Kendall y Kendall

58. "Segurísimo."

Narra Kendall Adams

Al terminar el partido, llevé a Kendall a su casa. Saludé a sus padres, a David y a Haley, que ahora casi siempre estaba en esa casa.

Llegué a casa y, cuando estaba subiendo las escaleras, cuando la voz mamá me detuvo.

- ¿Cómo te fue? -me volteé a verla, estaba al pie de la escalera con una taza de té entre las manos.

- Bien... Ganamos. En una semana es la final. -anuncié.

- Excelente, todos estaremos allí para apoyarte. -sonrió.

- No es necesario, es un juego como cualquier otro. -me alcé de hombros.

     
Por alguna razón, ya no me importaba tanto como antes.

- Oh no, es tu último juego en esa escuela, no faltaremos.

     
Otra vez con eso...

- Ya hablamos de esto.

- Sí, lo sé -dijo sin quitar la sonrisa de su rostro-, pero te conozco tan bien, que sé que aceptarás irte a Los Angeles con tus tíos.

- Te equivocas.

Seguí mi camino a mi habitación y, al llegar, su voz volvió a interrumpirme.

- ¡Es una gran oportunidad, Kendall! ¡Es tu sueño de... De siempre!

- Puede que sea mi sueño, pero ahora tengo otras cosas en mente y son más importantes.

Como Kendall.

Si bien Kendall era uno de mis... Impedimentos para irme, no me molestaba que lo fuera. La amaba y no la dejaría por el fútbol.

- ¿Hablas de Kendall? ¿Cierto? -adivinó- No te quieres ir por ella... -afirmó y solo la miré, sin contestarle- ¿Es por ella, ah? Sabes que el amor nunca es para siempre, ¿verdad? En algún momento se separarán y ya, habrás gastado tiempo útil en tu vida. Y si no aceptas esta propuesta que te hacen por esa chica, te vas a arrepentir.

- No es solo por Kendall...

- ¿Entonces, por qué es? -me retó.

- ¡Si no quiero ir, no iré y se acabó! -exclamé.

- Tu futuro es más importante que ella, Kendall.

- ¡Yo la amo y sé que ella se quedará conmigo! Sé que me ama y si no te gusta, puedes irte a comer mierda. -solté.

- ¡Kendall! -gritó ella.

- ¡Es mi decisión! ¡No es tuya o de cualquier otra persona!

- ¡Es tu oportunidad! Esos señores -dijo más calmada- vinieron desde California para verte jugar, ¿y tú desperdicias la oportunidad... ¡Kendall no te va a amar para siempre! -volvió a gritar- ¡Las personas se cansan, Kendall! Ella se cansará de ti y si no te vas a esa escuela, vas a desaprovechar la más grande oportunidad de llevar tu vida al éxito, vas a desaprovechar las oportunidades de cumplir tus sueños, Kendall.