Me quede pensando en lo que dijo Julian, definitivamente no lo tenía registrado. Bueno casi....¿en donde podre encontrar algo que me diga si lo he visto en algún lado? Algo que este relacionado con mi infancia.... que este tomado en....
*Los álbumes, Oriana, los álbumes*
-¡¡ESO!! ¡¡GRACIAS....Te tengo que poner un nombre, porque "conciencia" es muy largo, hasta me canso de pronunciarlo. "CONCIEEENNNCIAAA".
*Te vas a ahogar, no hables con la boca llena*
-¿Eh? Yo no estoy.....EGSHDSDFJERHFJHF
Abrí los ojos y Jenny me abanicaba con su servilleta y me tiraba los brazos hacia arriba. Deje los brazos caer sobre la mesa y trague. Si me estaba ahogando, todo por hablar con.... M*erda, cierto que no tenes nombre.
*Lose, lose.¡ ¿Puedo elegirlo yo?!*
-Nop, sos mi conciencia, yo te pongo nombre, yo soy la que esta loca. A verrr.....Ya se el color favorito de Sofito; AZUL!!
*Azul, que lindo nombre. Me gusta.*
Mientras estaba hablando con Azul, Jenny y Nico, se peleaban por que Peter había prometido ir con las chicas al centro comercial y con los chicos a dar una vuelta en su nuevo auto. Esa fue la distracción que necesitaba para escaparme a mi habitación. La verdad Julian me incomodaba, y mucho; Por lo que trato de ni siquiera cruzar palabra.
Me empecé a levantar despacio, cosa que nadie se alarmara y fui retrocediendo hasta topar con el escalón, me tambalee pero pude mantener el equilibrio por suerte nadie se percato de que no estaba en la mesa, debo apurarme antes de que alguien me vea. Cuando entre a la casa, corrí a las escaleras y las subí muy rápido haciéndome tropezar en algunos escalones. Apreté el pomo de la puerta y lo giré, dando paso a mi amada habitación, entré y cerré la puerta con la respiración agitada de haber corrido tanto.
*¿Te das cuenta de que si no te ven en la mesa, al primer lugar en donde te van a buscar es acá?*
-Buen punto. Pero...No quería estar en esa mesa. Quiero estar tranquila, escuchando musica tirada como una morza en mi cama.
*Mmm... No se eh! ¿No será que te gusta el creído?
-¡Otra vez con lo mismo! Ya te dije que no me gusta. -Le respondí a mi conciencia.
Busque con la mirada hasta dar con unos libros arriba del mueble, camine hasta la silla que tengo con ropa y tire todo el montículo sobre la cama. Me subí para tantear los álbumes de color rosa y celeste. De Peter y mio. Me baje y los deje en la mesita de luz, para volver las prendas a donde pertenecen; A la silla. Me senté con las piernas cruzadas y apoye los libros frente mio viendo las portadas de cada uno. Eran exactamente iguales, pero de diferentes colores. Tome con mis manos el pequeño libro y lo abrí dando en la primera hoja mis patitas y manitos grabadas en tinta. Me pare y camine mientras leía los datos que mi mama escribía en ese diario, durante estaba yo en su vientre.
