Kendall y Kendall

1. "-Kendall mi nombre es Kendall."

Bien, intentaré ser breve:

Me cambiaron de instituto a mitad de año. Ahora no tengo ni amigos, ni conocidos cerca. Fin.

Acabó mi primer semestre en aquella escuela de Washington D.C. y resulta que mis padres consiguieron empleos en Seattle, ¡del otro lado del maldito país!

¿Genial, no? Ahora estoy subida en un autobus con destino a mi nuevo instituto hasta que puedan traer mi auto hasta este lugar.

Se imaginarán lo nerviosa que estoy.

El autobus hizo una parada y todas las personas jovenes empezaron a bajar. Miré por una ventana y encontré a mi nuevo instituto. Era enorme. Me bajé y miré a mi alrededor, habían chicos y chicas por todos lados. Caminando, charlando, entrando, lanzandose cosas... Demonios, era demasiada gente.

Caminé hacia la entrada esquivando a un par de chicas que corrían y busqué la oficina del director. No había ni un solo maldito rótulo. Genial. Miré a mi alrededor buscándolo y nada.

- Tu debes ser Kendary. -alguien tocó mi hombro, me volteé y encontré a una chica castaña sonriente- ¿Eres Kendary McCartney?

- Kendall, mi nombre es Kendall. -corregí amablemente. La chica sonrió.

- Disculpa. Mi nombre es Lillian Walker y soy del comité de bienvenida de la escuela. -sonrió nuevamente. Ya veo por qué era de ese comité- ¿Te parece si te muestro la escuela? -asentí- Genial, pero primero debes ir a la oficina del director. Ven conmigo. -empezó a caminar y sus tacones resonaban por todo el lugar. Yo también llevaba tacones, pero no sonaban y no eran tan altos como los suyos.

Me llevó a la oficina y me dijo que esperara, que ella volvería en unos instantes. Me quedé allí sola. Nadie apareció. Ni el bendito director ni una secretaria o una amable conserje. Nadie. Pero me quedé allí, tocando el borde de mi vestido.

La campana sonó. Genial. Llegaría tarde a mi primera clase en todo el semestre.

Al instante la puerta del director se abrió.

- ¿Señorita Kendy McCartney? -preguntó.

- Mi nombre es Kendall. -dije poniéndome de pie y estrechando su mano.

- Oh, mil disculpas. Pase, por favor. -entré y el cerró la puerta atrás de él. Me senté en una de las sillas frente a su escritorio y él se sentó en el escritorio. Tomó un folder que tenía demasiadas hojas y lo abrió- He de decir que me sorprendió su expediente, señorita McCartney. "Primer lugar en 3 ferias científicas nacionales, mejor promedio desde segundo año de secundaria, primer lugar en el festival matemático de Washington D.C. del 2011..." Es usted una señorita muy inteligente. -me miró.

- Gracias. -sonreí tímida.

- Y eso es lo que buscamos para esta escuela, estudiantes con futuro. Y va a ser un honor verla graduarse en un año, señorita McCartney. Dígame, ¿que quiere estudiar en la universidad?

- Aún eso no lo he decidido, pero lo más probable sería...

- Piense en ello. -me interrumpió- Ahora... -se volvió a inclinar hacia su escritorio y me tendió varias cosas, entre ellas mi horario, la llave del candado y el número de mi casillero*, una lista de actividades y una gorra con el logo de la escuela. Miré la gorra, ¿que carajos?

*(N/A: Casillero, taquilla, locker.)

- Esa es para los partidos de futbol americano de la escuela -continuó el director-. Por cierto que el viernes hay uno, no falte.

Eso en vez de sonar como una amable invitación, sonó como una orden. Demonios, y con lo que odio el futbol.

-Venga, la acompañaré a su clase. -ambos nos pusimos de pie y salimos de aquella oficina. El director me acompañó a mi casillero, donde dejé algunas cosas y luego seguimos. Miré mi horario y la primer hora era Historia. Amo la historia.

Llegamos al salón y el director tocó la puerta. La profesora la abrió y habló animadamente con el profesor. Le dijo mis logros del antiguo instituto en Historia y la mujer me miró como si de Dios mismo se tratara.

- Ven acá.-dijo la mujer y colocó sus manos en mis hombros, para empujarme dura, pero gentilmente adentro de la clase. Toda la clase era un cáos. Un completo desastre. Todos hablaban y se movían de sus asientos para hablar con sus amigos. Me sorprendió ver a varios chicos con una misma chaqueta, parecía ser la del equipo de futbol, todos sentados en el fondo de la clase- ¡Clase! -exclamó la mujer a mi lado- ¡Clase! -repitió, pero la ignoraron otra vez- Lo lamento querida, algunas veces son así.

No me sorprendería que cambiara el "algunas veces" por un "siempre".

Luego de varios minutos en la misma situación, la profesora gritó: - ¡Si no se callan ya, todos irán a detención!

Y funcionó.

Todos me miraron y sentí mis mejillas enrojecerse.

- Ella es su nueva compañera -dijo la profesora-, preséntate querida. -dicho esto se volteó y se sentó en la silla de su escritorio. Me volteé y la miré con cara de: "¡¿Que carajos hace allí?! ¡Venga a hablar usted, mierda!" Abrió un periódico y me ignoró.

Me ignoró.

Mis pensamientos de como ahorcar a la profesora hasta que hablara por mi fueron interrumpidos por miles de silbidos. Me volteé y la profesora exclamó: -¡Respeto por favor!

Pervertidos de... suspiré. Cálmate Kendall, cálmate.

- ¿Vas a hablar, muñeca? -preguntó un chico del equipo.

- Soy... soy Kendall McCartney y... -la clase estalló en risas.
Sí, tengo nombre de chico, ¿y?

-Kendall es nombre de chico, preciosa. -escuché de alguna parte, pero no supe de quien era.

- Es mi nombre también y...

- Al menos tienes buen trasero, puedes empezar a enorgullecerte por llevar mi nombre. -miré a todos y no logré ver quien era.

- Bien -dijo la profesora tras el periódico. Al parecer no tenía pensado dar alguna clase hoy-, ¿alguien tiene una pregunta para la señorita McCartney?

Un chico levantó la mano en la segunda fila y lo miré. De inmediato preguntó: -¿Eres familiar de Paul McCartney?

- No. Él... él es británico de todos modos. -respondí lo obvio.

Cuando creí que no habrían más preguntas para mi y podría sentarme en una silla felizmente, otro chico levantó su mano en el fondo de la clase. Lo miré y de inmediato preguntó: - ¿Eres virgen?

Dios mío dame paciencia.

Después de esta pregunta, la campana sonó, salvándome de un muy vergonzoso "sí".

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Cloe Moretz es Kendall McCartney (: