3: estas mal

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"Nombre: Manuel Neuer

Posición: Guardameta.

Numero: 1

El señor Neuer sufrió un golpe en su hombro izquierdo al caer mal para atrapar una pelota en el entrenamiento, posterior al golpe del hombro al parecer también golpeo su cabeza extrañamente con el suelo pues afirmó esto por qué dice cosas muy incoherentes y con falta de hombría."

—¿Qué te parece? —pregunto Alana cuando dejó de leer la excusa que iba a darle a las directivas.

—Puedes repetir lo último, lo de la cabeza por favor—pidió con extrañeza pues pensó escuchar mal.

—Posterior al golpe del hombro al parecer también golpeo su cabeza extrañamente con el suelo pues afirmó esto por qué dice cosas muy incoherentes y con falta de hombría —repitió y escucho una carcajada del 1.

—Eres una tonta —Alana sonrió y guiño su ojo derecho para salir de la sala—. ¡Pero sabes que lo que dije es cierto! ¡No soy marica, es que te quiero demasiado! —grito para que Alana escuchará desde afuera.

—No grites grandote, también te quiero —camino hacia él y beso su cabeza para ahora sí salir.

Ambos suspiraron cuando no estaban cerca. Se querían tanto que no sabían cómo iba a terminar todo, aunque Manuel ya había confesado todo, Alana había quedado confundida pero aun así lo quería con toda su alma.

Pero no sabía en qué forma lo quería, siempre había una conexión especial entre ellos dos, el cariño existía por todas partes pero en la parte del habla quedaban muertos; para lo único que existían era para mostrarse afecto y, si existía alguna conversación entre los dos era alguna estupidez; Manuel hablaba sobre sus cosas y Alana solo escuchaba; la conversación era iniciada por alguno de sus compañeros y ya.

Alana corrigió toda la carta y la entrego al director de salud para luego volver donde Manuel descansaba. Al entrar vio que estaba con los ojos cerrados y sus manos de tras de su cabeza.

La castaña le dio su espacio de dormir y no lo despertó, lo miro por un momento y sintió su estómago revolverse cuando sus ojos se encontraron. Neuer sonrió y se puso rojo al saber que la mujer lo miraba en cambio ella se le quedo mirando hasta que sonrío de lado y empezó a buscar algo que no necesitaba.

—Alana —murmuró y tomó su brazo suavemente.

—Dime —susurro tiernamente mirándolo a los ojos esperando que el hablará sobre lo que ocurrió ayer. Era tan orgullosa que no iba a sacar el tema de la noche.

Manuel se perdió en el vacío de ellos y suspiro. —Nada —negó con la cabeza y volvió a su posición anterior.

—Puedo preguntarte algo —se subió a la camilla sentándose en un pedacito.

—Todas las preguntas que quieras —tomó una punta de sus cabellos y empezó a jugar con ellos.

Alana suspiró y se subió al cuerpo del guardameta bávaro para escuchar el aire colándose en sus pulmones. Acarició su pecho suavemente y se quedó escuchando la sangre bombear.

Alana se olvidó de la pregunta cuando sintió la mano de Manuel en su cintura abrazándola. Y a Manuel se le olvido el mundo cuando ella simplemente tocó su cuerpo.

Ambos se quedaron así como estaban por unos minutos relajados, disfrutando de la manera de cariño que se mostraba en el silencio, sin necesidad de palabras, ese es el más bonito.

—Pero que hermosos —vociferaron haciendo que ambos abrieran los ojos. Manuel se pudo nervioso mientas que Alana sonreía con los ojos cerrados sin querer bajarse del pecho del grande—. Los amo juntos muchachos —hizo un corazón con sus manos.

—Cállate Alaba —Manuel dijo con una sonrisa y rostro rojo. El tercero sonrió pícaramente.

—Muñeca te están buscando afuera —la castaña hizo un sonido de pereza y luego se levantó suavemente pues sentía las manos de Manuel en su cuerpo queriéndola retenerla para que se quedara sobre él. Apretó su mano y toco el suelo.

—Déjalo descansar Alaba, esta tonto por el golpe —bromeó y salió.

David miro cómo salió la mujer y luego miro a su compañero, este le miro serio ante la sonrisa que cargaba el moreno encima.

—Estas mal —palmeo su pierna.

—No, el golpe fue leve, no es nada.

—No habló sobre el golpe, hablo con respecto a Alana.


HEART LIKE STONE / manuel neuerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora