No Me Importa Lo Demás (Remus Lupin)

Feliz

Los días siguieron pasando de una manera muy extraña entre Lupin y yo.
Era como una especie de *Hola* *Buenos días*, alguna que otra pregunta. Y estaba harta.

Alastor Moody, me ofreció a algo increíble. Los días que el estuviera libre, me ayudaría a practicar cosas de aurores. Como ahora no iría a la academia, el me enseñaría, además esto me serviría para saber defenderme y quizás, si algún día termina toda esta horrible situación, y pueda entrar al colegio de aurores, todo sería súper fácil.

Bien. Remus y yo estamos en una situación súper mega ultra confusa. No se como explicarlo pero es como si él no quisiera saber, nada de mi, pero tampoco lo demuestra. Y lo odio por ello. ¿Que le cuesta decirme que no?
Y si ese no es el caso ¿porque es tan distante?

Hoy llegó la señora Weasley para la limpieza de todos los meses.
Y nos dividió en grupos. Molly y Sirius con las habitaciones de la izquierda y Lupin y yo con las de la derecha *es que yo siempre tengo esta suerte (nótese el sarcasmo)*
Las cortinas estaban llenas de doxys. Encontramos un boggat en un cajón. Millones de arañas, huesos pequeños de quien sabe qué criatura.
Pero en realidad fue bastante rápida la limpieza.
Sólo quedaba una habitación.
Levanté con cuidado una alfombra y salieron debajo dos tarántulas. Me fue inevitable pegar un salto y soltar un grito.
Tropecé con una pila de libros que alguien había dejado en el suelo, pero no caí, Remus me había atrapado. Se partía de risa.
Mató a las dos arañas.
-No es gracioso.- dije con poco humor.
-Oh vamos __*... Fue muy divertido. Sabes que simplemente puedes decir Avada Kedavra, y la araña ya estaría muerta.
-No tiene gracia igual.
-¿Que te pasa ___?
-¿Que me pasa? Hazte la pregunta a ti mismo.
-¿A que te refieres?
-Vamos, de alguna extraña manera me ignoras. ¿Por qu é?
-___ yo... No quiero causarte daño.
-¿Porque me causarías daño, Lupin?
-Yo... No... Oye, te mereces a alguien mejor.
-¿Por que tú no?¿Qué problema tienes?
-___ no tengo nada para ofrecerte. Ya soy demasiado viejo, tienes una vida por delante. Y... Mi problema... No quiero lastimarte. No me lo perdonaría
-Oye... Me encanta como eres. Te acepto como eres. No me interesa nada lo que tengas o no. No le veo ningún problema que me lleves diez años. Y principalmente, se que nunca me lastimarías, por el simple hecho de ser tu.
A todo esto nos fuimos acercando hasta quedar cara a cara.
-No entiendes...
-Claro que lo entiendo.
-No...
-¿Tu me quieres?
-Claro que si.
-Hablo de si me quieres. Ya sabes...
-__* tu... Eres hermosa ¿si?. Eres única, eres genial, inteligente, divertida... En serio...- dejó de hablar.
-Aún así, intentas olvidarme.
-Intenté olvidarte, pero no puedo. Siempre te apareces. Quiero que me olvides. Debes olvidarme, porque yo no puedo.
-¿Hasta si eso implica romperte el corazón?
-Si
-¿Por qué?
-Porque serías feliz.
-¿Y si te digo que contigo soy feliz? Que tú, en serio me haces sentir, única, hermosa, inteligente, divertida...?
Lo beso en los labios, es lento y cargado de tantas sensaciones.
-¿Tu no quieres ser feliz?- le pregunté.
-Sólo si tu eres feliz
-¿Entonces?
-Quiero lo mejor para ti.
-Pues si yo soy feliz contigo... ¿Serás feliz?
Y esta vez él me vulve a besar.