CAPÍTULO 13

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Pues nada, aquí que os traigo un poco mas de azúcar para ayudaros a pasar el amargor que se avecina (tranquilidad que todavía falta un poco mas para eso).

Rick retiró un mechón de pelo de la cara de la abogada, pasándolo por detrás de su oreja.

-No hay nada que agradecer, ya te lo he dicho.

-El escritor le sonrió.

-Tienes que estar cansado ya de mis bajones

-Kate desvió la vista hasta el suelo avergonzada.

-Cansado de que te abrace cada dos por tres buscando consuelo.

Yo, yo... no me merezco todo esto por tu parte.

-Kate -la llamó suavemente, pero ésta no lo miró, así que él mismo hizo que lo mirara, poniendo dos de sus dedos bajo la barbilla de ésta y levándosela.

-Para empezar, todo el mundo comete errores, no tuvimos el mejor principio, pero lo importante no es cómo empieza, sino cómo acaba. Y ahora somos amigos, ¿no?

-la abogada sintió con los ojos brillantes por las lágrimas.

-Segundo, entiendo que te den bajones, como dices tú, no es algo fácil lo que estás viviendo y si yo puedo ayudar mejor, que mejor.

Y por último, me encanta dar abrazos, así que eso no es un problema.

Creo que soy la persona a la que más le gusta abrazar en todo el planeta.

-Rick la atrajo hacia él y la volvió a abrazar.

-Gracias -agradeció suspirando.

-Deja de agradecer, Kate.

-ésta se acomodó mejor entre sus brazos y ahora, que estaba un poco más tranquila, se dio cuenta que el escritor no llevaba camisa.

Más bien, no llevaba nada, tan solo sus bóxers.

-Lo siento

-se disculpó Castle.

-Te vi llorar y me levanté.

Me quité la ropa para dormir más cómodo.

-No pasa nada. Lo entiendo.

-Ven, vamos al sofá.

Así, me tapo.

-Beckett asintió y cuando Castle dejó de mirarla no pudo evitar fijarse en el cuerpo del escritor.

Negó con la cabeza y comenzó a seguirlo.

No podía hacerle eso.

Él la estaba ayudando.

Richard se sentó y se tapó con las dos mantas que antes le había dado Beckett.

Ésta se sentó a su lado, un poco alejada.

-Ven, siéntate aquí y así te tapas tú también.

Debes de tener frío.

-Da igual, Rick, estoy bien, gracias. No tengo frío.

-Kate, tienes frío.

No lo niegues. Estás temblando.

Ven, te aseguro que soy inofensivo.

Que bonita la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora