|Narra Oriana|
Me encontraba sentada en un rincón de mi espaciosa habitación, no puedo creer que me haya hecho esto.
Flasback
Me terminaba de alistar para mi casamiento, los nervios me carcomían por dentro, mi papa no estuvo de acuerdo con que me casara a tan temprana edad, que con 19 años era una niña, que no era un juego y bla bla bla, yo no lo veía como un juego es mas sabia perfectamente que estaba haciendo y me iba a casar con mi novio Sebas, lo amaba y estaba dispuesta a pasar el resto de mis días con el.
Jenny, mi mejor amiga, me ayudaba a dar los últimos retoques a mis uñas y pelo, hasta que por fin estuve lista. Ella se fue un segundo por que tenia que arreglar una cosas con el Dj y me dejo sola en la habitación.
Al tomar el pomo de la puerta, esta se abrió sola y dio paso a un Sebastian todo sudado y a medio vestir.
-¡Amor, ¿qué haces acá? Vos tenes que estar esperandome en el altar! -Esto era el colmo..
-¡NO! ¡No puedo! ¡Lo siento, pero no puedo casarme!
-¿¡QUE!?¿¡PERO POR QUÉ!?
-....
-¡RESPONDE SEBASTIAN! -Le dije indignada
-Amo a otra mujer -Soltó como si nada, dejandome totalmente anonadada -Espero que algún día me lo perdones -Fue lo ultimo que dijo antes de cerrar de un golpe la puerta. Me tardo un par de segundos asimilar lo que había dicho y cuando reaccione caí de rodillas al suelo hecha un mar de lágrimas, y segundos después entro Jenny con cara confundida
-Ori, recién vi a Sebas salir corriend....-Su cara cambio drásticamente al verme casi tirada en el suelo y el maquillaje corrido y el vestido revolcado -¿¡QUE TE PASÓ!? -Y corrió a abrazarme mientras yo le contaba cada detalle de lo ocurrido hace instantes atrás..
Fin del Flasback.
Mi amiga, se había quedado conmigo desde lo ocurrido tres días atrás.
-Ori...-Dijo con voz maternal, característico de ella que pocas veces usaba -Mi amor, no podes estar así, por lo menos salí a respirar oxigeno al patio.
-No Jenny, ya tengo demasiado oxigeno acá no necesito nada.
-¡Oye! Mira te debes estar muriendo de calor aquí encerrada. Vamos a la piscina que hace un día hermoso afuera y tu lamentándote por ese imbécil.
-No, Maria Eugenia -Dije alargando la ultima letra de su nombre.
-Si, Gabriela, ¡Arriba! -Dijo tirando de mi brazo, que hasta parecía que me lo iba a arrancar.
-¡Ay! ¡Me duele Jenny! -Dejo de tirar y bufé -Esta bien, iré. Solo por que no me quiero quedar sin extremidades.
¡WOHOO! -Grito mi amiga colorada dispuesta a ponerse un traje de baño al cuarto que ocupaba en su estadía a la casa que compartía con...Sebas...*¡Ay Basta Oriana, el te abandono!* -Me reto mi consciencia y saben que ¡tiene razón! No puedo andar llorando por los rincones por un cretino o ¿Si?
Literalmente fui empujada hacia la puerta del baño de mi habitación con el bikini en una mano y una liga para atar el cabello en la otra. Tan pronto como salí del baño, nos fuimos a la piscina. El agua no estaba lo suficientemente caliente como para meterse por lo que decidimos esperar tomando un poco de sol a que Alicia, la mucama, abriera un poco el grifo del agua caliente para así tener la temperatura deseada.
No se en que momento me dormí, pero lo que si se es que algo frío y liquido recorrió todo mi cuerpo estremeciendolo y haciéndome despertar de golpe, cuando vi la cara del autor o mejor dicho autores del hecho les grite:
-¿¡Por qué no se van bien a la mier**!?
Bueno esta novela es de mi autoría y recién estoy comenzando esto de escribir novelas, la cual me esta gustando mucho..
Si te gusto dale tu estrellita y comenta! Nos leeremos muy pronto! Bye!
