63. "- Estás jodidamente enamorada."

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Amigos y amigas, si alguien no recuerda quién es Lucy, pues les explico:
Ella era la mejor amiga de Kendall, con la que Samuel (el ex de Kendall y el hermano de Robert) la engañó.

Ahora lean❤️ JAJAJA
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Narra Kendall McCartney

Cuando vi a Lucy entrando por la puerta, sentí como las piernas me flaqueaban, ¿qué demonios hacía ella aquí y cómo me había encontrado?

Antes de decir alguna cosa, ya mi rostro estaba húmedo debido a las lágrimas.
Ella me abrazaba y Kendall me miraba sin saber qué hacer.


- Kendall -continuó ella-, de verdad te he estado buscando, tenemos mucho de que... -y antes de que terminara, la empujé y ella me miró extrañada- Kendall...

- Aléjate de mí. -dije amenazante.

- Kendall, sé que estás molesta y yo...

- ¿De verdad? -pregunté sarcástica, fingiendo una sonrisa.


Ella no dijo nada.

- Lo siento...

- ¿De verdad lo sientes? -reí y vi como Kendall se ponía su camisa de vuelta... ¿Por qué se la había quitado?

- Sí... Por eso vine, quiero hablar contigo.

- ¡Pero si yo no quiero hablar! -exclamé- ¡Vete de mi casa! ¡Fuera!

- Kendall, de verdad. -dijo mientras la empujaba hacia la puerta. Me tomó del brazo y Kendall se acercó, haciendo que Lucy me soltara.

   
- ¡No quiero hablar contigo! -exclamé.

- ¡No vine hasta aquí por nada! -gritó de vuelta.

- ¡¿Entonces por qué carajos viniste?! -le grité yo.

- Ey. -dijo Kendall, acercándose a mí y empujándome hacia la cocina- ¿Quieres darnos unos minutos? -le preguntó a Lucy y ella asintió- Sólo no te robes nada más. -murmuró.


Kendall me llevó a la cocina y yo fui a tomar un vaso de agua, con nerviosismo.

- Oye, cálmate. -dijo cerrando la llave del fregadero.

- No me puedo calmar, sabes quién está allí, ¿verdad? -bebí del vaso. Mi mano temblaba.


- Sé que es Lucy... No sabía que ella vendría. -se pasó la mano por el cabello- Ni siquiera sé cómo llegó aquí.

- No quiero saberlo... No quiero ni volverla a ver, dile que se vaya. -le rogué.

- ¿Y si hablas con ella? -ofreció.

- ¡No hablaré con ella! -exclamé- ¡Sus acciones fueron suficientes para demostrar lo que yo valía en su vida! ¡Le valí una mierda, Kendall!

- Pero creo que si vino hasta aquí, ha de ser por algo... Además, está llorando desde que le abrí la puerta.

- Crees mal. -dejé el vaso en el fregadero y él se acercó para abrazarme.

Kendall y KendallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora