Que bonita la vida

CAPÍTULO 14

Sophie se despertó a mitad de la noche.

Estaba agitada aún por la pesadilla.

Un monstro horrible con garras afiladas la estaba persiguiendo. Casi la alcanza, pero logró despertarse a tiempo.

Se bajó de la cama, cogió a la muñeca que esa noche dormía con ella y caminó deprisa, por si el monstro volvía a aparecer, hasta la habitación de su madre, como otras muchas noches que tenía pesadillas.

Pero, ese día, la habitación estaba vacía. Y Sophie gritó.

El monstro sí había logrado llevarse a su madre.

Los dos adultos se despertaron de golpe al escuchar a la niña. Kate salió corriendo gritando "Sophie", Rick la siguió.

Cuando Beckett encontró a su hija, ésta lloraba y se aferraba fuertemente a su muñeca.

Kate se agachó y la abrazó, todavía sin saber qué había pasado. Cuando logró tranquilizarse ella un poco, se separó de la niña y comenzó a mirar se tenía algo.

Pero físicamente estaba bien. Kate la miró a los ojos, estos estaban vidriosos por las lágrimas que aún resbalan por sus mejillas.

-Yo... yo soñé con un monstro

-confesó la pequeña limpiándose las lágrimas con su brazo derecho.

-Vine y no estabas y...

-Kate la abrazó comprendiendo lo que su hija quería decir.

-Creí que el monstro te había llevado.

-Estoy bien, cariño, solo ha sido una pesadilla. Ven.

-Kate la tomó en brazos y se puso de pie.

-¿Rick? -preguntó la pequeña confusa. Hasta ese momento no se había percatado de que Castle estaba detrás de su madre.

-Ey, pequeña, ¿una pesadilla? -la niña asintió. Kate se sentó en la cama con su hija en brazos.

Rick se agachó en frente de ellas.

-Yo también tenía pesadillas cuando era pequeño.

-¿Y te daba miedo? -preguntó con la cara escondida en el pecho de su madre.

-Mmm humm-Asintió-.

Mucho miedo, pero luego me di cuenta que son solo malos sueños y que por muy real y por muy de verdad que parezcan son mentiras.

Y no podían hacerme nada. Igual que a ti no pueden hacerte nada.

-Castle acarició su cabecita.

-Pero da mucho miedo -rebatió Sophie.

-Y casi me atrapa.

Rick sonrió de lado. Le encantaba esa inocencia de Sophie.

-¿Quieres dormir con mamá, entonces?

-preguntó Kate. La niña asintió moviendo la cabeza.

-Bien -Beckett destapó el otro lado de la cama

-acuéstate princesa

-Sophie obedeció de inmediato y Kate se tumbó a su lado atrayéndola hacia su pecho para abrazarla.

Después miró a Rick, que había observado la escena con una sonrisa.

-Y tú ¿no te acuestas? -le preguntó sonriendo.

-Sí, sí ya me iba. -Dijo mientras se daba la vuelta para irse al sofá.

-Rick -lo llamó Kate.