Kendall y Kendall

61. "A tomar aire..."

De alguna manera, me molestaba que él y ella estuviesen juntos. No eran celos. Era un sentimiento raro de traición.

Connor sabía lo que yo detestaba a Amanda...
No era que él no pudiera hablarle, era solo que se sentía feo que tu amigo (¿seguía siendo mi amigo?) fuera amigo de tu... ¿Enemiga? No, Amanda no era mi enemiga, no sabía qué era mía.

Pero no me caía bien y ese era el punto.

- ¿Amanda? -preguntó y asentí- Oh, es que vine a comprarle algo a mi hermana Jamie -alzó la bolsa que tenía en su mano- y me encontré a Amanda comprando cosas para su madre, así que decidí acompañarla porque no tenía nada mejor que hacer. -alzó sus hombros- ¿Por qué?

Se me hacía raro volver a hablar con él, ya que había estado evitándome durante las últimas semanas.

   
- Por nada.

- ¿Qué haces tú aquí? -cambió de tema.

- Estoy buscando un regalo para Kendall.

- Bien... -bajó su rostro- Entonces -continuó con timidez- lo que pasó la vez pasada...

- Fue un error, Connor. Yo... No sé por qué lo hice, solo...

- Sí, bien. Entendido. -sonrió aunque su rostro reflejara tristeza.

   
En ese momento, Amanda salió de la tienda y me miró con desagrado.

- ¿Nos vamos? -dijo ella.

- Sí -dijo Connor mirándome-, nos vamos. -se giró y se fue con la castaña.

Rodé los ojos y seguí en lo que "estaba".

*   *   *   *   *
    
  
   

El día siguiente, ya era lunes y estaba en la entrada del edificio de la escuela. Exactamente en una de las mesas que habían afuera. El domingo (por alguna razón) no pude terminar la tarea de historia, así que esta terminándola en ese momento.

- ¿No terminaste la tarea? -escuché frente a mí. Alcé la mirada y encontré a Chris y a Charlie de la mano.

- No, Charlie, claramente no. -dije señalando las hojas y el libro frente a mí.

- Oye, tranquila. -dijo Chris riendo sonoramente. Yo no reí.

No agregué nada y seguí con la tarea.

- ¿Te pasa algo? -preguntó Chris.

- No.

- ¿De verdad? Porque te ves algo...

- No me pasa nada. -solté y ambos me miraron sorprendidos.

No me gustaba hablar así, menos a ellos. Pero desde el domingo había estado evitando a casi todo el mundo. Seguía pensando en Kendall, en California, en su sueño...
Me dolía, claro, pero no podría demostrar lo que sentía, porque si lo hacía, él no se iría.

Era obvio.

- En serio, Kendall. -dijo Charlie- Nos preocupamos por ti, sabes que puedes confiar en nosotros.

Alcé mi mirada hacia ellos.
Ellos debían saber y ayudarme a todo esto... Al menos Chris, ya que Charlie se iría también. Mierda, las personas que más amaba se irían de mi vida.