine velozmente para evitar encontrarme con Adam lo cual funcionó.
Al llegar a mi casa para mi Buena suerte sólo estaba mi hermana, al parecer mi padre fue a un viaje de negocios y su novia y Max fueron con él, cené junto con mi hermana y se me paso el tiempo viendo una película por lo que me dormí tarde.

-_(tn) despierta o llegaras tarde -oí la voz de mi hermana interrumpiendo mi hermoso sueño, entonces logré sentir como una almohada golpeaba mi rostro-
-Delia que ocurre -dije abriendo lentamente mis ojos, ya era de mañana, debía ir a la escuela -tengo sueño
-No seas floja y levántate hay que alistarse

Dicho eso me levante desanimada y fui a darme una relajante ducha de agua tibia, luego comencé a vestirme y a arreglarme para luego bajar a desayunar con mi hermana la cual ya estaba lista

-¿Mi padre nos dejó dinero para el taxi? -pregunté para luego darle una mordida a mi tostada-
--Claro, esta en el velador -respondió mi hermana - aunque...
-¿que ocurre?
-Melissa se ofreció a llevarme hoy a la escuela así que... al parecer no nos iremos juntas
-abandonadora -Dije con fingido dolor provocando la risa de mi hermana-
-Sabes que te quiero... -dijo ésta tras abrazarme-

Dicho eso acabamos con nuestro desayuno, noz lavamos los dientes, Melissa paso a buscar a mi hermana y yo fui al parardero a esperar un taxi, en ese momento un auto rojo se detuvo junto a mi

-¿Quieres hacer algo divertido?

Me sorprjendí al ver al chico del hospital al volante de aquel auto

-¿Hugo? -Dije sin creerlo-
-Hola mujercita curiosa -Dijo este con una sonrisa- ¿Y bien?... ¿Quieres que te lleve?

Peligrosamente Enamorada ~Adam Hicks y tu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora