Maquiavélico

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Esta mañana inició como cualquier día, me bañé, me cambié y me fui hacia el colegio.

Mamá se había encargado de irse temprano a su trabajo así que esta vez no tuve que evadir su pregunta de ¿vas a desayunar?

Recibí un mensaje de Jeffrey ¿Paso por ti a tu casa? a ese mensaje respondí un simple no.

Inicié el recorrido hacia el colegio, coloque los audífonos en mis oídos he hice sonar la canción «Loco extraño de Sandoval» estos días tenía ese extraño deseo escuchar música romántica.

Al llegar al colegio en la entrada se encontraba Enrique

—¿Nos vamos ? —pregunto.

—Hola, pues claro —respondi.

—Que hermosa amaneciste —dijo.

—Claro que no —me limite a decir.

Entramos a clase de literatura y la maestra nos dejó un trabajo. El cual consistía en que hiciéramos un ensayo de 700 palabras de lo que pensábamos del libro las ventajas de ser un marginado de Stephen Chbosky.

Ese es uno de mis libros favoritos así que no me costaría demasiado.

Así fue como inicie a realizar mi trabajo, sentía la mirada de Enrique sobre mí así que dirigí mis ojos a él y mis ojos y los de él se encontraron y fue como si cada uno excavara en el alma del otro.

Pude notar que la mirada de Enrique reflejaba el amor por la vida. Me pregunto ¿Que pensará él al ver mi mirada?

Luego de vernos un momento una sonrisa brotó en el rostro de Enrique, en ese momento mi corazón latía a mil por hora.

Era algo realmente inexplicable, así fue como terminé mi ensayo de 700 palabras sobre el libro así que Enrique y yo iniciamos a entablar una conversación

—Y entonces ¿Como estas linda? —pregunto.

—Bien ¿Y tú? —respondi.

—Supongo que bien, pero chica cuéntame de ti, quiero conocerte un poco más, no quiero mentirte así que admito que me pareces bastante linda y si tú me lo permites me gustaría conocerte más a fondo para ver si en un futuro tú y yo podemos tener algo

—No quiero una relación —respondi de prisa.

—Rachell que el destino y el tiempo decidan —sugirio.

—Esta bien.

El timbre sonó y terminó la clase, rápidamente agarre mis cosas y me dirigí hacia mi casillero era hora del receso. Así que saqué mi libro de historia para ya no tener que volver a mi casillero en ese momento me percaté que Jeffrey estaba a mi lado.

—Hola —dijo con una sonrisa.

—¿Vamos a almorzar? —preguntom

—Claro, pero no comeré me siento llena —dije.

—Esta bien —dijo.

—¿Te pasa algo? —pregunte.

—No ¿Y a ti? —pregunto.

—No para nada —respondi.

—Bueno... —dijo cortante.

Jeffrey estaba bastante raro, un poco cortante, no sabía que pasaba pero no importo.

Nos sentamos en el patio abajo de un árbol, el silencio se adueñaba de el lugar ni él ni yo decíamos una sola palabra.

Era un tanto incómodo ya que él y yo hablábamos mucho cuando estábamos juntos. Pero esta vez era diferente su mirada se veía fría este no era mi amigo algo lo había cambiado y yo no sabía el que.

—Jeffrey ¿Te pasa algo? Te noto distante tu mirada se ve apagada cuéntame qué sucedió... Por qué estás así. Este no es el Jeffrey que yo conozco, Este no es mi amigo dime qué te ha hecho tanto daño esta mañana —dije preocupada.

—Tú no conoces nada de mí, no sabes cómo soy de frío, no sabes cómo lastimo a las personas que amo. Alejate Rachell por tu bien es mejor que te vayas de mi vida. Ya no puedo más con tantas cosas ¡Ya no! —dijo.

—Jeffrey dime que pasa —suplique.

—¿Que pasa ? ¡Pasa que extrañó Allison eso pasa! —dijo exaltado. — No sé qué hacer con este amor que tengo en mi corazón el cual le pertenece a ella. He luchado por su amor pero ella cambio, se volvió indecisa. La amo y la extraño la necesito a pesar de todo el daño ella me hacía feliz —dijo casi llorando.

—Así de extraño es el amor —dije.

—¿Amor? Yo ya no creo en eso, el día en el que ella se fue se llevó todas mis ilusiones, mis ganas de amar, esas ganas de sentir —dijo.

—No dejes que un mal amor arruine tu vida recuerda el amor no es una mierda mierda es la persona que te hizo pensar eso —dije dulcemente.

—Desde este momento me volveré frío, ya nada tiene sentido. Ya no quiero sentir amor, ya no quiero enamorarme, quiero dejar mis sentimientos a un lado, quiero poder ser feliz sin estar enamorado.

No quiero darle mi corazón a alguien, no quiero amar porque al hacerlo les doy el poder de destruirme y yo ya me cansé... ¡Ya no voy a sufrir! ¡Ya no lastimaran mi corazón porque ya no tengo uno! —dijo.

En ese momento Jeffrey se fue... Me dolió bastante verlo así pero lo que más me dolió fue esa frase

"La amo y la extraño"

En ese momento pude oír el sonido de mi corazón rompiéndose, las lágrimas rodaban sobre mis mejillas. Sabía que él no me amaba, que no sentía nada por mí porque amaba a otra.

En ese instante saqué mis navajas inicie a pasarlas por mis muñecas.

La sangre empezaba a fluir, me sentía relajada aunque mis lágrimas seguían cayendo. Tenía ya varios días de no cortarme ya que no quería que Jeffrey me viera mis brazos marcados después de haberme pasado unas veces las navajas decidí darle una oportunidad al amor.

Así que pensé en iniciar algo con Enrique Yo sabía que amaba a Jeffrey pero también sabía que lo nuestro era un imposible.

Me salí de las clases y me fui directo al parque. Lo que más necesitaba era la naturaleza para relajarme.

Tome mi reproductor MP3 he hice sonar la canción «Maquiavélico de Canserbero» Inicié mi camino hacia el Parqué mientras en mi mente tarareaba la canción.

Llegué al parqué y me arrecoste en el césped e hice sonar una y otra vez la canción de Canserbero.

No podía parar de llorar, pero ya había tomado una decisión.

La decisión de olvidarme de Jeffrey, me duele en lo más profundo de mi alma pero no podía seguir amándolo. Yo sabía que me iba a costar así que me dije que si no lo lograba callaría este gran amor que siento por él para que él pueda ser feliz con quien ama.

Yo buscaré mi alma gemela en otra parte, todavía me sigo preguntando ¿Cómo es que llegué hasta aquí si yo no creía en el amor?

Pero luego reflexione de la frase.

" Todo está normal hasta que llega alguien y lo cambia todo"

Ese era el caso de Jeffrey. Había llegado a mi vida y había desordenado todo.

Ya era hora de volver a casa, así que tome el camino más corto.

Cuando abrí la puerta de mi casa me di cuenta que mi mamá estaba nuevamente borracha. Así que la deje en el sofá y y subí hacia mi habitación

Revise mis redes sociales, esta ves decidí irme a dormir temprano y así fue como me fui a descansar.

el diario de una chica invisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora