Narra Kendall McCartney
Kendall me llevaba camino a mi casa. Ya nos habíamos duchado y él me había dado invitado a desayunar en Starbucks.
- Sólo espero que hayan ido a trabajar hoy. -confesé. Hoy era sábado y se supone que trabajaban hasta después de almuerzo.
- No nos descubrirán. -dijo él con intenciones de tranquilizarme.
- Pero sabes que hay que decírselos en algún momento, ¿verdad?
No podíamos guardarlo para siempre, menos si esto iba tan en serio.
- Sólo hay que esperar el momento justo, supongo. Si tus padres me aceptan, supongo que los míos podrían aceptarte. Lo único que mis padres no quieren es que haya un problema entre ambas familias por nuestra, o mejor dicho, mi culpa.Ahora que lo pensaba, tenía razón.
- ¿Sugieres que les digamos hoy? -cuestioné.
Él se alzó de hombros.
- Si crees que es mejor hacerlo ahora, está bien, por mí no hay problema. -dijo seguro.
En ese momento, detuvo el auto donde siempre lo estacionaba.- Bien, quiero hacerlo. -confesé no tan segura de si era la mejor solución.
- ¿Entonces...?
- Estaciona frente a mi casa. -él me miró serio, con cara de "¿Segura?". Yo le asentí- Todo irá bien. Todo ha estado excelente estas semanas, ¿por qué no saldría bien esto? Solo hablaremos con mis padres y ya.
Movió el auto hasta el lugar que le indiqué.
Sólo había un auto en la misma acera, pero no era de mis padres, de seguro era de algún vecino.- ¿Qué crees que pase si dicen que no? -me miró.
- Pues nada cambiará. -le aseguré- Tus padres no me quieren, pero tú estás aquí, ¿no? Te dijeron que no y sigues aquí conmigo. Yo haré lo mismo en caso que digan que no. -sonreí y él igual- ¿Vamos?
- ¿Qué? -abrió los ojos como platos- No, no... Creí que te bajarías primero tú.
- No. Vamos los dos. Necesitamos dar cada uno de nuestra parte para que esto funcione. -me miró y suspiró.
- Bien. Pero antes, dame un beso. -pidió y asentí sonriendo. Me acerqué y lo besé.
Bajamos del auto y nos dimos la mano. Caminamos hasta la puerta y estando allí, toqué el timbre.
Eran alrededor de las 9 a.m. y mis padres entraban a trabajar a las 7:30. Eso nos dejaba con David en casa, pero probablemente no estaba, ya que los sábados salía desde temprano con unos amigos.
Se suponía que la casa estaría vacía a esta hora.
Nadie respondió al llamado del timbre, eso eran buenas noticias.
Empecé a revisar mi mochila para buscar mis llaves.
- Entonces, ¿qué...? -él se detuvo.

ESTÁS LEYENDO
Kendall y Kendall
Teen Fiction[ACTUALMENTE EN EDICIÓN] Kendall es egocéntrico y Kendall es sencilla. Kendall es un idiota y Kendall es lista. Kendall es narcisista y Kendall es humilde. Kendall cree que con un par de ojos verdes y un cuerpo perfecto tiene al mundo en la palma de...