Capitulo 36 - Echando a perder

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Arturo estaba sentado en una silla, pensativo, cuando de repente Flavio entró con una botella de tequila en las manos, ya pasado de tragos. Él hablaba de su relación con Irina, ya que durante el tiempo que estuvieron secuestrados se habían acercado mucho y estaba completamente enamorado de ella. Pero por un acuerdo que Irina había hecho con Darío, los dos se habían peleado.

"¿Y tú qué? ¿Vas a quedarte aquí sin hacer nada para recuperar a la mujer que amas? Yo voy hacer algo"

"Lo que vas hacer es irte a dormir Flavio, ve cómo estas" - dijo Arturo.

"No soy un cobarde, yo amo a mi rubia y veo en sus ojos que ella me ama a mí, ¿entiendes?"

"Párale, deja de tomar, dame eso" - le dijo Arturo, haciendo un gesto de tomarle la botella a Flavio.

"No puedo quedarme quieto mientras otro hombre viene y la quiere alejar de mí, voy a luchar por ella y tú también deberías hacer lo mismo, pelea por Sofía como el Gallardo que eres!"

"En mi caso es diferente Flavio, está esperando un hijo de el"

"¿Y qué? ¿Cuál es el problema de que espere un hijo de otro hombre? Ella te ama, tú la amas, de todos modos él les hará la vida imposible a los dos... además ¿no fuiste tú quien me dijo que ese niño podría ser tuyo? ¿Y si es verdad? Si un día te enteras de que es tu hijo, ¿cómo te vas a sentir sabiendo que lo abandonaste y dejaste a su madre en manos de un crápula, un demente, capaz de hacer cualquier cosa a los dos? "

"Yo sé lo que te dije Flavio y créeme que cuando pienso en esa posibilidad me vuelvo loco, pero la actitud de Sofía me desconcierta, no estoy seguro de qué pensar"

"Carnal - dijo Flavio tomándole una mano y colocándola en el centro del pecho - dime con la mano en tu corazón, Sofía, amándote como te ama, ¿crees de verdad que ella sería capaz de traicionarte? Piénsalo bien y tendrás tu respuesta"

*************

Como Sofía había decidido pasar unos días lejos, se fue a la casa de la playa y como no quería estar sola pidió a Irina que la acompañara. Las dos estaban en la sala, hablando.

"El vigilante que nos enviaron parece ser una buena persona, pero quien nos hace falta es Soledad, imagínate que tuve que poner toda la ropa en los armarios, yo!" - dijo Irina, pero vio que Sofía no le estaba prestando atención así que la llamo.

"¿Sofí? ¿Hey? Ya que no me pones cuidado, dime ¿por qué decidiste hacer este viaje tan de repente?"

"Fue por Leonardo güera, la convivencia con el esta cada día peor, ahora se dio por imaginar que el padre de mi hijo es Pablo"

"Ah entonces era él, el sospechoso" - dijo Irina pensativa.

"¿Qué?" - Sofía preguntó mirándola.

"Sofía, Leonardo me acosó y me amenazó como un loco, está seguro de que sé tú secreto"

"¿Y le contaste algo?"

"No, por supuesto que no... como crees, estás loca, mira, entiendo que deseas proteger Arturo, pero él es un hombre fuerte y valiente, ¿no recuerdas lo que hizo con el potro?"

"Lo sé, pero Leonardo no está bien de la cabeza, por eso quise alejarme de él, para evitar que todos los que se me acerquen puedan convertirse en el blanco de su locura"

"Sí, es cierto que está lleno de ira, pero ¿crees que podría matar a Arturo?"

"Él fue capaz de drogarme para estar con él, me acosa y me amenaza sólo para estar junto a él, este tipo es capaz de cualquier cosa, Irina."

Los SusurradoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora