HEART LIKE STONE / manuel neuer

29: jefa

Caminó por los pasillos hasta llegar a la sala de juntas, en el momento en que abrió la puerta todos los de adentro callaron, sorprendiéndola. La mesa de juntas que contaba por lo menos con 20 puestos, estaban llena de personas con batas blancas expectantes a los movimientos de la mujer.

Alana los miro a todos y luego miro hacia el frente donde estaban las directivas del club. Suspiro, cerró la puerta y se apoyó en una de las paredes del lugar al ver que no habían asientos. Los directivos sonrieron y cálidamente la llamaron para que fuera adelante.

—Ella es Alana, ahora la más antigua del departamento médico —la mujer volteó los ojos—. Alana he citado está junta para que conozcas a los nuevos integrantes y para que ellos conozcan a su nueva jefe.

Alana abrió los ojos y miro a quien tenía a su lado rápidamente. —¿Disculpe?

—A raíz de lo que ha pasó, hemos pensado bien que tú eres una buena candidata para este puesto. Felicitaciones —antes de decir algo las personas presentes se levantaron de sus puestos y empezaron a aplaudirle.

Tenía cara de incrédula y no sabía si formar una sonrisa o hacer alguna mueca. La información no la procesaba tan rápido en esos momentos, estaba en un estado de shock que la hacía parecer una marioneta pues el ejecutivo tomó su mano y la hizo firmar un nuevo contrato.

Después de toda una charla, ella fue la primera en salir de la junta, se llevó las manos a la cabeza y en su pecho empezaba a crecer la ansiedad.

—¿Se encuentra bien? —pregunto alguien. La mujer se giró y vio al grupo de nuevos con los que iba a trabajar.

—Sí —tragó saliva—, esta semana vamos a seguir la misma rutina que está en el tablero de nuestra área. Cada uno escoge lo que quiera hacer, solo borren los nombres que estaban allí y pongan los suyos. Estaré revisando sus trabajos en unos minutos.

Alana se volteó y salió casi corriendo hacia el baño de mujeres. Se trató de calmar un poco y a los quince minutos salió de nuevo.

—Felicitaciones —dijo con una sonrisa Rode mientras se sentaba en el pasto junto a ella.

—¿Cómo te enteraste? —suspiro mientras tenía la mirada en el campo.

—Desde que llegue estaba circulando el rumor —la miro.

—No sé cómo tomar esto.

—Con una sonrisa mujer, es lo mejor que te ha pasado en estos tiempos —carcajeo haciendo que ella se le sumase a la risa.

—Mi cabeza va a explotar con tantas cosas —recostó su cabeza en el hombro de Rode admirando como el entrenamiento seguía y alguno que otro jugador estaba en recuperación con sus trabajadores.

Un grupo pequeño de jugadores estaban lanzando desde el punto penal hasta al arco de Manuel para ponerlo a prueba y haciendo que él se concentrará en cada movimiento. Alana lo observaba desde su lugar mientras Rode miraba como sus compañeros le pegaban al balón. En un descuido de Manuel por mirar hacia el lado de Alana un balón golpeo su cabeza haciéndolo caer al suelo.

Alana frunció el ceño y Rode bufó casi aparentando una sonrisa. Los jugadores empezaron a reír y Daniela corrió hacia el portero caído en el suelo.

Mientras que la practicante ayudaba a Manuel, Alana sonreía pues la escena de ella preocupada corriendo hacia él le resultó graciosa y la pequeña risa de Sebastian se le contagiaba.

Neuer se levantó con rostro totalmente rojo. En sus ojos se mostraba la ira que tenía en esos momentos, pero no sabía si era por la risa de sus compañeros o por el hecho de que Daniela mostrará un afecto que no necesitaba ser mostrado en ningún momento.

Con ayuda de la mujer con la que ya todos pensaban que era su novia, empezó a caminar hacia la salida y antes de pasar por donde estaban sentados Rode y Alana.

Rode sin percatarse de la distancia que Manuel estaba para escuchar la conversación, habló: — Yo antes pensaba que tú y Neuer eran novios.

Alana agacho su rostro y luego lo levanto para llevar su vista hacia un lado, se topó con los ojos azules de Manuel mientras el caminaba mucho más lento y solo susurró: —Todo el mundo lo hacía.

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