Los Susurradores

Capitulo 35 - Una salida estratégica

Samuel y Arturo estaban en el cuarto de servicios terminando de arreglarse, el día de trabajo ya había terminado y se preparaban para irse a casa.

"¿Es cierto que nos iremos del rancho?" - Samuel preguntó mientras ponía sus cosas en la mochila.

"Creo que es lo mejor para todos, sólo espero que Flavio aparezca pronto para largarnos de aquí." - contestó Arturo.

"¿Y porque tomaste esa decisión?" - insistió Samuel.

"Pensé mucho en eso, es lo mejor Samuel, esta situación con Sofía y ver como ese desgraciado la maltrata, me molesta...en algún momento puedo perder el control y es mejor irnos de aquí antes de que ocurra algo"

Mientras tanto, en la sala de la casa, Sofía le hablaba a Soledad de la decisión de Arturo.

"Es eso Solé, Arturo se va para siempre" - ella dijo incapaz de contener las lágrimas.

"Es lo mejor Sofía, mientras que Arturo este aquí corre mucho peligro, él y Leonardo pueden enfrentarse en cualquier momento y puede haber una tragedia"

"Lo sé, pero no sé si voy a tener la fuerza para soportarlo, lo amo demasiado, es el hombre de mi vida, el padre de mi hijo, nana" - ella dijo, agobiada - pero tengo que hacer esto para protegerlos, ¿qué más puedo hacer? "

"Bueno, a veces renunciar al amor es lo mejor para evitar el dolor de los demás, siempre hay alguien que sufre, siempre" - dijo Soledad, triste.

"Pero yo no sé si lo que estoy haciendo es lo mejor para mí y para mi hijo, por otra parte, Arturo tiene derecho de saber que va a ser padre, y yo le estoy negando eso a mi hijo, conocer a su padre, no es justo para ellos"

"No sé qué decirte Sofía, pero de algo estoy segura, y es que para renunciar al amor tienes que ser fuerte, muy fuerte mi niña, porque el dolor nunca termina" - dijo Soledad ya llorando junto con Sofía.

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En medio de tantas penas sucedió algo que dejó a todos aliviados de la angustia casi insoportable, Irina y Flavio finalmente fueron encontrados, pero Irina había sido mordida por una serpiente y estaba en el hospital, el caso no se había ido a mayores gracias a que Flavio pudo extirpar parte del veneno y ahora ella estaba en el hospital, recuperándose, al igual que Flavio por deshidratado.

Sofía estaba en la sala de espera aguardando para ver a Irina, pero Leonardo también estaba allí, como siempre molestándola y acosándole con su insistencia en saber sobre el padre del hijo que ella esperaba.

"Escucha, solo estoy aquí porque aún no me han dejado a ver a mi hermana, pero no es agradable tener que soportar tu presencia" - dijo Sofía a Leonardo, molesta.

"Oh no, ¿no es agradable? pues tendrás que soportar mi presencia en los próximos años o hasta cuando me dé la gana" - habló Leonardo, enojado.

"Yo no sé cómo no te da vergüenza de tener a una mujer a tu lado bajo amenaza"

¿Te importa tanto la vida del padre de tu hijo, que prefieres permanecer a mi lado sólo para salvar su vida?"

"Sí, señor, por él y por mi hijo hago lo que sea, para protegerlos de un demente como tú"

"¿Quién te crees que eres? ¿No fue suficiente haberme engañado? Mírame, mírame, sí, soy un demente" - Le gritó y la agarró de los brazos sacudiéndola con fuerza. Sofía trató de apartarse pero no pudo y fue entonces cuando entraron Samuel, y Arturo, quienes vinieron a ver a Flavio.

Al ver la escena, Arturo no se resistió y se acercó a defender a su mujer.

"Suéltala!" - Arturo gritó enfurecido.