Capítulo 37: Límite

44 1 0
                                    


--Kate PDV--


Se miraban fulminantes, como si con esa sola mirada intentaran herir a su contrincante. Desde un principio no estuve de acuerdo con esto pero Mía no me dejó intervenir, ahora, dos lobos yacían frente a nosotras, mirándose fulminantes y ansiosos por clavar sus colmillos en su oponente.


--Le apuesto a Jake-- habló Mía acercándose de espaldas a uno de los árboles que rodeaban esa pequeña planicie en la que nos encontrabamos.


Yo hice lo mismo pero me mantuve en silencio, mirando a aquellos lobos que ya se encontraban peleando, poco después Math y Lía también se sentaron.


--Es obvio que Jake ganará-- habló Math.


--Aunque no lo conosca mucho.. voy por Zack-- los siguió Lía.


--¿Enserio Lía? ¿Acaso no ves la diferencia en tamaño que tienen?-- la contradijo su hermana.


--Eso no significa que Zack esté en desventaja


--¡Claro que si! ¡Es un ordinario contra un alfa!-- me regresó a ver --¿Verdad Kate?


Me encogí de hombros, no quería ser parte de esa discusión, además, no quería elegir.


--Ahora que lo pienso.. si todos los alfas tienen una habilidad ¿Cuál es la de Jake?


Hice caso omiso a su cuestión, mis ojos y mis pensamientos estaban fijos en la pelea. Zack perdía y lo noté por que ya mantenía una pata alzada, su ojo izquierdo lo tenía cerrado y su cuerpo estaba cubierto por varias manchas de sangre, muy diferente a Jake que casi no tenía heridas.


--¿Kate?


--¿Por qué yo voy a saberlo?


--Bueno, porque.. ya sabes.. lo conoces por más tiempo


--No, no lo se-- respondí algo cortante mientras me levantaba --Y no pienso esperar a averiguarlo


Decidida me acerqué a ellos y me situé en medio, provocando que Jake me esquivara forzosamente.


--¡¡Qué demonios te pasa!!-- gruñó.


--Ya basta-- pronuncié colocándome más cerca de Zack --Es suficiente


--Hazte a un lado Kate-- habló Zack a duras penas.


Quise golpearlo pero me contuve, no quería dejarlo peor de lo que ya estaba, en vez de eso me voltee y lo miré a los ojos.


--Transformate-- pedí.


--No..


--¡¡Qué te transformes joder!!


Sus orejas se colocaron hacia atrás, esa faceta por alguna extraña razón me recordó a un perrito que se siente intimidado, causándome algo de gracia, pero no lo hice notar. Poco a poco el enorme lobo que tenía enfrente se convirtió en un, ahora muy herido, Zack.


Rápidamente lo sostuve cuando iba a caer, y pasé su brazo por mi hombro con el fin de que no hiciera tanto esfuerzo. Lía me ayudó convirtiéndose y cargándolo en su lomo.


--Esto es indignante-- pronunció débilmente, aferrándose y pegándose más al pelaje de Lía.


--Tú solo te pusiste en esta situación..-- murmuré notando que se estaba quedando inconciente.


Me acerqué al rostro de Lía y en mi mente le pedí que vaya despacio, terminando con un "Gracias" cuando empezó a caminar como se lo había dicho. Yo la seguí tras despedirme y decirle al resto que llevaría a Zack a mi habitación.


Al entrar al Internado, Lía cambió de forma y me ayudó a cargarlo. Varios estudiantes nos miraban con curiosidad al pasar pero, por suerte, no decían ni preguntaban nada.


--¿Qué pasará si el Director se entera?-- cuestioné cuando la idea se cruzó por mi mente.


--Nada, ambos aceptaron el reto sabiendo cuales serían las consecuencias, eso ya es problema de cada manada, lo único malo es que solo tendrá un día para reponerse-- respondió Lía sin dejar de ver adelante
--Son reglas del Internado


--Dudo que se reponga en un día..


Miró a Zack.


--Jake si que estaba molesto


--Viendo como lo dejó.. no lo dudo..-- respondí mientras nos adentrabamos al elevador.


--¿Qué crees que lo molestó tanto?


--No lo sé, pero descuida-- sonreí --Esto no se quedará  asi..


....


Zack ya se encontraba recostado en mi cama, vendado y completamente desnudo de la cintura para arriba. Si, una situación que cualquiera podría malinterpretar, pero fue la única manera que Lía y yo encontramos para poder curarlo, a pesar de que ya había recuperado la conciencia.


--Gracias-- habló soltando un corto jadeo al intentar levantarse.


--Quédate ahí-- ordené ayudándolo con delicadeza
--Debes descansar


Mi mano fue a parar a su cabello, agitándolo y removiéndolo suavemente.


Sonreí cuando nuestras miradas se cruzaron, sus ojos lentamente se cerraron y, después de varios minutos, su respiración serena y su cuerpo relajado me anunció que ya estaba dormido.


Lía me siguió hasta la pequeña sala, en donde nos sentamos y recostamos agotadas por todo lo acontecido en la tarde.


--Hoy si que ha sido un día extraño-- expresé, terminando con un agobiante suspiro.


--Estoy de acuerdo-- me miró
--¿De qué hablaron con Ashley?


--De nada en realidad..


Permaneció callada y concentrada.


--No estoy mintiendo, es por eso que no encuentras nada entre mis pensamientos


--¿Cómo sabes que te estoy leyendo la mente?


--Es obvio que lo estás haciendo ¿Quién no lo haría con una habilidad así?


--Lo haces parecer como si lo usara en cualquier momento


--¿Acaso no lo haces?-- respondí, sarcástica.


--¡No!-- bufó --Cada vez que la uso, empiezo a sentirme cansada y con sueño..


--¿Por qué?


--Según el Director, es porque toda habilidad tiene un límite, es por eso que las personas que la usan por mucho tiempo, o empiezan a perder energía o tienen algún efecto secudario, en mi caso, empiezo a perder energía


--Mmh.. pero eso significa que yo también debería tener ese límite ¿No lo crees?


--Exacto, es por eso que Math y yo aún dudamos de si eres alfa o no-- sonrió.


--Y según tú ¿Cuál crees que es mi habilidad?


Un estruendo, proveniente de la recámara, evitó que respondiera. Ambas nos levantamos a la vez debido al impacto, pero solo pasaron segundos cuando Lía volvió a sentarse, relajada.


--Es Jake, tranquila


El recién aludido apareció inmediatamente a través de la puerta, sacudiéndose el cabello con desgana y dejándome con varios cuestionamientos sobre su repentina e ilógica llegada..
























Comienzo De Un Mismo Todo  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora