Los Susurradores

Capitulo 27 - El origen del "Postre Susurrador"

"Hola" - Sofía lo saludó con una sonrisa después de que sus bocas se apartaran, entro a la sala, mientras que Arturo cerraba la puerta.

"No me lo creo, ¿fuiste tú quien hizo todo esto?" - le preguntó con sorpresa al ver la cena puesta sobre la mesa.

"Sí claro, y aún tienes que ver lo que tengo en el horno, ven, ven, mira - dijo el tomándola de la mano y llevándola a la cocina para ver lo que aún estaba preparando.

"Hum, que rico"

"Me ayudó pensar en ti todo el tiempo, fuiste tú quien sin saberlo me inspiró en cada detalle"

"Me hubiera gustado venir antes, pero este problema con los materiales fue incomodo en casa, me siento mal de que los hayan culpado" - habló Sofía apenada.

"Oh, por favor no hablemos más de eso, no vale la pena, esta noche quiero que sea especial" - dijo Arturo mientras tocaba suavemente su rostro con una mano.

"¿De verdad que estamos solos?" - preguntó ella con aire de coqueta, mirando alrededor del lugar.

"Sí, solos, tú y yo" - Arturo respondió con una mirada provocativa y luego la besó de nuevo, entonces la tomó en sus brazos y con una pequeña carrera y sonriéndole, la llevó hasta su recamara.

Arturo abrió la puerta con un pie y la cerró de la misma manera, entonces la puso sobre la cama con cuidado. Sin dejar de mirarse a los ojos, Sofía empezó a tirar la faja que llevaba en la cintura del vestido, mientras Arturo pasaba los dedos suavemente por el escote, en el valle entre sus pechos, gesto que la hizo temblar de emoción.

Entonces él la besó de nuevo y mientras se besaban, Sofía le tomó el sombrero de la cabeza, dejándolo caer al suelo. Sin dejar de acariciarla, Arturo puso la mano en la espalda de ella en medio de la apertura de la cremallera de su vestido, y tomando de esta la fue dejando semidesnuda; entre panties y sostén.

Arturo se paró y se desnudó delante de ella, dejándola admirar su cuerpo de la misma manera que él lo hacía con ella, pero se quedó con su ropa interior, entonces Sofía se acercó a él y poniendo las dos manos en sus caderas bajó su bóxer mientras lo besaba en los músculos de su abdomen (eightpack). En un instante él ya estaba como Dios lo trajo al mundo.

Sofía dio una medio-sonrisa ante la vista de su erección tan cerca de ella y la tomó con la mano derecha haciendo movimientos de ida y vuelta. Arturo gimió y puso las manos en su nuca, con los dedos entrelazados en su cabello, acariciándola. Sofía echó la cabeza hacia atrás, sin detener los movimientos que hacía en su miembro. Era increíble cómo un simple toque de él la volvía loca - pensaba.

"Sofía...creo que... mejor... parar... si no... voy a..." - Arturo susurró empezando a jadear.

Sofía entonces detuvo lo que estaba haciendo y él se arrodilló en la cama, volviendo a besarla en la boca, hambriento. Luego bajó al cuello y mientras le besaba en el hombro se deshizo de su sostén, bajando aún más la cabeza puso la boca en un pezón saboreándolo y luego hizo lo mismo en el otro seno. Sin poder contenerse, bajó su mano derecha hasta su feminidad deteniéndola encima de sus panties.

"Me encanta tocarte aquí..." - dijo susurrando en contra de su piel.

"Entonces tócame" - susurró ella mientras él la empujaba suavemente acostándola en la cama de nuevo. Arturo deslizó su boca sobre su cuerpo, pasando la lengua por cada parte de ella, haciendo un camino por su vientre hasta llegar a sus panties, al llegar ahí levantó la vista. Sofía estaba con la cabeza echada hacia atrás, totalmente entregada a las sensaciones que le estaba haciendo sentir y le gustó verla así.