Está mañana amanecí muy mal. Mi cara era un desastre total, mis ojos se veían hinchados y rojos de tanto llorar.
Me levanté y me dirigí hacia mi baño me di una ducha con mucho cuidado ya que las heridas de mis cortadas estaban demasiado frescas.
Me coloqué un pants de algodón para que no lastimara mis heridas y opté por una camisa negra manga larga negra.
Baje al living a esperar a Jeffrey ya que hoy según el vendría a leer algo que yo había escrito en efecto yo había escrito esa carta pero era para el ...
Ya era bastante tarde Jeffrey no aparecía así que me canse de esperar. Subí a mi habitación me cepille mis dientes agarré mi mochila y tome camino hacia el colegio ... a una cuadra me lo encontré
—¡Hey Jeffrey! —Dije.
—Hola nena. Lo siento me agarró la tarde.
—No importa. —Dije mientras le di la carta.
—¿Y esto? —dijo mientras me vio bastante extrañado
—Es para ti.
—Esta bien gracias.
—Leela cuando estés tu solo —Dije en un tono triste.
—Esta bien.
—Bueno me tengo que ir bye —dije mientras seguí mi camino.
No esperé ni siquiera su respuesta. Cuando yo ya iba de camino.
Una extraña sensación me estaba invadiendo pero intenté calmarme.
Al llegar a la entrada de el colegio vi a mi amiga Alejandra. Cuando ella me vio corrió a abrazarme.
—¡Cuñada! —Gritó muy feliz.
—Hola —Dije sin preámbulos.
—¿Que te sucede? Tienes una cara de espanto.
—Gracias —Dije intentando sonreír.
—Rachell ¿Que pasa? me estoy preocupando.
—Vamos al baño. Allá te cuento.
Nos dirigimos al baño cuando ya estábamos ahí inicié a contarle.
—Enrique leyó mis conversaciones con Jeffrey —Dije apenada.
—¡Queee! —Dijo asombrada
—Si...
—¿Y te termino? —Preguntó.
—No pero para que siguiéramos nuestra relación me puso de condición que tengo que alejarme definitivamente de Jeffrey.
—¿Verdad que tu no accediste? —volvió a preguntar.
—Si lo hice acepté, sin renegar.
—Es la mayor estupidez que has cometido en tu vida Rachell. ¿En que mente cave que dejarás ir a la persona que amas por alguien que solamente te gusta?
—Enrique no solamente me gusta también lo quiero.
—Pero tu y yo sabemos que amas a Jeffrey.
—Tienes razón yo a Jeffrey lo amo. Pero lucharé por mi relación.
—Sabes. Tu nunca serás feliz con Enrique porque tu no lo amas. Busca a Jeffrey y confiesale lo que sientes.
—Ya lo hice.
—¡Quee! ¡Santa virgen de los aguacates —Dijo boquiabierta.
—Si hoy lo hice.
—¿Y que te dijo? ¡Mujer ya dime!
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el diario de una chica invisible
RomanceEsta es la historia de 2 jóvenes muy distintos que por arte de el destino se vuelven amigos. Ella, alguien llena de cicatrices y con un pasado que la atormenta. El, alguien solitario y lleno de tristeza. El, por su parte quiere sanar las heridas de...