Caminamos por las oscuras calles hasta dar con una pequeña pero destellante tienda de pescado.
-Bien -Comencé mirando el cartel. "El pescadito modocito" se podía leer. Este tenia alguna letras apagadas por lo viejo del local. Julian tomo mi mano, la apretó y lo mire. En su mirada existía la tranquilidad y la ternura, y como para complementar, su sonrisa apareció dejándome totalmente vulnerable. Tomo un impulso y se acerco peligrosamente a mi, tanto que nuestras respiraciones se mezclaban con el frió del ambiente y nuestros labios se rozaban. Levante mi mirada para encontrarme con los brillantes ojos de Julian mirando mis labios. Empece a sentir como mi corazón latía fuerte tanto que era imposible callarlo, me separe bruscamente y empuje la puerta dejando a un Julian totalmente confundido.
No entiendo porque había reaccionado así, jamas me había puesto así, por alguien.
*¿Sos, te haces, te pagan?*
-¡Azu! Tanto tiempo...
*¡Respondeme, Oriana! ¿Por que lo hiciste? ¡Lo tenias tan cerca!*
-No, no se.. Me asuste. Con Sebastian no me pasaba.
*Con Sebastian no te pasaba, porque no estabas enamorada de el como del creído.*
-¿Disculpe? -Una mano me hizo sobresaltar y salir de mi trance. -¿Que necesita? -Pregunto una voz masculina. Dirijo mi mirada al dueño de esa voz para encontrarme con un chico de no mas de 25 años, tez blanca y unos impresionantes ojos verdes. Era prácticamente un muñeco de torta.
-Ehh..Yo..-Comente nerviosa por tal vergüenza. -Sse nos quedo el auto. Creímos que...-Dije señalando afuera y hablando entrecortado.
-¿Creímos? -Dijo el chico mirándome atentamente. -Oh. -Dijo mirando hacia atrás.
-Hola, se nos quedo el auto. Esta sin gasolina y el motor esta muerto, ¿Tenes algo, algún teléfono o lugar a donde puedan remolcarlo, y llenar un poco el tanque? -Pregunto seco Julian mientras me agarraba de la cintura. El chico miro su agarre y nos miro.
-No hay muchas estaciones de servicio por aquí -Dijo rascando su nuca. -Y el servicio de teléfono se callo ayer...-Dijo medio inseguro.
-Bueno, no hay nada que hacer, gracias y nos vamos. Camina Oriana. -Dijo Julian muy rápido y caminando con su mano en mi cintura. Me solté de su agarre y camine de nuevo al mostrador.
-No voy a ir contigo. Ve tu si quieres. -Le dije enojada.
-No, si tu te quedas, yo también. -Dijo plantándose a mi lado pero sin ningún tipo de agarre. El chico nos miro para decirnos algo a lo que respondimos.
-Ya se, mi padre tiene una camioneta. Si quieren enganchamos el auto a la linga de remolque y los aventamos hasta la ciudad. -Dijo el ojiverde con una mano en el bolsillo.
-Genial. -Dije alegre. La verdad es que me moría por llegar a casa, darme una ducha y tirarme en el sofá a mirar una película con Jenny. Vi a Julian asentir no muy contento y yo aplaudí enérgicamente.
-Okey, entonces voy a avisarle a mi padre para que prepare la camioneta y cerrare el local. Por cierto soy Joaquin, Joaquin Mendez. -Dijo estirando su mano hacia mi. Estire la mía y la estreche con la de el.
-Oriana, Oriana Sabatini. -Dije sonriendo. Julian repitió la acción con Joaquin y este hablo.
-Bueno chicos, ya vuelvo. -Dijo caminando hacia dentro del local por unas cintas.
-Genial -Dijo con voz finita Julian cuando ya estábamos solos. Me di la vuelta y enarque una ceja.
-¿Tenias una mejor idea? -Dije con los brazos cruzados adoptando una posición cómoda.
-Se me ocurren muchas ideas en este momento -Dijo acercándose y tomándome por la cintura.
-Eres un cerdo. Y un creído. -Dije muy cerca de el.
-Pero bien que te gusta este cerdo creído. -Dijo mirándome a los ojos. No me dio tiempo a responder que ya tenia sus labios en los míos.
Cap muy Oriaaann!! voten y CO - MEN - TEN!! jajajaja.... Byeeee!!