HEART LIKE STONE / manuel neuer

18: la contra parte

—Pensé que Müller te había superado —comentó Steven riéndose mientras dejaba su abrigo en el perchero.

—Y lo hizo, así que cállate que no quiero hablar al respecto —quito su bufanda.

—La agresividad te mata hermana.

—Es solo el estrés —suspiro.

—Te voy a hacer un masaje y tú me vas contando de tus problemas ¿está bien?

—Te adoro —montó su espalda y él caminó con ella hasta que llegaron a la habitación.

Se acostó en la cama y espero que la magia de su hermano llegara a su espalda y le diera calma, sonrío al recordar que siempre hacia lo mismo cada vez que llegaba de un día difícil de universidad.

—¿Por dónde quieres que comience?

—Cuéntame absolutamente todo comenzando desde lo que ya sé de Thomas.

Tomó aire y empezó a recordar la escena.

Las risas estallaban en la casa de los Müller donde ellos estaban presentes junto a Wiesse, compartían anécdotas de su vida y las pasaban con licor.

Thomas y Alana quienes sentían ya todo a su alrededor moverse hicieron algarabía al ver cómo se marchaba Lisa a dormir dejándolos completamente solos, ellos después de que la mujer se fuera siguieron en su juego extraño de risas hasta que el hombre callo haciendo que ella le siguiera la corriente y todo quedara en silencio. Thomas con un impulso llego hasta el rostro de Alana como si la fuese a besar, lamió sus labios con sus rostros juntos y pregunto:

—¿Estas tan borracha para no acordarte mañana de lo que pasó hoy?

—Recordare absolutamente todo, hasta a qué distancia estás de mí —sonrío.

Thomas levantó la comisura de sus labios y escondió su rostro en el cuello de Alana dejando luego todo el peso de su cuerpo encima de ella. La mujer trataba de quitárselo de encima pero era imposible, hasta que en un momento Müller cayó al suelo y luego ella le siguió. La habitación volvió a estar en risas y de la misma manera en la que todo quedó en silencio, volvió a ocurrir.

—Yo te amo Alana.

—No empieces —interrumpió cubriéndole la boca con la mano.

—Déjame —quito la mano—. Yo te amo y te amare, pero te estoy aprendiendo a amar en este momento —la miro y se acercó a ella para juntar sus frentes—, antes te amaba para tenerte conmigo por toda la vida y ahora —termino un suspiro y retomo— ahora te estoy empezando a amar como a una hermana.

—Thom... —susurro acariciando su rostro— tú lo eres todo para mí, eres mi fortaleza, mis carcajadas de cada día y todo lo bueno que está en mi vida. Te amo y siempre te voy a amar pese a lo que pase, pero tú sabes que ese sentimiento lo voy a tener siempre sin saber cómo definirlo, pero sí sé que te amo.

—Somos como dos ojos, estamos siempre al lado, juntos. Pero no nos vemos.

—Linda conclusión —sonrío.

—Eso somos y eso seremos, esa es nuestra historia y la aclaración —término para luego besar su frente.

Steven abrió un poco los ojos impresionado y dejo la espalda de su hermana.

—Siempre pensé que iban a ocultarse y amarse como pareja —comentó acostándose en la cama después de terminar el masaje. Alana ladeo sus labios y se acostó a su lado—. Ahora cuéntame todo lo que ha pasado

—Primero contaré todo con respecto al trabajo, segundo Manuel y luego el revoltijo.

—Suena que alguien se ha divertido sin su hermano —carcajeo.

—El trabajo empezó a tornarse extraño cuando los jugadores empezaron a sentir molestias, los lesionados terminaban peor al volver a la cancha y muchos problemas físicos más. Pep empezó a decirnos que mejoráramos por qué algo estábamos haciendo mal con sus jugadores, nos regañó él, el cuerpo médico y los presidentes. Todo volvió a la normalidad y de un momento a otro empezaron a despedir a uno cada día hasta que quedamos nosotros y empezaron a tratarnos cada vez peor, en un partido toda la responsabilidad fue mía por qué Guardiola me decía que fuera por algo que volverá por qué estaba en el suelo un jugador y así fue durante todo el partido y ha sido así con todos, turna el sufrimiento entre los antiguos. El día que pasó eso, estaba demasiado enojada por qué se necesitaba más personas solo con cuatro personas no se hacía nada y si se hacía se hacía todo mal —tomó aire—, entonces explote y le dije que consiguiera más personal lo cual hizo. Al día siguiente éramos 10 personas todos los contratados fueron hombres excepto una y bueno otra pero es practicante esa no cuenta. La mujer que llegó causó revolución en los hombres, todos se iban con ella y sinceramente me sentí desplazada y así han sido todos los días desde que llegaron los nuevos, los antiguos solo estamos esperando el examen para renunciar a la porquería que se volvió el club con su gente.

—¿Entonces te irías por la carga y por qué te sientes fuera de lugar?

—No sólo por eso, también quiero que me traten bien y probar en un nuevo ambiente.

—Te apoyo en cualquier cosa, ahora continúa.

—Bueno, segunda y última parte —sonrío—. Manuel —suspiro—. El fuego empezó a ser un incendio cuando de un momento a otro ambos nos descontrolados y salíamos juntos a toda parte actuando como si fuésemos novios, como siempre hemos actuado y todo era color de rosas pero aun así no pensaba que en realidad Manuel iba a decirme que le gustaba. Me lo dijo por mensajes —Steven rio—. Yo entré en pánico por qué sinceramente no tenía cómo reaccionar por qué era ¡Manuel! ¡Mi Manuel de cuatro años! Simplemente deje la conversación hasta un punto y todo siguió normal, absolutamente nada cambio entre nosotros, seguíamos estando juntos y mostrándonos amor; hasta que llegó la nueva y un jugador casi a la misma vez, Elene y Sebastian Rode. Comencé a hablar con Sebastian por Alaba y nos empezamos a convertir en muy buenos amigos de la noche a la mañana dejando y negando a Manuel en algunas ocasiones lo cual el tomo a Elene también como yo tome a Sebastian, empezaron los celos entre los dos pero a veces se bajaban los celos y estábamos juntos y todo es muy confuso —dijo con estrés al final.

—¿Quién hace confusa las cosas tú o Manu?

—No lo sé.

—Te voy a hacer una pregunta —Alana aceptó con la cabeza—. ¿Sientes algo por Rode?

Alana sintió su mundo parar de un momento a otro, nunca había reflexionado acerca de él y ella. Duro un largo tiempo en responder por qué empezó a recordar cosas hasta conectarlas y sentir mariposas, abrió los ojos suavemente y tragó saliva.

—Es muy dulce, es muy atento conmigo y es bastante rápido en ciertas cosas a diferencia de Manuel. Rode es como la contraparte de él.

—¿Y te gusta la contra parte de Manuel?

—No —dijo insegura.