Comienzo De Un Mismo Todo

Capítulo 44: Caída

--Kate PDV--

La luz del sol llegó directamente a mis ojos cuando los abrí, obligándome a volverlos a cerrar varias veces antes de poder ver con claridad. Frente a mí, y muy cerca, yacía Ashley, durmiendo plácidamente conmigo en sus brazos.

La impresión provocó que me levantara precipitada y algo brusco de la cama, despertándola.

El hecho de que estuviera durmiendo abrazada a una chica no fue el causante de mi impacto, después de todo, yo ya estaba acostumbrada a dormir asi de junto a alguien, y con ese alguien me refiero a Cris, es por eso que me precipité al encontrarme con la mismísima Ashley Henderson tan cerca de mí.

--¿Por qué demonios haces tanto ruido?-- gruñó, mientras se sentaba y miraba a su alrededor.

Al no obtener respuesta de mi parte, me regresó a ver.

--¿Estás.. bien?

--Si, es solo que..

Un alarido de dolor, proveniente de sus labios, hizo que me estremezca y recordara todo lo que pasó la noche anterior.

--Mi cuerpo..-- expresó, soltando varios jadeos de sufrimiento --Me duele.. todo.. ¿Qué pasó anoche?

--Nada..

Mi respuesta, para mi mala suerte, no logró convencerla.

--Kate, ¿Qué sucedió, anoche?

Permanecí callada.

--¡¡Kate!!

--¡Está bien, está bien! ¡Regresamos muy tarde, demasiado tarde, yo estaba cansada, tu ebria y el maldito ascensor apagado, empecé a llevarte por las escaleras y..!-- dudé en si continuar o no.

--¿Y?

--Y puede que talvez.. te haya dejado caer..

--Me tiraste.. ¿¡Por las escaleras!?

--¡Fue un accidente! Yo estaba débil y tú.. ¡Tú no ayudabas!

--¡Si pudiera moverme ya estarías como yo!

--¡Pues lamento haberme preocupado por tí y no haberte dejado ahí sola!

Quiso objetar y lo noté porque empezó a mover su boca buscando que alguna palabra saliera de ellos pero no hubo ninguna.

--Lo siento-- fue lo único que logró expresar entre murmuros.

--Yo.. lamento haberte dejado caer por las escaleras

--No fue tu culpa, tú solo intentabas cuidarme-- intentó nuevamente moverse pero lo único que consiguió fueron más quejas de dolor --¿Podrías decirme cuántas gradas caí?

--Emh.. creo que desde el primer piso.. o segundo..

Resopló antes de volver a recostarse de un solo y doloroso movimiento.

--Tienes suerte de que no sea humana, un profano no hubiera sobrevivido a tal caída

--Perdón..

--Deja de disculparte, mejor tráeme un vaso de agua y una aspirina.. por favor-- pidió entre débiles murmullos llenos de exagerada agonía.

--Dudo que una simple aspirina ayude..

Una idea me cruzó por la mente en ese momento, una idea que posiblemente podría arreglar varias cosas.

......