La Orden Del Fénix

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Terminé sexto año, como todos los demás.
El ministerio negaba que el señor tenebroso había regresado. Harry había utilizado el encantamiento Patronous en frente de su primo, y por el momento lo había expulsado de Hogwarts, pero afortunadamente, le consiguieron una audiencia.

Sabrán de la existencia de la Orden del Fénix. Y que el cuertel general es la casa de Sirius Black, el número 12 de Grimmauld Place. Pues Dumbeldore me ofreció unirme a la orden, y por lo tanto le dijo a mi madre que viniéramos las dos a Grimmauld Place para discutirlo.
-Buenos días señoritas.- dijo Black al abrirnos la puerta. Mi mamá me dijo que los Kersleys, era parientes, muy lejanos, de los Black.
-Buenas Sirius.- dijo mi mama.- Ella es mi hija, ___. - dijo acercándome más a ella.
-Hola.- dije sonriendo.
-___ ¿que tal?. Dumbeldore las está esperando. Pasen.
Caminamos a traves del pasillo y llegamos al comedor. Allí, sentado en la mesa estaba Dumbledore. Nos ve y sonríe.
-Marissa, cuanto tiempo.- dice.
-Lo mismo opino Albus.- contesta mi madre riéndose.
-¿Como vas ___?
-Bien profesor.
-Que bien. Bien, ya sabes para que las cité hoy señoritas. ___, quiero que te unas a la orden. Eres alguien muy valiosa. Con el lamentable regreso de Quien-Ustedes-Saben necesitamos a todas las personas de nuestro lado. Y bueno, si bien ___ todavía no tiene 17, dentro de pocos meses los tendrá. Y no será prudente hablar de la Orden en Hogwarts. Y...- dijo mirando a mi madre- te puedo asegurar que la protegeremos.
-No dudo de eso Albus, te confiaría la vida de las dos. Pero sabemos que no es mi decisión.- dijo mi madre mirándome a mi.
-Si que quiero estar en la orden.
-Me parece muy bien hija pero debes jurarme que te cuidaras, no te pondrás en riesgo si no es necesario. No voy a perderte. -dijo mi madre.
Sabía que diría eso. No soy tan estúpida. Pero que pasaría si yo no quisiera perder a nadie.
-Te lo prometo.- dije, sé que cabe la posibilidad de que no la cumpla. Pero en serio quería esta en la orden, para ayudar a derrotar a Voldemort.
Mi madre me sonríe.
-Felicitaciones ___, eres miembro de la Orden del Fénix. Te pido, por favor, que aceptes a vivir aqui hasta que vallas a Hogwarts, para discutir lo que haremos. No me atrevería a pedirte que vinieras todos los días para conocer tu opinión.- dijo nuevamente Dumbeldore.
-Bien, no tengo problemas.- respondí.
-Bueno, voy tarde al trabajo. Te quiero hija. Estoy orgullosa de ti y tu padre también lo estaría.- dijo colgándose su bolso y abrazándome.- Adiós Albus.
-Adiós Marissa.
Una vez que mi madre se fue dijo:
- Te invito a cenar, podrás conocer a los otros miembros de la Orden. Aunque ya a algunos los coneces.- me dedica una mirada astuta. Yo le sonrio.- Además no puedes perderte la comida de Molly, me atrevería a decir que es mejor que la de Hogwarts, si yo no fuera el director, claro.
Yo rio.
-Acepto señor. Bueno iré al Callejón Diagon. Todavía tengo que comprar algunas cosas.

La noche llegó. Ayudé a Molly a prepar la mesa.
Me senté en medio de Fred y George. En frente mío había un lugar vacío. Estábamos a punto de empezar a comer, cuando alguien toca la puerta. Sirius va a abrir. Supuse la persona que se sentaría en frente mio.
Primero entra al comedor Sirius, y detrás de el... *mierda* Remus Lupin.
-Lamento la tardanza.- dice.
No había notado mi presencia hasta que se sienta en frente mío. Se queda con los ojos abiertos. Yo lo miro algo molesta e intento que no me afecte.
-Antes de comenzar, quiero darle la bienvenida a la orden a la señorita ___. - dijo Dumbeldore.
Lupin se atragantó con el vino que estaba tomando.

Narra Remus.
Llego al número 12 de Grimmauld Place. Hoy había una cena y se me estaba haciendo tarde.
Golpeo la puerta y Sirius abre. Lo saludo con un abrazo y nos dirigimos a la mesa.
-Lamento la tardanza.- digo y me siento en el único lugar vacío. Miro hacia adelante y estaba ___. No me lo puedo creer, hace un año que no la veía ni tenía noticias de ella. Estaba hermosa. Estaba muy sorprendido.
-Antes de comenzar, quiero darle la bienvenida a la orden a la señorita ___.- dijo Dumbeldore.
Me atraganté con el vino.
¿Como no me di cuenta? Pero, no puede estar la orden, es muy peligroso para ella. No quiero que nada le pase. No lo superaría. No podría. Si, luego de todo este tiempo sin verla la seguía queriendo, pero tengo mis razones para no demostrárselo.
Luego de la cena, un grupo de aurores fue a buscar a Harry.

No Me Importa Lo Demás (Remus Lupin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora