Capitulo 74: La Vida Sigue.

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-¿T-tu me escribiste? -Pregunté -.
-¿A caso ves a alguien más aquí esperándote? - dijo Anthony mirandome con una ceja alzada apoyado en su auto afuera de mi casa-.
-¿Cómo conseguiste mi número? - me acerque, el se enderezó, inclinó un poco su cabeza para poder verme mejor ya que el era más alto que yo-.
-Se lo pedí a tu amiga la pelirroja en el bedro ese día que te hiciste pasar por la novia de Hugo - abrió la puerta del copiloto y me miró- entra al auto.
-No entiendo que está pasando - lo miré con desconfianza-.
-sólo quiero hablar contigo.
-Si quieres hablar podemos hablar aquí afuera - él bufó-.
-No me digas que tienes miedo de mi - se burló-.
-Yo no te tengo miedo - Dije firme, acercándome al auto-.
-pruebalo -me dedico una mirada desafiante, entonces subí, él rodeo el vehículo y se sentó frente al volante- Sabes... Tener miedo no es algo malo, hacer cualquier cosa por probar tu valor si - aceleró y condujo por la ciudad a quien sabe donde-.

Estaba impaciente, nunca nos hemos llevado con Anthony por lo que era como ir con un desconocido en un auto, por lo que no dije nada hasta que el auto se detuvo.

-¿Dónde estamos? - Pregunté mirando el lugar-.
-Es la prisión de las vegas, bueno una de ellas.
-¿Y porqué me trajiste aquí?
-Es mi forma de darte las gracias por cubrirnos a Hugo y a mi - Lo mire confusa- Ash! - rodó los ojos- olvidé lo tonta que eras -Lo miré con cara de pocos amigos- Hugo me dijo que habías estado preguntando por la prisión en la que se encuentra el padre de Adam, yo le hablé a gente que conozco y lo encontré, es acá.

Miré sorprendida, estábamos en el estacionamiento, que por cierto era muy grande, todo estaba lleno de árboles, pasto y arbustos, pero al ver un poco más haya pude ver unos policías saliendo de un lugar.

-Es un lugar muy bonito para un hombre como él - dije mirando con mala cara el lugar-.
-Así es para la gente con dinero - dijo el chico sin mirarme-.

Me bajé del vehículo, cerré la puerta, respiré profundamente, luego volví a asomarme por la ventana del auto.

-Gracias Anthony - le dedique una dulce sonrisa- ésto es en verdad algo muy importante para mí.
-Si, si como sea, te esperaré aquí afuera tan sólo media hora, si te tardas más me iré.

Camine hasta la entrada del lugar, y hable con el guardia en recepción.

-Hola buenas tardes - sonreí- Vengo a ver a Damián Hicks.
-Umm deje ver - comenzó a ver algo en su computador- Si, el está aquí, ¿y usted es?
-_(Tn) Smith
-Digo, su parentesco con el preso, solo puede recibir visita de familia.
-Bueno, yo no soy exactamente familia...
-Entonces no puede verlo.
-Emm, es que su hijo y yo aún no nos casamos, verá soy su nuera - dije para que me dejara entrar, pero al momento de decirlo sentí un dolor en mi pecho-.
-¿Como se llama él?
-Adam Hicks.
-Espere, verificaré los datos - miró en su computadora una vez más- Es correcto, esperé aquí unos minutos y otro oficial vendrá por usted y la llevará a la sala de visitas.
-De acuerdo, muchas gracias.

Esperé unos minutos, luego unos guardias entraron a registrarme para luego llevarme a una sala que estaba separada por una serie de cabinas, unas junto a otras, tenían una silla, una mesa y un cristal que los separaba del otro lado. Por un lado estábamos las vicitas y en el otro lado se encontraban los reos.

Me dirigieron a la tercera cabina, me senté mirando el cristal, al otro lado estaba él, el padre de Adam, Damián Hicks, estaba algo despeinado, una barba amenazaba por salir, se veía distinto, cansado, lo miré unos segundos, el me sonreía desde el otro lado del cristal, respiré profundamente para luego descolgar el teléfono junto a mi, el imitó mi acción, podía escuchar su respiración desde el teléfono, pronto un recuerdo se apoderó de mi cabeza.

Peligrosamente Enamorada ~Adam Hicks y tu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora