Capítulo 22: Arce

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--Math PDV--


Tras encontrarme con Jake me encamine directo al bosque.


El solo hecho de saber que Kate se encontraba sola y que Ashley, según Jake, se notaba extraña sólo lograba impacientarme.


--¿Dónde estás?-- preguntó Lía mediante el enlace.


--En el bosque-- respondí de la misma manera.


Al no recibir ninguna respuesta supuse que estarían en camino así que, cambiando de forma, decidí buscar a Kate.


En el aire había apenas un leve rastro de Kate pero era lo suficiente para encontrarla.


Sin apuro empecé a seguirla, no había indicios de que estaba en problemas, más bien parecía estar tranquila.


--Math-- me llamaron a mis espaldas pero no hubo necesidad de voltear para saber quiénes eran.


--Lía, Mía-- respondí en forma de saludo sin dejar de seguir el rastro de Kate.


Cada vez se iba intensificando y se notaba un ligero rastro de miedo.


--Algo está mal-- habló Lía por mi.


Sin dudarlo empecé a correr en esa dirección con Lía y Mía a tan sólo unos pasos atrás de mí.


--Las Arce-- gruñí aumentando la rapidez.


--¿Quién?-- preguntó Mía intentando inútilmente alcanzarme.


--La manada de Emma


--¿Porqué la siguen?-- preguntó Lía esta vez.


--No lose pero están cerca-- me detuve.


No muy lejos pude entrever varios lobos blancos, al acercarme un poco más, reconocí a Emma, Anna y..


--Ashley..-- pronuncié con pesadumbre apenas la vi


No bastó más de tres pasos para que se dieran cuenta de nuestra presencia.


Advertí que Kate se encontraba arrinconada a un árbol con los puños y ojos cerrados debido al miedo que en ese momento sentía.


Unas ganas inmensas de atacar me surgieron en ese instante pero las contuve, en vez de eso miré a Kate.


Al percatarse de mi mirada, abrió lentamente sus ojos, estaban vidriosos como si estuviera a punto de llorar.


Las ganas de abalanzarme contra ellas me invadió de nuevo pero mantuve la calma, no quería asustarla.


Por suerte, Mía y Lía notaron la presión que sentía así que se pusieron enfrente, como si la estuvieran protegiendo.


--Vete..-- dije teniendo en cuenta que ella si podía entenderme.


Sin pensarlo dos veces, se dió vuelta, rodeó el árbol y empezó a correr.


--¿¡Porqué aislados como ustedes la protegen!?-- gruñó Emma mostrando los dientes, lista para atacar.


--¿Tú porqué la sigues?-- le respondió Mía manteniéndose a la defensiva, en caso de que alguna de ellas quisiera arremeter en su contra.


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