Capítulo 24: Dudas

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--Kate PDV--


Lo primero que vi al despertar fue a Ashley. Se encontraba sentada a mi lado con una expresión indescifrable en el rostro.


El mareo no tardó en aparecer en cuanto intenté levantarme pero por suerte y por alguna extraña razón Ashley me ayudó.


--Intenta no moverte demasiado


--¿Qué me paso?


--Te.. ¿desmayaste?


--¿Esto es un sueño?-- pregunté notando tal extraño aspecto de ella.


--No-- sonrió --¿Lo dices porque estoy aquí?


Asentí volviendo a recostarme.


--Puedo saber fácilmente cuando alguien está en problemas-- suspiró --Además te debía una..


--Creí que no lo recordarías


--Y no lo recuerdo, pero soy consciente de que, en ese estado, no soy capaz de ni siquiera llegar sola a mi cama-- rió levemente
--Lo único de lo que no estoy segura es.. ¿Porqué lo hiciste?


--No lo sé, simplemente.. no pude dejarte..


Mi respuesta pareció sorprenderla ya que no habló por bastante tiempo.


--¿Puedo preguntarte algo?


--Te dije que nada de preguntas-- respondió volviendo a usar la insolencia de siempre.


--No es nada acerca de eso..


--Nada a cambiado así que no te tomes tanta confianza-- se levantó --Ya debo irme, tu amiga esta viniendo


--¿Amiga? ¿Cómo lo sabes?


--¿Olvidas lo que soy?


Rápidamente me levanté y la miré, comprendiendo que era el momento perfecto para hacer preguntas.


--Cambiante ¿Así se llaman?


--Si lo dices de forma general, si--caminó hasta poder arrimarse en la pared de enfrente --Pero hay muchos más como nosotros


--¿Por ejemplo..?


--Por ejemplo, aquellos cambiantes que intentan vanamente sacarme información sin mi consentimiento-- sonrió, sarcástica, para después salir deprisa de la habitación.


Apenas unos minutos después de que Ashley se fuera, Lía entró sólo para decirme que el Director ya me esperaba en el bosque.


.....


Afuera, el aire era denso debido a que pronto sería verano. Una cálida brisa de hacía presente y los rayos de sol lograban traspasar las muy cubiertas ramas de los árboles.


Lía caminaba a mi lado, mirándome constantemente de reojo y soltando de vez en cuando uno que otro suspiro, haciendo notar más su apagada actitud.


--¿Estás bien?


Sin dejar de mirar al frente, respondió con un indiferente "Si" antes de volver al silencio.


--No parece-- opiné, volviendo a intentar que hablara.


--Tú tampoco te encuentras muy bien que digamos


--¿Qué te hace pensar eso?


--Suelo saber casi con exactitud en que piensa la gente..


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