CAPÍTULO 8

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Un premio para alguien (tu ya sabes quien eres mira la foto) y para su padre

"Lo malo se olvida, lo bueno es eterno y no hay nada mas bueno en el mundo que el amor de un padre por sus hijas aunque a veces no parezca que lo demostremos"


Kate caminaba despacio sobre el
verde césped que cubría esa parte del parque.

Quería llegar pronto pero, a la vez, quería prolongar ese momento. P

Tenía ganas de ver a su hija, no la veía desde la mañana, pero estaba nerviosa por ese nuevo encuentro con Rick.

Sabía que él se comportaría delante de Sophie, siempre lo había hecho, sin embargo, ella no.

Suspiró y levantó la cabeza alzando su vista.

Vio cómo su hija seguía montada en el columpio siendo impulsada, suavemente, por Rick. Los dos reían todavía.

Sophie dejó de mirar hacia atrás, de mirar a su amigo, y vio a su madre aproximarse.

-Rick, párame quiero bajar -pidió mientras movía sus pies.

-¿Ya, pequeña? Pensé que querías estar más tiempo. -Dijo mientras frenaba el columpió.

No le costó mucho dada la poca fuerza que llevaba éste.

-Quiero ir a saludar a mamá -respondió bajándose.

Richard miró al frente y vio a Kate parada frente a ellos, como a unos tres metros de distancia.

Sus miradas conectaron por unos segundos hasta que Castle se dio la vuelta poniendo sus brazos en forma de jarras. "Pillado" pensó.

Beckett se agachó para recibir a su niña que iba corriendo hacia ella. -Cariño -dijo cuando la tuvo entre sus brazos levantándose con ella.

-Mami, estás aquí -la voz de la niña sonaba contenta.

-Sí, cariño, ya estoy aquí -Beckett le dio varios besos a su hija recibiendo los mismos besos por parte de Sophie.

Castle observó a madre e hija. Vio cómo se abrazaban y se daban besos. Kate sonreía y se fijó en lo guapa que estaba cuando lo hacía.
Quitó ese pensamiento de su cabeza.

No podía estar pensando en lo guapa que era la persona que peor lo había tratado en mucho tiempo.

Encima después de todas sus acusaciones.

Pensó en irse y evitar ese encuentro pero no era algo propio de él huir, así que decidió quedarse.

Si, a pesar, de sus amenazas/advertencias había decidido ir, ahora tendría que cargar con las consecuencias.

Kate reanudó su caminó hasta los columpios, hasta Rick, con su hija en brazos.

-Antes que digas nada: no estaba haciendo nada malo- se adelantó el escritor.

La abogada asintió nerviosa.

-Me despido de ella y me voy.-

Beckett se dio cuenta de que Rick también estaba nervioso.

Que bonita la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora