Capitulo 22: la Gran verdad

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PERO QUE HACIA ADAM EN ESE CUADRO, no lograba entender nada, eran familia o amigos o socios... realmente no sabía en qué pensar, me quede paralizada viendo ese cuadro.

-¿Qué crees que haces aquí? –Escuche una voz a mis espaldas, el corazón se me detuvo, sabía quién era, conocía su voz a la perfección-
-Adam... -Dije en un hilo de voz mientras veía a Adam atravesar la cortina que allí había, con un fajo de dinero en su mano izquierda-
-Es peligroso _(tn) –Dijo mientras se acercaba a mí- no deberías de estar aquí –continuo intentando acariciar mi cara pero no se lo permití-
-Dime cuál es tu relación con ese sujeto –Dije desviando la mirada-
-¿Qué sujeto?
-Ese sujeto –Dije apuntando el cuadro en el suelo- ¿Y bien? –Dije cruzándome de brazos pasando mi mirada a sus ojos-
-_(tn)... y-yo puedo... puedo explicarlo –Dijo nervioso, con cara de preocupación- pero prométeme que no me dejaras –Dijo Adam con una expresión de dolor, no entendía lo que pasaba, ¿porque me decía eso?, ya estaba comenzando a preocuparme-
-A-Adam yo... -Estaba a punto de responderle cuando escuchamos unos murmullos, las pisadas de unos hombres que aparentemente estaban en las escaleras, y una voz clara que decía "Juraría haber escuchado algo en la sala de juegos del Jefe"-

Adam me miro preocupado entonces tomo mi mano y me arrastro hacia el otro lado de la cortina donde se encontraba una habitación realmente grande, con cama matrimonial, yacusi, muchas cómodas, mueves, estanterías, alfombras, sofás, etc. Adam me llevo hacia un armario en donde entramos a ocultarnos, no tardaron en aparecer tres grandes guardias, de inmediato presione con fuerza mi boca con mis manos para que mi agitada respiración no se oyese, Adam rodeo mi hombro con su brazo para que así me calmase, ayudo... pero no de mucho, mirábamos por la línea que se formaba entre ambas puertas cerradas del armario, los hombres comenzaron a inspeccionar todo el lugar.

-te juro que oí algo –Dijo uno de los hombres mientras revisaba detrás de las cortinas-
-Pues yo no veo nada –Dijo un segundo hombre mientras se levantaba del suelo después de revisar bajo la cama—Oigan, encontré esto –Dijo el tercer hombre atravesando la cortina con algo en la mano-
-Que es eso
-Un collar con un dije de corazón –Dijo aquel que tenía el collar, de inmediato toque mi cuello, si efectivamente, era mío, me lo había dado mi madre cuando tenía 12 años cuando aún estaba con mi padre, cuando éramos una familia, era muy especial para mí, era por el momento el único recuerdo de cuando mi madre estaba cuerda, en ese momento sentí a Adam tensarse, él sabía que el collar era importante para mí-
-Aguarden... -Dijo el primer hombre para mirar hacia todos lados con seriedad y posar su vista fija hacia el armario en donde nos hallábamos, sin pensarlo dos veces comenzó a caminar en nuestra dirección, lentamente puso sus manos sobre las manijas de las puertas de este, escondí mi rostro en el pecho de Adam mientras unas lágrimas caían libres por mis mejillas... Era nuestro fin.

-¡Hey!, encontramos algo en el ante jardín –Dijo un cuarto hombre atravesando la cortina, todos salieron exepto aquel que estaba al otro lado de las puertas del armario- es urgente, que esperas –Lo retó, este dio un suspiro y soltó finalmente las manijas para irse junto con aquel castaño que no había ido a buscar dejando así al fin la habitación desolada-

Solté un suspiro ahogado, temblé un poco, entonces Adam me abrazo con más fuerza y masajeo mi espalda mientras besaba mi cálida y a la vez húmeda mejilla.

-Ven, Tenemos que irnos –Dijo Adam en un susurro para luego abrir el armario y salir de este conmigo tomada de la mano-

Comenzó a caminar con cuidado, asomándose en cada puerta, conmigo de la mano, salimos de la habitación y bajamos sigilosamente por la escalera, mirábamos con mucha atención cada movimiento de los hombres que allí se hallaban para buscar el momento indicado para pasar, logramos burlar a un par de hombres, ya estábamos a punto de cruzar la puerta trasera de la casa cuando...

-¿Que creen que hacen? –Escuchamos una voz a nuestras espaldas, de inmediato tratamos de salir corriendo pero un hombre musculoso con lentes oscuros nos detuvo sujetándonos, al voltearnos logramos ver a aquel hombre canoso del que tanto huíamos de brazos cruzados junto a dos de sus hombres, al ver a Adam su sonrisa se borró una vez más- Tráiganlo –Dijo serio entontes uno de los hombres que estaba junto a él se acercó a Adam y tomándolo de los hombros lo acercó a su jefe- Alguna vez te han dicho que no se le roba a tu padre –Dijo arrancando el dinero de su mano-
-P-padre... -Dije atónita, sin creerlo-
-No me digas que no lo sabias –Dijo el hombre con una sonrisa- ahora que lo recuerdo Adam nunca tuvo la amabilidad de presentarnos... -entonces comenzó a caminar en mi dirección, de inmediato Adam trato de soltarse pero el hombre que lo sujetaba no lo permitió- Me presento, Yo soy El señor Damián Gregory Hicks –Dijo besando mi mano, yo me tense y quite rápidamente mi mano- al parecer ahora soy tu suegro, ¿Cuál es tu nombre jovencita? –Evite mirarlo a los ojos debido al odio que le tenía a ese hombre, volteé a ver a Adam el cual forcejeaba por liberarse tenía una mirada de dolor, como si se estuviera tratando de disculpar con la mirada, pero claro no lo perdonaría por nada en el mundo- TE ESTOY HABLANDO –Gritó el padre de Adam mientras tomaba mi cara y la enderezaba obligándome a verlo-
-¡Ya suéltala! –Grito Adam aun sin poder liberarse-
-SOLO LE ESTOY HACIENDO UNA PREGUNTA –Siguió el hombre con enojo, aun sin soltar mi cara, apretando con más fuerza- ES ALGO MUY SIMPLE, ¡CUAL!, ¡ES!, ¡TU!, ¡NOMBRE!
-¡_(TN)!, ¡ME LLAMO _(TN)! –Grite en el mismo tono de voz que él liberando mi rostro, este me miro con enojo entonces logre ver como su brazo derecho tomaba impulso para luego proporcionarme una fuerte y sonora cachetada que hiso que callera al piso-
-¡_(TN)! –Logre oír a Adam gritar- ¡PERO QUE DEMONIOS TE OCURRE! ¡Suéltenme! Por favor... _(tn)... _(tn) amor estas bien –siguió con voz temblorosa, levante la mitad de mi cuerpo resistiendo el peso con ambas manos, dirigí mi mirada hacia el hombre responsable del doloroso ardor en mi mejilla y la sangre que corría libre de mi labio ahora roto-
-Eres un maldito –Escupí con odio- Y tu... -Dije mirando a Adam- Un cobarde y mentiroso –En ese momento Adam dejó de luchar para luego bajar la mirada-
-¿un cobarde? –Siguió el hombre con sarcasmo, agachándose de manera que quedaba a mi altura- pero si es tu amado novio... ¿o acaso ya no lo es?
-Padre ya detente –Dijo Adam aun sin levantar la mirada- deja de empeorarlo
-¿Empeorarlo? –Dijo el padre de Adam con una risa falsa- peor que esto no puede estar, ella ahora te odia... -Volteó a mirarlo, yo solo tenía la mirada perdida en el suelo, esto no podía ser peor, entonces unas lágrimas comenzaron a caer libres por mi rostro- ya quiero ver como se pondrá cuando sepa que fuiste tú el que me dijo en dónde encontrar a su hermana –Dijo finalmente poniéndose de pie-
-¡¿Qué tu qué?! –Dije aún más sorprendida levantando la mirada volteando a ver a Adam, el cual me miraba con preocupación, me equivoqué... si pudo ser peor-.

Peligrosamente Enamorada ~Adam Hicks y tu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora