Nota: a algunas personas no les aparecía este capítulo completo. Lo reescribí (ya que en Wattpad no se puede "copiar y pegar"), no tiene NINGÚN cambio. Pronto terminaré el capítulo 46. Tengo 6 horas de estar frente a la computadora y no aguanto las manos. TAL VEZ publique. Nada seguro.
Ya pueden seguir leyendo jajaja
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- ¿Ya me puedo quitar esto de los ojos? -pregunté llevándome la mano a la camisa negra que llevaba sobre los ojos- Además creo que esta camisa está sucia.
- No, aún no. -me respondió- Y prefiero no responder eso último.
- ¡Kendall! -me quejé.
- Espera un poco más. -dijo riendo.
Su risa... Dios mío.
Lo podía imaginar riendo... Perfecto.
Podía sentarme en un sofá frente a Kendall y escucharlo reír por el resto de mi vida. De verdad.
Sentí que apagó el auto y oí la puerta abrirse.
- ¿Kendall? -pregunté, pero no hubo respuesta- Kendall... -llamé y oí como la puerta a mi lado se abría.
- Aquí estoy. - escuché su voz. Tomó mi mano y me ayudó a ponerme de pie.
-En serio quiero quitarme esto de los ojos. -confesé.
- Oh, cierto. -rió otra vez y me lo quitó, recibiendo a mi vista con su sonrisa- Lo siento.
Miré a mi alrededor y reconocí el lugar al instante.
- ¿Qué hacemos aquí? -pregunté confundida. Él se acercó a su auto otra vez y sacó las bolsas del restaurante.
- Vamos a cenar.
- ¿Qué? -reí.
- Sí. -me sonrió y cerró la puerta del auto. Me tomó con su mano libre y empezamos a caminar hacia aquel viejo árbol que tanto le gustaba.
Me pregunto por qué tanto amor a este lugar.
Sabía que venía con sus hermanos y son su padre antes, pero sus hermanos y con su padre antes, pero sus hermanos ya son universitarios y su padre y él no tienen una buena relación, entonces, el que le gustara el lugar, era un poco confuso.
Caminamos de la mano y en silencio. Yo mantenía mi sonrisa y creo que él igual. Este momento me resultaba tan... ficticio. Jamás pensé que yo tendría una cita así. Cenando con el chico que le da vueltas a mi mundo, aquí, mirando las luces de la ciudad y el cielo nocturno.
Era perfecto.
Cuando estábamos a unos cuantos metros de llegar, sentí como si mis zapatos se aferraban al suelo. Miré hacia abajo.
No es cierto...
- ¿Qué pasa? -me preguntó él al ver que no avanzaba.
- Mis tacones... Mis tacones se enterraron en la tierra. -confesé avergonzada y él miró mis zapatos. Al instante, empezó a reír- ¡No te rías! -siguió riendo- ¡Ayúdame a salir!
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Kendall y Kendall
Ficção Adolescente[ACTUALMENTE EN EDICIÓN] Kendall es egocéntrico y Kendall es sencilla. Kendall es un idiota y Kendall es lista. Kendall es narcisista y Kendall es humilde. Kendall cree que con un par de ojos verdes y un cuerpo perfecto tiene al mundo en la palma de...