Capitulo 3: Compañera de habitación

125 8 0
                                    


--Kate PDV--


--No puede ser..

En mi voz se reflejaba la decepción que en ese momento sentía.


--¿¡Nueva!? ¿¡Qué haces aquí!?-


--¿Tú qué crees?

Me adentré a la habitación rodeándola para poder llegar al pequeño salón.


--N.. no me digas que tú eres mi..


--¿Compañera?-- terminé por ella al ver que se le dificultaba el hablar-- Pues si y te equivocas si piensas que me agrada la idea


--¿¡Y crees que a mi si!?


--Esto no me puede estar pasando-- suspiré --¿¡Cómo es que quieren que pasé todos estos meses junto a tí!?


--¡¡Ni que fuera lo peor del mundo!! Además, deberías agradecer por estar conmigo, así podrás arrepentirte por lo que hiciste


--¿Arrepentirme?-- reí --¡No lo haría ni aunque mi vida dependiera de ello!


--¡Agh! No sé por qué sigo hablando contigo ¡Me largo!


Esperé a que se fuera sin decir nada, hubiera preferido cualquier otra persona antes que a Emma o sus irritantes amigas. Pero, al parecer, la vida tenía otros planes para mí.

......


--¡Kate! ¡Abre la puerta!


El grito de Math fuera de la habitación logró despertarme. Debido a lo cansada que me encontraba el sueño me había vencido y me había quedado dormida.


--¡Kate! ¿¡Estás ahí!?


Quise descansar un poco más, así que no respondí.


--Kate, despierta-- susurró, esta vez, cerca de mi oído.


--Déjame dormir un poco
más..


--¡Kate! Ya levántate-- empezó a moverme para que despertara.


--¡No!


--Vamos, tienes que comer algo


--Pero.. ¿Cómo entraste?


--La puerta estaba sin seguro, ahora ¡Vamos!


--¡No quiero!


--No te pregunté-- respondió empezando a levantarme forzosamente.


Al ver su insistencia no pude volver a negarme. Como pude me levanté y lo seguí, arreglándome un poco mientras caminábamos.


--¿Kate?


--¿Si?


--¿Me escuchaste?


--Eh.. no, losiento..


--¿Estás bien?


--Si, solo estoy algo cansada..


--Kate, no soy nadie para pedirte que confíes pero.. me gustaría al menos poder ayudarte en algo


Dude en si contarle o no lo de esa mañana, quién sabe si se llevaba bien con el grupo de Emma y empezaba a defenderla o que ni siquiera las conozca y no le dé importancia.


--No es nada..


Sentí como clavaba su mirada en mí pero no insistió, permaneció callado por el resto del camino hasta llegar a la cafetería y escoger una de las mesas para sentarnos.


Comienzo De Un Mismo Todo  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora