Después de lo que había pasado en el rancho, el momento era de paz entre Arturo y Sofía, disfrutaban de la vida juntos, eran una pareja feliz, a la espera de su primer hijo.
En esos días recibieron la visita de Soledad que les trajo algunas ropitas para el bebé, se las enseño a los dos, y quedaron encantados con lo que ella les había comprado.
Totalmente enamorados, los dos siempre se trataban con cariño, se daban besos todo el tiempo, a Arturo se le hizo hábito besar y hablar al vientre de Sofía cada vez que podía, de la manera más tierna, hasta cuando ella se quedaba dormida.
Sofía ahora se encargaba, como veterinaria, de los animales de Rancho Alcázar y siempre iba y venía, en la camioneta con Arturo.
Una noche de vuelta a casa
- No deberías haber venido hoy chaparrita, no pensé que tomaría tanto tiempo para salir del rancho, me tocó terminar la conexión del pozo - dijo él, mientras manejaba la camioneta con ella al lado, camino a casa.
- No hay ningún problema amor, ya sabes que me gusta acompañarte - respondió ella, dándole una mirada cariñosa - y, además, estaba revisando un becerrito que nació ayer, es una belleza, no se separó de su mamá, es una ternura.
- Me alegro que estés a gusto con tu trabajo, pero mañana quédate en casa a descansar, ¿de acuerdo? - dijo dándole una mirada tierna.
- Sí, mi general, estas igual que mi abuelo! - le dijo ella, haciendo un saludo con la mano en la sien.
Entonces empezó a sonar en la radio una canción que le gustaba a Sofía y enseguida aumento el volumen
- ¿Es la canción que te gusta? - dijo Arturo - dale, cántemela - le preguntó, sonriendo.
- Oh, sí, como no - contestó ella riéndose.
En ese momento Sofía vio que un camión se acercaba muy rápido a ellos, en dirección opuesta a la avenida.
Arturo logró desviar del camión, con un giro brusco, pero al pisar el freno, éste no respondió.
- Los frenos!! No tengo frenos! - Arturo gritó, mientras trataba de frenar el auto.
- ¿Cómo no tienes frenos? Arturo!! - Sofía gritó de nuevo, justo antes de chocar en algunos fardos de heno que estaban al lado de la carretera.
Poco después del impacto, Arturo, que había estado inconsciente, reaccionó y aún atontado, preguntó a Sofía si estaba bien, pero al no oír respuesta, miró hacia al lado y la vio desmayada, entonces bajó de la camioneta lo más rápido que pudo y se acercó a ella del otro lado, llamándola varias veces, con desesperación.
- Sofía, escúchame, háblame por favor! - preguntó algunas veces y pronto cogió el teléfono del bolsillo para llamar emergencias, cuando le contestaron informó lo que había sucedido, donde estaban y pidió que se apurasen.
- Sofía, por favor reacciona, escúchame, aguanta por nuestro hijo, por nosotros - rogó varias veces mientras ella aún estaba inconsciente, entonces él tuvo la idea de llamar a Pablo, el capataz del Rancho del Junco, para que fuera hasta allí , ayudarle.
No llevó mucho tiempo para que Pablo llegara, porque el Rancho Del Junco estaba muy cerca de donde se encontraban.
- Tuvimos un accidente Pablo y Sofía no reacciona - Arturo dijo nervioso.
- Emergencias ya viene, voy con los dos al hospital - dijo Pablo.
Pronto oyeron las sirenas de la ambulancia que se acercaba.
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Los Susurradores
FanficEn las llanuras abiertas del gran estado de la estrella solitaria nació un amor que va a cuestionar los valores y prejuicios de una das familias más ricas y poderosas del estado. Arturo - Es el mayor de cuatro hermanos, hombre sencillo, honesto y tr...