Callejón Diagon

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Hoy toca ir al Callejón Diagon.
Mi mamá me despertó temprano, me vestí con ropa simple. No suelo vestir muy colorida, me baso en el negro, blanco o azul que son los que más me gustan, además mi cabello ya es colorido, no necesito más.
Desayuné, mi madre me dejó los galeones suficiente para comprar lo necesario y se fue a trabajar.
Compre todo lo que nesesitaba y  me encontré con varios amigos.
Venia pensando en todo lo ocurrido en el año anterior, todo lo de la cámara de los secretos y eso. Distraída mirando los distintos negocios, me choco con una persona.
Vuelvo al presente. Levanto la vista y veo a un hombre alto, cabello corto y castaño como sus ojos. Tenía unas cicatrices en la cara. Creo que tendría entre 20 y 30 años.
-Perdone.- dije.- Estaba distraída.
El hombre sonríe.
-No pasa nada.
Él sigue su camino. Me quedo mirando la vidriera de escobas, que estaba al lado, y veo por el rabillo del ojo que el mismo hombre voltea su rostro, me mira, sonríe, y sigue.
Fingí no darme cuenta y distraerme.
Sentí algo raro desde ese momento. Miro mi pobre reflejo en en vidrio y noto que mi cabello se torna rosado.

No Me Importa Lo Demás (Remus Lupin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora