--Kate PDV--Nadie de nosotros hablaba, tampoco se movía, solo permanecíamos mirándolas fijamente.
--Creí que no vendrías-- habló Emma apartando la mirada de mi a Jake --O eso es lo que me dijo Ashley
--Bueno, no tenia planeado ir-- le respondió.
--¿Y qué haces aquí?
--Tampoco sabía donde era..-- dijo pero lo interrumpió uno de los empleados del lugar, trayendo las bebidas que hace poco había pedido --Que coincidencia que justamente hoy lo hayas hecho aquí, normalmente las fiestas las haces en tu habitación
--Hoy quise variar un poco-- se le acercó --Pero lo importante es que estas aquí..
Cada vez se acercaba más a él, hasta tal punto que parecía que se le iba a tirar encima. Y si, tanto yo como el resto, nos encontrabamos mirando como idiotas, todo lo que pasaba sin pronunciar palabra alguna.
--¿Quieres bailar?
--No gracias-- le respondió, tomando el vaso más cercano y dándole un solo sorbo --Estoy bien aquí
Tal acto me causó algo de gracia pero me contuve, no quería arruinar su "momento", en ves de eso, me decidí en ignorarlos. Pase las bebidas a cada uno que se encontraba en la mesa, y me dispuse a beberla, pero algo me retuvo.
--Jake ¿Podrías decirme que es esto?-- pregunté llamando su atención.
--Sólo bebe y disfrútalo-- sonrió evadiendo mi pregunta.
--Se llama Iris-- habló Math empezando a explicarme --La mayor parte sólo es jugo de diferentes frutas.
--De todos modos contiene alcohol
--Es un bar ¿Qué esperabas? ¿Jugos naturales y gente de traje?-- inquirió Jake algo molesto, supongo que por Emma.
Me decidí en no responder e ignorarlo, poco después él se fue, aceptando la propuesta de Emma y Ashley y Anna los siguieron, dejando al fin la mesa.
--¿No piensas tomarlo?-- me preguntó Math refiriéndose a la bebida que aún seguía intacta.
Nuevamente no respondí, cogí el vaso y empecé a tomarlo. Tenia un sabor dulce, como a fresa, pero aún así lograba sentir el alcohol.
--Kate ¿Podrías acompañarme?
Mía, que ya se encontraba de pie, me miraba sonriente desde la esquina de la mesa, esperando una respuesta afirmativa.
--¿A dónde?
--Al baño-- se acercó a mí lado.
--¿Y por qué no vas sola?
--No conosco el lugar
--¿Y crees que yo si?
Como respuesta recibí un leve golpe en mi canilla. Mía aún mantenía la sonrisa no obstante me indicaba con su mirada a Math y Lía, logrando que captara el mensaje.
Sin darle otra objeción me levanté y fui junto a ella al baño, que se encontraba en la otra esquina del lugar.
--Lamento el golpe-- se disculpo una vez llegamos.
--Ya me vengaré
Rió, nerviosa.
--Hablo en serio-- sonreí --Pero ahora mejor dime ¿Por qué querías dejarlos solos?
--Bueno ¿Recuerdas el día que Lía lo besó?
--¿¡Lo besó?
--¿No lo sabías?
--Claro que si-- respondí con sarcasmo --Por eso grité insinuando que no lo sabía
--No uses el sarcasmo conmigo
--Con preguntas tan obvias, dudo que siquiera pueda evitarlo-- reí regresando a ver al espejo, que ocupaba casi una pared completa, sólo para notar lo mal que lucia --Maldición.. ¿Por qué no me dijiste lo despeinada que estoy?
--Siempre estas así-- respondió y se acercó para imitar mis acciones frente al espejo.
--¿Gracias?
--De nada-- sonrió.
--Mejor cuéntame lo que está pasando
--¿Enserio no lo sabes?-- inquirió enarcando una ceja.
--¡¡No!!
--Entonces creo que vamos a estar por un buen tiempo aquí..
.....
Dos de la mañana y apenas estoy entrando a mi habitación.. ¿Cómo es que pude quedarme tanto tiempo? Y todo por culpa de la extraña bebida de Jake.
Me arrepentí de haberlo tomado y aún lo sigo haciendo, pude haberme negado, si, pero Mía, Math y Jake, tanto a mi como a Lía, no nos dejaban en paz.
Mi cabeza daba vueltas pero aún era conciente de lo que hacía a diferencia de Math y Mía que tuvieron que ser llevados a rastras, literalmente.
Como teníamos que regresar por el bosque, Jake y Lía tenían la facilidad de cambiar de forma así que pudieron llevarlos, hasta llegar al Internado, en sus lomos después tuvieron que jalarlos. Por otra parte Lía y Math parecen haber vuelto a la normalidad o eso es lo que aparentaron por toda la noche al estar lanzándose bromas mutuamente.
Y ahora, además de estar mareada, me encuentro tirada en una de las camas, mirando el techo sin sentido alguno.
--¿Por qué les hice caso?-- empecé a lamentarme sintiendo como el dolor de cabeza aumentaba
--¡¡Debí haber dicho que no!!Un estruendoso golpe, proveniente de la puerta, provocó que me levantara, no por temor mas bien por impacto.
Sabía que seguramente era Ashley que se encontraba ebria y estaba llegando recién a la habitación así que volví a recostarme.Los minutos pasaban y Ashley ni siquiera había entrado a la recámara, pensé que talvez debió haberse quedado dormida en plena sala o incluso en la entrada así que decidí salir y ayudarla.
Todas las luces yacían apagadas, a excepción de las de el cuarto, pero podía ver claramente con la luz de la luna. Una silueta permanencia inmóvil, sentada frente a la entrada, abrazando sus piernas y arrimando su cabeza en la puerta. Me acerqué lentamente, bajé hasta su altura y la miré, sus ojos se posaron en los mios, confirmándome que aún estaba despierta y además que había estado llorando.
No dije nada, solo la miré y me senté justo enfrente intentando "confortarla" al menos un poco.
La posición en la que me encontraba era algo incómoda así que me arrastre hasta llegar a su lado y al igual que ella me arrimé a la puerta. Apretaba fuertemente los puños, como intentando no romper en llanto en ese mismo momento.--No las contengas..-- pronuncié suavemente en su oído.
Sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas, su respiracion se volvió irregular y sus mejillas se humedecieron. Mi cabeza, que aún se mantenía en la puerta, la bajé suavemente a su hombro.
Poco a poco su respiración se calmó, yo me limité a permanecer de la misma posición y en silencio, mi cuerpo lentamente cedía ante el cansancio hasta el punto en que todo a mi alrededor empezaba a tornarse oscuro..
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Comienzo De Un Mismo Todo
WerewolfEn el corazón del inmenso y misterioso bosque Sweetline, se erige el Internado Mills, un refugio de saber y secretos, donde el eco del pasado se mezcla con las sombras del presente. Alissa Katherin Miller llega a sus imponentes muros de piedra y con...