el diario de una chica invisible

Papel y Lápiz

"En un abrir y cerrar de ojos todo cambio, la niña dulce había desaparecido de nuevo, quien sabe si un día volvería, porque después de tanto daño es imposible que una persona sea la misma"

Esta mañana me desperté con unas inmensas ganas de morir.

Hice mi rutina y luego de terminar decidí acostarme nuevamente a dormir, eso me hizo retroceder unos años, cuando dormía para descansar realmente, no para escapar de la realidad tan perversa que me atacaba.

Eran al rededor de las 11 de la mañana, una voz aguda se asomaba a mi puerta.

—Tía ¿estas ahí? —se escuchó la pequeña voz de mi sobrina Celeste.

—Si preciosa entra —Respondi.

—Tía, ¿Vamos a jugar al parque? —pregunto con su vocecilla.

—Me siento cansada princesa —respondí con desánimo.

—¡Andale tía solo un ratito! —suplico.

Al verla con tantas ganas de jugar termine aceptando.

—Esta bien princesa princesa, solo me arreglare un poco —dije fingiendo una sonrisa.

—¡Siiiiiiii! —dijo la pequeña dando saltitos de la emoción.

Me levante, me observe en el espejo, me hice una cola y me coloque un poco de lápiz negro baje y tomamos camino rumbo al parque.

Al llegar me senté abajo de un árbol, mi sobrina rápidamente hizo una amiga, y juntas se fueron a columpiar, mi sobrina se reía a todo pulmón, estaba disfrutando el momento realmente.

Una extraña sensación se escabulló en mi pecho, intente calmarme y por eso saque una libreta de mi mochila e inicié a escribir.

" Tengo miedo a sentirme sola y vacía de nuevo, mi mente da mil vueltas, me siento perdida en este mundo, es como si hubiera tomado un camino oscuro, un pasaje a un lugar sin retornó, quien sabe si algún día pueda regresar.

Me extraño, extraño a la pequeña sonriente, que mostraba inconscientemente ese hoyuelo en su rostro, el cual aparecía cuando se formaba una sonrisa realmente sincera.

Llegue al punto, donde me pregunto ¿Vale el esfuerzo tanto dolor?

Quien diría que con 16 ya conozco los dolores que te causa la vida, se que nadie dijo que sería fácil pero tampoco dijeron que iba a haber un momento en el que mis fuerzas ya no existieran.

Cuando era una niña de unos 4 o 5 años ya no aguantaba las ganas de crecer y ser una "adolescente".

«Adolecencia» etapa en la que los jóvenes adolecemos de diferentes golpes que nos causa la vida, etapa en la que cuando estamos pequeños morimos por vivir.

Me pregunto que pasaba por nuestra mente cuando pensamos que la adolecencia sería nuestra mejor etapa.

Quisiera volver a aquel tiempo en el que era una chiquilla que no tenia mayor preocupación que hacerle vestidos a mis muñecas, quisiera volver a aquella época en la cual , un golpe era lo mas doloroso que me podía suceder, quisiera regresar a aquellos años cuando las niñas se peleaban pero al rato ya estaban juntas de nuevo, porque podía mas sus ganas de estar juntas que su orgullo.

Que irónico ¿No? Cuando eres pequeño te mueres por crecer, pero hoy que ya has crecido quieres volver atrás , a esa época de verdadera felicidad.
Tengo miedo, me extraño quiero ser la misma de antes, que alguien me de una máquina de el tiempo, necesito regresar a aquel tiempo."

El tiempo paso rápidamente, mi sobrinita había hecho nuevas amigas, pero era hora de volver a casa.

La pequeña y yo nos fuimos a casa, al llegar preparamos un poco de comida y nos sentamos en el sofá a ver la película Alicia en el país de las maravillas.

Mi sobrina estaba muy entretenida, para mi la película no era de mucho agrado así que decidí llamar a mi amiga Alejandra para pasar la tarde con ella.

Mi amiga no tardo en aparecer por mi casa.

Pasamos una tarde muy amena junto a mi amiga.

—Amiga necesitamos hablar, tengo que contarte algo que me esta matando por dentro —dijo Alejandra.

—¿Que cosa nena? —pregunte.

—Tu sabes que quiero demasiado a tu hermano —dijo cabizbaja.

—Me estas preocupando, ¿que sucede? —dije llena de dudas.

—Bueno iniciaré a contarte algo que quizás arruine nuestra amistad de gran manera.

Yo por mi parte solamente asentí esperando que me iniciará a contar.

Bueno desde un tiempo atrás tu hermano y yo hemos tenido algunas diferencias, ya nada es como antes la relación se ha ido enfriando.

Con el paso de el tiempo iniciamos a tener otras ocupaciones, yo por mi parte ignore la monotonía de nuestra relación. Hace aproximadamente 2 semanas tuvimos una discusión extremadamente fuerte, no quise llamarte porque estaba muy enojada, por ende el es tu hermano y supuse que lo apoyarías a el —dijo cautelosamente.

—Amiga, los problemas que tengas tu con mi hermano sin cosas entre ustedes, yo no tengo porque meterme en eso. —dije amablemente.

—No es solo eso. La furia me invadió completamente, llame a unos viejos amigos y amigas del pasado los cuales llevan una vida de rumba. Tu sabes una vida que esta llena de alcohol, drogas y ... Sexo.

—¡Waoo! —dije completamente atónita.

—Esa noche nos fuimos a un bar de mala muerte, no me importaba nada ni nadie en ese momento, solo pensé en sacar el enojo que sentía.

Me tome unos tragos para entrar en ambiente, una llamada de tu hermano entro a mi celular, y eso causo más enojo en mi , no le contesté, y observe a un chico que estaba en una mesa que estaba muy cerca de la nuestra.

Podía sentir la mirada de el chico desnudandome completamente, iniciamos una serie de coqueteos hasta que nos juntamos en la barra, el coqueteo se hizo mas intenso, hasta que el chico inicio a besarme.

—¡Queeeee! —dije exaltada.

—Dejame terminar —suplico.

—Los besos se volvieron mas y mas apasionados, salimos de el bar y el chico me llevo a su casa, y estando en su casa, no me importó nada más ... Ese chico y yo tuvimos sexo.

—¡Maldita perra! ¿Mi hermano ya lo sabe? —dije levantandome de el sofá.

—Si, no pude más con la culpa y se lo dije, se que fue un error pero estoy arrepentida.

—¿Como pudiste? ¡Lastimaste a mi hermano!

—Lo se por eso te pido que me ayudes para que el me perdone —dijo suplicando.

—¡Tu estas loca! No te ayudare ya mucho daño le hiciste, sabes que ¡Vete de mi casa no te quiero ver aquí! ¡Lastimaste a quien amo, en buen plan largate!

—No me hagas esto —dijo llena de lágrimas.

—¡Largate! Yo también puedo ser una perra, y ponerte en tu lugar, así que ¡Vete! Y recuerda esto te lo hiciste tu sola —dije enojada.

Ella rápidamente se puso de pie y se fue.

Inicie a imaginarme el dolor que sentía mi hermano en ese momento, las lágrimas iniciaron a bajar por mis mejillas, este era uno de los momentos que más necesitaba a Jeffrey.

Tome mi laptop e inicie a escribirle.

*En facebook*

Rachell: Hola ¿Como estas?

Jeffrey: Mal ¿Y tu?

En ese momento me preocupe, y decidí dejar mi dolor a un lado por el.

Rachell: ¿Y eso? ¿Que sucede?

Jeffrey: La extraño... Extraño a mi ex.

Mi corazón se paralizó, las lágrimas no las pude contener.

Rachell: Lucha por ella buscala, sean felices y luchen por su amor.

No dije nada mas y me desconecte.

El dolor atormentaba mi mente y mi corazón así que en ese momento tome un lápiz y un papel y tome una de las decisiones más importantes de mi vida...