No Me Importa Lo Demás (Remus Lupin)

Sexto Año

Bien, mi 6 año en Hogwarts empezó bien. Se seleccionaron a los tres, mejor dicho los cuatro, que tendrían la posibilidad de ganar el torneo de los tres magos.
Se realizó el baile navidad. A mi me invitó un chico de Dumstrang que desde que llegaron a Hogwarts, yo me senti ligeramente atraída por el, y el por mi. Supongo. Era alto, morocho e inteligente. Se llamaba Max. Un día, después del baile, nos besamos. Me preguntó si quería ser su novia. Le dije que no, que no estaba segura de lo que sentía. Pero en realidad lo que pasa era que, cuando nos besamos, no sentí nada. Nada. Totalmente lo opuesto que con Remus, mi corazón explotaba. No se enojo conmigo, por suerte, y seguimos siendo amigos.

Bueno, el torneo finalizó de la peor manera. Cedric fue asesinado en la última prueba. Harry dijo que fue Voldemort el que lo mató. Yo le creo, bastantes cosas malas estaban pasando como para que todo fuese una terrible casualidad.
Unos días antes de terminar el curso, Dumbeldore me llamó a su oficina.
-Buenos días profesor.
-Buenos días ___. ¿Como esta?
-Pues, bien, creo. Como pueda uno estar en estas situaciones. Un tanto paranoica.
-La comprendo perfectamente. Es por eso que quiero darle algo.- dijo levantandose. Saca de un cajón dos perlas de color turquesa, un tanto más chicas que la snitch. Se acerca a mi y me las muestra.- Dime ___, ¿crees que el señor tenebroso a regresado?
-Lamentablemente, si señor.- respondí con sinceridad.
-Quiero darte esto. ¿sabes lo que son?- dijo poniéndolas en mi mano.
-No profesor.
-Son para cuando necesites escapar.-
Lo miro intrigada. Y sigue explicando.
-Sabes,___, ahora que el señor tenebroso ha regresado, estará buscando gente para recuperar su ejército. Y buscará gente muy poderosa. Tu eres muy poderosa, no sabes cuanto.
-No entiendo.
-Estas perlas, llevalas siempre contigo. Cuando necesites escapar, debes visualizar el lugar a donde quieras llegar con la perla en la mano, la rompes contra piso y te llevara al lugar que visualisaste. Cumple la misma función que el hechizo, sólo quizá que sean más prácticas, sólo por si no llevas la varita.- hizo una pausa y siguió.- Confio en ti y se que les darás un buen uso.
-No se que decir. Gracias. Pero ¿cree que él me buscará?.
-Puede ser señorita. Pero no sólo él, sino también personas que duden de ti, de tu lealtad y tu poder.
-¿A quien se refiere señor?
Él no respondió. Pero después dijo:
-Te deseo suerte ___.
-Gracias señor. A usted tambien.
Y me retiré de su oficina. Ahora estoy más paranoica.