Capitulo 37 - Una trampa con buenas intenciones

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Tiempo después Sofía e Irina regresaron al rancho.

Un día Cayetana había ido a enseñar la obra a Miranda, al esposo de ella y a Darío, pero cuando forzó una de las paredes para demostrar cómo estaban bien hechas y fuertes, una de ellas se derrumbó y ella cayó al suelo, perdiendo el conocimiento por unos momentos, hiriéndose levemente en la frente.

Sólo fue un susto, nada más y ya estaba en la habitación, pero se encontraba muy enojada con los obreros y pidió a Sofía que llamara a Arturo para que viniera con sus hermanos al rancho a dar una explicación de lo sucedido, entonces mientras Sofía bajaba las escaleras hasta la sala, ella marco a él.

"Perdóname mi amor" - se dijo mientras hacia la llamada.

"Sofía" - él respondió del otro lado de la línea.

"Arturo, necesito que vengas inmediatamente al rancho".

"¿Te sucedió algo?" - Arturo preguntó con aire de preocupación.

"A mí no, pero necesito que vengas y traigas a tus hermanos contigo, es urgente"

"Muy bien, ya vamos para allá" - dijo con el ceño fruncido.

Una hora más tarde ellos llegaron a la construcción, donde estaba Soledad, Leonardo y toda la familia Del Junco esperándolos.

"Buenos días Señora Cayetana, díganos, ¿para qué somos buenos?" - preguntó Arturo.

"Bueno, en realidad para nada, sucedió algo que nunca imaginamos que podría suceder" - dijo Don Felipe, consternado.

"Miren, miren, el trabajo de ustedes, casi me mata!!" - Le gritó Cayetana, enojada y pidió a Soledad que llamara de inmediato al ingeniero responsable de la obra, pero cuando este llegó, dijo que los tres no eran empleados de su empresa.

Arturo no tuvo más remedio que admitir, delante de todos, que ellos no eran obreros, lo que hizo enojar a Andrea, llamándolos de impostores y Leonardo quien se reía a espaldas, comenzó a decir que ellos querían hacerle daño a él, a Sofía y al niño que ellos estaban esperando.

"Leonardo, no te metas" - habló Flavio enojado - "Señora Cayetana, créanos que jamás haríamos algo así a propósito"

Arturo entonces les explicó que se habían pasado por obreros debido a las dificultades financieras en la que se encontraban, que una vez habían tenido tierras y animales, pero lo habían perdido todo, y que no eran delincuentes, siempre habían trabajado con esfuerzo y honestidad.

Al fin al cabo Arturo ya estaba harto de las mentiras y decidió decir cuál era la verdadera razón por la que estaban allí, pero Cayetana lo interrumpió, echándolos y prohibiéndoles la entrada al rancho de nuevo.

"No los enviaré a la cárcel, simplemente porque le debo la vida de Irina a Flavio, pero no quiero verlos nunca más aquí, váyanse, ahora!" - ordenó, molesta.

"Está bien, nos iremos, pero aquí no sólo se cayó una pared, sino se derrumbó el mundo a todos nosotros, y espero que algún día pueda entender Don Felipe, pues es el único por quien se me cae la cara de vergüenza" - dijo Arturo y luego los tres salieron del rancho.

Sofía e Irina oyeron todo incapaz de creer lo que estaba pasando, se quedaron muy tristes y algo confundidas por lo sucedido.

"Sofí, siento que se me destrozó la vida" - Irina dijo entre lágrimas.

"Trato de entender cómo una persona con una situación financiera difícil, puede hacer lo que hicieron ellos, pero siento que hay una parte de Arturo que aún no conozco"

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